Conflicto Los Balcanes
Colegio Marco Tulio Salazar
Profesor: Roy Meza Campos
LOS BALCANES
Península de los Balcanes,
península del sureste de Europa; limita al este con el mar Negro y el mar Egeo,
al sur con el mar Mediterráneo, y al oeste con el mar Adriático y el mar Jónico.
Ha tenido siempre una importancia estratégica como parte del puente terrestre
que une Europa y Asia, y el mar Mediterráneo con el mar Negro. Abarca los
territorios de Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Ex-República Federal de
Macedonia, la República Federal de Yugoslavia, Albania, la Grecia continental,
Rumania, Bulgaria y la Turquía europea. La frontera septentrional está definida
geográficamente por el río Sava, por el curso inferior del Danubio, desde su
confluencia con el Sava en Belgrado (capital de Serbia y de la República
Federal de Yugoslavia), y por una línea trazada arbitrariamente desde el Sava
superior hasta el Adriático, cerca de Rijeka, en Croacia. Este límite, con
pocas excepciones, comprende los países denominados balcánicos, pero no tiene
justificación geográfica. Se explica históricamente porque la región así
definida (junto a Rumania, pero que no incluye Montenegro, Dalmacia, ni las
islas Jónicas) constituyó la mayor parte del territorio europeo del Imperio
otomano desde finales del siglo XV hasta el siglo XIX.
2 TERRITORIO Y RECURSOS
La mayor parte de la
península de los Balcanes es montañosa y sus ríos fluyen en todas direcciones.
La cuenca del Danubio constituye el sistema hidrográfico principal. Desde las
vertientes meridionales de los montes Ródope, el río Vardar discurre hacia el
mar Egeo y, en el punto más occidental de los Balcanes, el río Morava fluye
hacia el Danubio. Los Balcanes forman la elevación montañosa más importante de
la zona. Otros accidentes orográficos son los llamados Alpes Dináricos, que se
extienden a lo largo de la costa adriática; la cadena montañosa de los Ródope,
entre la Ex-República Yugoslava de Macedonia y el valle de Maritsa; los montes
Pindo , al noroeste de Grecia; y varias cumbres aisladas de relevancia
histórica, como los montes Olimpo, Peneiós y Ossa, en Grecia. El lago Escutari,
entre Montenegro y Albania, y el lago Ohrid, en la frontera que separa Albania
de la Ex-República Yugoslava de Macedonia, son los únicos importantes de la
península. La parte meridional, que forma la tierra firme de Grecia, goza de un
clima mediterráneo templado, pero el resto de la región sufre los crudos
inviernos y los calurosos veranos propios del sur de Centroeuropa. La zona del
noroeste tiene pocos valles y se caracteriza por sus colinas continuas y
desiguales, mientras que la meridional presenta un terreno mucho más nivelado.
3 HISTORIA
Los Balcanes han estado
habitados desde hace 200.000 años aproximadamente. A partir del año 7000 a.C.
se desarrolló una cultura diferenciada de la edad de piedra. La península fue
colonizada a partir del año 3500 a.C. por agricultores seminómadas procedentes
de las estepas rusas y, más tarde, por los celtas durante la edad del bronce.
Los eslavos aparecieron alrededor del siglo III y emigraron en gran número a la
península durante el siglo VI. Las tribus búlgaras se establecieron en el siglo
VII, y más tarde fueron asimiladas por los eslavos. Los colonos eslavos,
magiares y germánicos evolucionaron en un aislamiento relativo debido a las
barreras naturales que impedían la comunicación dentro de la península; así,
cada grupo desarrolló su propia variante de religión, lengua y costumbres
locales. Todos sufrieron persecuciones periódicas de los turcos.
Durante el periodo bizantino
se estableció una forma de cristianismo ortodoxo en parte de los Balcanes,
mientras que el islam se propagó por las regiones dominadas por los turcos.
Desde finales de la edad media en adelante, los turcos otomanos conquistaron
paulatinamente casi toda la península. Sin embargo, la balanza de poder en los
Balcanes cambió una vez más después del sitio de Viena (1683), cuando los
turcos otomanos fueron rechazados por los Habsburgo austriacos y por Rusia.
Ambos poderes buscaban el acceso al mar que rodeaba la península. La
conflictividad en los Balcanes fue históricamente un mal endémico y la zona
continuó teniendo un papel clave en la luchas de poder europeas.
En el siglo XIX, las naciones
balcánicas desarrollaron movimientos fuertemente nacionalistas que obligaron a
Turquía a conceder un cierto grado de autonomía a cada nación. La Liga
Balcánica de 1912 se constituyó para contrarrestar el dominio turco en el área;
esto provocó las Guerras Balcánicas. Dos años más tarde, el paneslavismo
contribuyó al estallido de la I Guerra Mundial, cuando el presunto heredero del
emperador austriaco fue asesinado en Sarajevo por un joven nacionalista
serbobosnio, Gavrilo Princip.
Tras el fin de la I Guerra
Mundial, en 1918, y el desmantelamiento del Imperio otomano, Bosnia-Herzegovina,
Dalmacia, Croacia, Eslavonia y las regiones de Banato y Carniola se unieron a
Serbia y Montenegro para formar el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos,
que después recibiría el nombre de Yugoslavia. Como consecuencia de las Guerras
Balcánicas y de la I Guerra Mundial, la Europa turca dejó de existir a todos
los efectos.
En el periodo de
entreguerras, los líderes políticos intentaron evitar que los países balcánicos
se convirtieran de nuevo en el ‘polvorín de Europa’. El Pacto de los Balcanes
de 1934 intentaba unir a los países mediante un acuerdo de no agresión y
garantizar así las fronteras balcánicas. Fue firmado por Yugoslavia, Turquía,
Grecia y Rumania, pero la tensión internacional y las claras desavenencias que
precedieron a la II Guerra Mundial no disminuyeron. Grecia, al igual que
Turquía, resistió la infiltración de las potencias del Eje Roma-Berlín-Tokio,
pero la influencia de la Italia fascista y la Alemania nazi fue considerable en
otros países balcánicos. En abril de 1939, Italia se apoderó de Albania. En
octubre de 1940, un año después del comienzo de la II Guerra Mundial, Italia
invadió Grecia, pero fue rechazada hacia Albania, mientras los alemanes
ocupaban Rumania y Bulgaria. Yugoslavia y Grecia sucumbieron ante los alemanes
en 1941, a pesar de la bien organizada resistencia de la guerrilla que continuó
luchando durante todo el conflicto bélico. Bulgaria y Rumania se unieron
oficialmente al Eje, pero Yugoslavia y Grecia constituyeron gobiernos aliados
en el exilio que al final de la guerra fueron reemplazados por gobiernos
provisionales y, finalmente, por el Reino de Grecia (hoy República) y la
República de Yugoslavia. Las fuerzas de resistencia albanesas establecieron un
gobierno provisional, que consiguió el control después de la retirada alemana
de los Balcanes y proclamó la República Popular de Albania. A consecuencia de
la derrota del Eje, también se instituyó una república en Bulgaria. Yugoslavia,
Grecia y Turquía firmaron en 1954 un segundo pacto balcánico que estipulaba la cooperación
militar en caso de agresión. Tras el colapso del comunismo en 1991, cuatro
repúblicas yugoslavas, Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia, se
declararon independientes de Yugoslavia y estalló una guerra civil a gran
escala, la llamada guerra de la antigua Yugoslavia.
Eslovenia (nombre oficial,
Republike Slovenija, República de Eslovenia), república del sureste de Europa,
situada en la península de los Balcanes. Limita al norte con Austria, al
noreste con Hungría, al sureste y sur con Croacia, al oeste con Italia y al
suroeste con el mar Adriático. Antigua república de Yugoslavia, Eslovenia
proclamó su independencia en junio de 1991 y se unió a la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) en mayo de 1992. La república tiene una superficie de
20.253 km². La capital y mayor ciudad es Liubliana.
2 TERRITORIO Y RECURSOS
Eslovenia es montañosa, con
un paisaje alpino muy similar en las zonas del norte y oeste del país al de
Austria (norte) e Italia (oeste), y alberga regiones densamente arboladas. El
tercio oriental de la República se encuentra dentro del Karst (Krǎs en
esloveno, Carso en italiano), una estéril meseta caliza rota por depresiones y
crestas montañosas. El punto mas alto del país, el monte Triglav, se eleva
hasta 2.863 m y forma parte de los Alpes Julianos en el noroeste del país. Los
ríos Mura, Drava y Sava fluyen por el centro y el noreste del territorio
esloveno. Una franja costera se extiende a lo largo del mar Adriático durante
46,6 km y establece la frontera suroeste del país.
Las ciudades de la costa gozan de un clima templado
mediterráneo, mientras en las montañas del norte a menudo tienen inviernos
duros y veranos lluviosos. Las mesetas del este, donde está situada Liubliana,
tienen un clima continental más moderado con veranos de templados a cálidos e
inviernos fríos.
Dos símbolos nacionales, el
tilo y la gamuza se pueden encontrar por todo el país. Los dos recursos
naturales más abundantes en Eslovenia son el carbón graso y el lignito; otros
recursos son plomo, cinc, mercurio, uranio y plata, así como gas natural y petróleo.
4 POBLACIÓN
Los eslovenos, un grupo étnico eslavo,
constituyen alrededor del 88% de la población del país. El idioma oficial de la
república es el esloveno. Al contrario de lo que ocurre con otras culturas
eslavas, los eslovenos han recibido influencias de las culturas italiana,
alemana y austriaca durante más de un milenio, por lo que a pesar de sus más de
70 años de afiliación con Yugoslavia, la cultura eslovena tiene muchas
similitudes con las culturas alemana e italiana. El esloveno se escribe con el
alfabeto latino —al contrario de lo que ocurre con el serbio y la mayoría de
los idiomas eslavos, que usan el alfabeto cirílico— y tiene muchos dialectos.
La mayor parte de la población es católica. Los serbios (alrededor del 2%),
croatas (alrededor del 3%) y otros grupos étnicos (alrededor del 7%)
constituyen el resto de la población eslovena. Además, a comienzos de la década
de 1990 Eslovenia dio asilo a unos 60.000 refugiados que habían huido de la
guerra que se desarrollaba en Bosnia-Herzegovina.
La mitad de su población
aproximadamente vive en áreas urbanas, en particular en Liubliana (330.000
habitantes en 1997), Maribor (103.113 habitantes), Celje (39.782 habitantes) y
Kranj (36.770 habitantes), las mayores ciudades de Eslovenia. El resto vive en
zonas rurales a lo largo de todo el territorio, y son numerosos los pueblos
alpinos donde el esquí es una de las formas de recreo más populares. En las
ciudades los eslovenos disfrutan de conciertos, óperas y galerías de arte. La
población de Eslovenia en 2002 ascendía a 1.932.917 habitantes, con 95 hab/km²
de densidad de población.
El gobierno esloveno obliga a
que todos los niños reciban 8 años de educación, de los 7 a los 15 años. Casi
todos los eslovenos de más de 10 años saben leer y escribir y aunque no es
obligatorio de forma legal, la mayor parte de los alumnos continúan sus
estudios después de la secundaria. Hay 27 instituciones de educación superior
entre las que se encuentra la Universidad de Liubliana (1595).
6 GOBIERNO
La República de Eslovenia
comienza a destacar como una vigorosa democracia. El 23 de diciembre de 1991
fue aprobada una nueva constitución que garantiza el sufragio universal para
todos los ciudadanos mayores de 18 años (los menores a partir de los 16 pueden
votar siempre y cuando estén trabajando), libertad religiosa y libertad de
prensa entre otros derechos civiles, además de establecer un sistema
multipartidista. Los partidos más importantes del país son el Partido Liberal
Demócrata (LDS), los Cristiano-Demócratas Eslovenos (SKD), la Lista Unida de
los Socialdemócratas (ZLSD), el Partido Nacional Esloveno (SNS), el Partido
Popular Esloveno (SLS) y los Verdes de Eslovenia (ZS), escindido este último en
dos corrientes.
El Parlamento está formado
por la Cámara del Estado, de 90 miembros y que elabora las leyes de la
República, y el Consejo de Estado, de 40 miembros y que sólo puede proponer
leyes o pedir la reconsideración de una decisión adoptada en la Cámara del
Estado. Los miembros de ésta tienen un mandato de cuatro años y los del Consejo
de cinco. El primer ministro, la verdadera cabeza del Estado, es elegido por la
Cámara para un periodo de cuatro años, mientras el presidente de la República
lo es para cinco por votación popular.
Hay ocho tribunales de
justicia, cuatro de apelación y un tribunal supremo. La Asamblea elige a todos
los jueces, incluso a los miembros del Tribunal Supremo. Eslovenia tiene una
extensa red de programas de servicios sociales patrocinados por el gobierno,
entre los que se encuentran una cobertura médica de bajo coste y pensiones de
jubilación.
La república tiene un
Ejército de aproximadamente 7.600 soldados en activo, con una fuerza en la
reserva de unos 85.000. El servicio militar obligatorio comienza a los 18 años
y dura siete meses. Eslovenia es miembro del Consejo de Europa y de la ONU.
También ha firmado acuerdos de defensa con Austria y Hungría.
7 HISTORIA
Bajo el Imperio romano (27
a.C.-476 d.C.) el territorio de la actual Eslovenia formó parte de las
provincias de Panonia y Noricum. Durante el siglo VI d.C., la región fue
invadida por los ávaros de origen mongol y posteriormente por los eslavos
quienes se deshicieron de la dominación ávara. A esto siguió un periodo de
dominación bávara, durante la cual la mayor parte de la población se convirtió
al catolicismo. En el año 623 el jefe franco Samo creó el primer Estado
independiente esloveno, que se extendía desde el lago Balatón (que hoy
pertenece a Hungría) hasta el Mediterráneo. Duró hasta finales del siglo VIII,
cuando la región pasó a formar parte del Imperio franco. En el siglo X fue
reorganizado como el ducado de Carantania por el emperador Otón I el Grande del
Sacro Imperio Romano Germánico. Desde 1335 hasta 1918 —excepto un breve
intervalo entre 1809 y 1814— los eslovenos fueron gobernados por los Habsburgo,
del Imperio Austro-Húngaro, englobados en las provincias de la corona austriaca
de Kärnten (Carintia), Carniola y Steiermark (Estiria), excepto una minoría
integrada en la república de Venecia. Durante las Guerras Napoleónicas, Francia
arrebató la región a Austria y reorganizó el territorio creando las provincias
Ilíricas que perduraron desde 1809 hasta 1814. Este breve periodo de mandato
liberal francés favoreció el nacionalismo esloveno y eslavo del sur que habría
de triunfar al finalizar la I Guerra Mundial en 1918, con la formación del
Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (que recibió en 1929 el nuevo nombre
de Yugoslavia, que significa ‘tierra de los eslavos del sur’). En 1941, durante
la II Guerra Mundial (1939-1945), Alemania, Hungría e Italia se repartieron el
territorio. A pesar de traslados forzosos de población durante la guerra, desde
1945 la mayoría de los eslovenos ha vivido en la república eslovena, que en
1947 también adquirió de Italia los distritos de habla eslovena en el mar
Adriático (en Istria).
El descontento con la
federación yugoslava creció durante la década de 1980, demandando primero una
mayor autonomía y luego la independencia. En abril de 1990, mientras el poder
comunista se tambaleaba por toda la Europa del Este, Eslovenia (todavía
integrada en la federación yugoslava) celebró sus primeras elecciones
multipartidistas desde la II Guerra Mundial. La coalición vencedora solicitó la
independencia y casi el 90% de la población eslovena votó a favor de la misma
en el referéndum que tuvo lugar el 23 de diciembre de 1990. El 25 de junio de
1991, tras varios contratiempos políticos, como la negativa serbia a transferir
la presidencia rotatoria del país al representante croata, Eslovenia y Croacia
declararon su independencia de Yugoslavia. El Ejército Popular Yugoslavo (JNA),
dominado por los serbios, envió fuerzas a ambas repúblicas en un intento de
mantener la integridad yugoslava. En Eslovenia se produjo una guerra que sólo
duró diez días, en la cual las fuerzas eslovenas derrotaron al JNA. Esta
derrota, junto al interés mostrado por el JNA en controlar Croacia, permitió a
Eslovenia asegurarse con rapidez la independencia así como el reconocimiento
internacional de la misma. El 5 de enero de 1992 la Unión Europea, encabezada
por Alemania, reconoció la independencia de Eslovenia, Croacia y
Bosnia-Herzegovina. Estados Unidos reconoció su independencia el 7 de abril.
Las primeras elecciones
presidenciales y parlamentarias de la nueva república independiente tuvieron
lugar el 6 de diciembre de 1992, resultando triunfador el candidato
independiente Milan Kucan que fue proclamado presidente de la república con el
64% de los votos. El Partido Liberal Democrático, de tendencia moderada y
encabezado por el primer ministro Janez Drnovsek, obtuvo la mayoría de los 130
escaños en el Parlamento bicameral; los cristiano-demócratas obtuvieron el
14,9% de los votos.
Desde su reconocimiento en
1992, Eslovenia ha llevado adelante una serie de reformas económicas y se ha
unido a varias organizaciones internacionales. El país se ha convertido también
en un lugar seguro para los refugiados de las repúblicas vecinas destrozadas
por la guerra; hacia mediados de 1993, unas 70.000 personas habían buscado
refugio en Eslovenia, y en 2000 todavía permanecían unas 2.816 personas. Las
tensiones fronterizas con Italia y Croacia fueron las únicas complicaciones que
entorpecían el establecimiento de la plena soberanía eslovena. En 1994 y
comienzos de 1995 se realizaron progresos para resolver estas disputas; en
enero de 1994 se llegó a un acuerdo con Croacia acerca del desmantelamiento de
las centrales nucleares que compartían. La disputa con Italia se refiere a unas
antiguas tierras italianas en la península de Istria, en Eslovenia occidental.
Italia demanda reparaciones económicas para los ciudadanos italianos que
anteriormente poseían tierras en el actual territorio de Eslovenia y amenaza
incluso con bloquear la entrada de Eslovenia en la Unión Europea a causa de
este tema. A comienzos de 1995 Italia reconsideró su postura mientras las dos
partes se acercaban a un acuerdo.
El 10 de noviembre de 1996 se
celebraron elecciones legislativas. El partido del primer ministro Janez
Drnovsek, el Demócrata Liberal, obtuvo el mayor número de escaños en la cámara
baja del Parlamento, seguido por el Partido Popular, de talante conservador, y
por el socialdemócrata. Sin embargo, los liberales no lograron la mayoría
absoluta, por lo que tuvieron que constituir un gobierno de coalición de
centro-derecha. En enero de 1997 el Parlamento volvió a elegir como jefe del
ejecutivo a Drnovsek. En noviembre de ese mismo año tuvieron lugar elecciones
presidenciales, en las que Milan Kucan resultó reelegido de manera aplastante,
derrotado a su oponente Janez Podobnik, del Partido Popular.
Eslovenia, gracias a su buena
situación económica y a su estabilidad política, es la única de las antiguas
repúblicas de Yugoslavia con posibilidades de entrar a formar parte de
organizaciones como la Unión Europea o la Organización del Tratado del
Atlántico Norte.
Croacia (nombre oficial,
Republika Hrvatska, República de Croacia), república situada en el sureste de
Europa, dentro del sector noroccidental de la península de los Balcanes. Limita
al noroeste con Eslovenia, al noreste con Hungría, al este y sur con
Bosnia-Herzegovina, al este con la República Federal de Yugoslavia y al oeste
con el mar Adriático. El área alrededor de la ciudad croata de Dubrovnik,
localizada en la punta más meridional de la alargada línea costera croata
bañada por el mar Adriático, tiene un pequeño tramo fronterizo con Montenegro.
Con anterioridad a 1991, Croacia era una república federada de Yugoslavia. El
25 de junio de ese año proclamó su independencia. La guerra civil estalló
entonces en la república cuando la etnia serbia, respaldada por el Ejército
Popular de Yugoslavia (JNA en serbocroata), se alzó en armas contra tal
decisión; los serbios llegaron a controlar cerca del 28% del territorio croata
a mediados de 1995, en la autoproclamada República Serbia de Krajina (RSK).
Croacia tiene una superficie de 56.510 km². Zagreb es la capital de la
república y la ciudad más grande.
POBLACIÓN
Étnicamente, los croatas constituían alrededor
del 78%, según el censo de 1990 (que establecía una población de 4.753.551 habitantes),
los serbios, el 12% y los musulmanes el 0,9%, seguidos de eslovenos (0,5%),
húngaros (0,5%), italianos (0,4%) y albaneses (0,3%). La guerra, sin embargo,
ha provocado un gran número de víctimas y un cataclismo demográfico entre los
habitantes de la república. La población total de Croacia, según estimaciones
para 2002, era de 4.390.751 habitantes.
Como se ha señalado, los
serbios forman el segundo grupo étnico importante (alrededor del 12%, según el
censo de 1990). La amplia mayoría vive en los enclaves de Krajina (en Croacia
occidental y central), Eslavonia Oriental (en la frontera con Serbia), y en el
área alrededor de Okucani (en Eslavonia Occidental). Todos estos territorios
fueron unificados en 1991 en la autoproclamada República Serbia de Krajina
(RSK); a raíz de ello, unos 300.000 croatas fueron desplazados. La lengua
oficial de la república es la versión occidental del serbo-croata, denominada
croato-serbio en Croacia, o, familiarmente, croata. Tras el comienzo de la
guerra con Serbia en 1991, muchos croatas procuraron diferenciar la lengua
croata de la utilizada por los serbios, al resucitar palabras arcaicas y
acentuar la diferencia en el uso de la escritura. El croata se escribe mediante
la utilización del alfabeto latino, mientras el serbio utiliza el alfabeto
cirílico, común entre otras lenguas eslavas, particularmente el ruso. Los
croatas también han rechazado el Acuerdo de Novi Sad de 1954, que declaraba al
serbo-croata como una única lengua con dos tipos de escritura. Las diferencias en
la escritura son parte del resultado de las diferentes religiones que profesan
los dos grupos: la mayor parte de los croatas son católicos, mientras que la
mayoría de los serbios pertenecen a la rama serbia de la Iglesia ortodoxa; sin
embargo, sólo un pequeño porcentaje de los serbios practican su religión.
Un poco más de la mitad de la
población vive en áreas urbanas, particularmente en las ciudades más grandes de
la República: Zagreb, el primer centro industrial, con una población de 706.770
habitantes en 1991; y las ciudades portuarias de Split, con 189.388 habitantes;
Rijeka, con 167.964 habitantes; y Osijek, con 104.761 habitantes, que
constituye otro importante núcleo industrial. El resto vive en ciudades más
pequeñas, entre las que están Zadar, Pula, Karlovac, Slavonski Brod, Dubrovnik
y Sisak, y en pequeñas comunidades rurales.
La educación preescolar,
primaria y secundaria es gratuita para todos los ciudadanos; la educación
primaria y el nivel inferior de la secundaria (de 7 a 15 años) es obligatoria;
el nivel superior de la educación secundaria o preparatoria (a partir de los 15
años) es opcional. En 1998-1999, 202.999 alumnos estaban inscritos en las
escuelas primarias y 426.915 en las escuelas secundarias. El 99,8% de la
población adulta está alfabetizada. Croacia tiene 61 instituciones de educación
superior, con cuatro universidades localizadas en Zagreb (1669), Split (1974),
Rijeka (1973) y Osijek (1975), y tres escuelas politécnicas.
GOBIERNO
El 22 de diciembre de 1990,
el gobierno de Croacia promulgó una Constitución democrática, mientras todavía
era una de las repúblicas integrantes de la República Federal Socialista de
Yugoslavia. El texto constitucional garantiza los derechos humanos básicos,
entre los que se encuentra el derecho a la autonomía cultural de las minorías
étnicas y a la asistencia sanitaria. El presidente de la República es el jefe
del Estado, elegido por sufragio popular directo para un periodo de cinco años
y dotado de amplios poderes. El presidente convoca cada cuatro años elecciones
legislativas para renovar el Parlamento (Sabor), y designa a los miembros del
Consejo de Ministros (gabinete), presidido por el primer ministro.
El Parlamento croata consta
de dos cámaras legislativas: la Cámara de los Representantes (Zastupnički Dom),
integrada por 151 miembros (de los que 5 pertenecen a las distintas minorías
étnicas del país), es la encargada de aprobar todas las leyes; y la Cámara de
los Distritos (Zupanski Dom), constituida por 68 miembros y en la que sólo se
puede proponer o requerir la revisión de las leyes ya aprobadas. Los miembros
de ambas cámaras son elegidos por sufragio universal para un periodo no
obligatorio de cuatro años. Las elecciones a la Cámara de los Diputados se
establecen por una mezcla de representación proporcional y mayoritaria; los de
la Cámara de los Distritos lo son por representación proporcional. Los miembros
de esta última son elegidos en grupos de tres por los ciudadanos de sus
respectivos condados y distritos.
Croacia se divide
administrativamente en 20 condados, 1 distrito (Zagreb), 68 ciudades y 324
municipios, todos administrados por los ayuntamientos elegidos
democráticamente. Los partidos políticos principales son: la nacionalista
Comunidad Democrática Croata (HDZ), el Partido Campesino Croata (HSS), el
Partido Social Liberal Croata (HSLS), el Partido Socialdemócrata (los
anteriores comunistas), el ultranacionalista Partido del Derecho Croata, los
Demócratas Independientes Croatas (HND, grupo disidente del HDZ) y la
regionalista Asamblea Democrática de Istria.
El Tribunal Supremo es la
máxima autoridad judicial en Croacia. Todos los jueces son designados por la
Cámara de los Distritos, por recomendación de la Cámara de los Diputados. Hay
también un Tribunal Constitucional, así como varios tribunales de revisión y
apelación.
En junio de 1993, las Fuerzas
Armadas croatas ascendían a 103.300 efectivos, más 180.000 en la reserva. El
personal en servicio activo en 2001 integraba 50.700 soldados en el Ejército de
Tierra, 3.000 en la Armada, y 4.600 en las Fuerzas Aéreas. También había 40.000
policías militares armados en Croacia. Según la legislación croata, es
obligatoria la realización durante diez meses del servicio militar por parte de
todos los varones.
Croacia ingresó en la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) en mayo de 1992, y también forma
parte de la Iniciativa Europea Central, un grupo que promueve la cooperación
regional, política y económica. Croacia es, además, miembro de pleno derecho en
el Consejo de Europa desde 1996.
10 HISTORIA
Croacia formó parte de la
provincia de Panonia bajo el Imperio romano, la cual fue conquistada por los
ávaros, un pueblo mongol, en el siglo VI d.C. Durante el siglo VII, los croatas
conquistaron el territorio de los ávaros, aunque poco después fueron
conquistados por los francos. Después, la región se transformó en el ducado de
Croacia y Eslavonia.
En el 925, Croacia se
convirtió en un reino independiente cuya existencia se prolongó hasta el final
del siglo XI, momento en que un periodo de anarquía política llevó a la
intervención del reino de Hungría. A excepción de las puntuales ocupaciones por
el Imperio otomano, la mayor parte de lo que en la actualidad es la República
de Croacia fue un reino autónomo dentro del Imperio austriaco de los Habsburgo
desde 1102 hasta la revolución húngara de 1848, aunque Dalmacia e Istria
estuvieron dominadas en diferentes ocasiones por Venecia y Francia. Croacia y
Eslavonia se constituyeron entonces como territorios separados de la Corona
austriaca. En 1867 se formó el Imperio Austro-Húngaro y Croacia fue asignada al
Reino de Hungría al año siguiente. Croacia obtuvo su autonomía y se unió
oficialmente con Eslavonia en 1881. La política de ‘magiarización’ de Hungría
y, después de 1904, las prácticas comerciales antiserbias fraguaron una
solidaridad eslava del sur (‘solidaridad yugoslava’) entre los tradicionalmente
competidores serbios y croatas, que unieron sus fuerzas para enfrentarse a
Hungría, enfrentamiento que se mantuvo durante la I Guerra Mundial, en la cual
la mayor parte de los croatas y serbios lucharon unidos, con la esperanza de
crear un reino que uniera a todos los pueblos eslavos del sur.
El 1 de diciembre de 1918,
tras la desintegración del Imperio Austro-Húngaro, Croacia se convirtió en
parte del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos bajo la monarquía del rey
serbio Alejandro I Karagjorgjevic. Cuando el conflicto entre las nacionalidades
croata y serbia se incrementó, Alejandro implantó un régimen dictatorial y en
1929 pasó a designar al reino con la denominación de Yugoslavia (‘tierra de los
eslavos del sur’). La tensiones entre ambos grupos étnicos continuaron y la
historia del estado durante el periodo de entreguerras estuvo marcada por las
reivindicaciones croatas a favor de una mayor autonomía política. El propio
Alejandro I fue asesinado en un atentado organizado por extremistas croatas en
1934, y el movimiento fascista Ustaša comenzó a desarrollarse con el apoyo
entre los campesinos croatas descontentos. En 1939 se llegó a un acuerdo por el
que se creó la banovina autónoma de Croacia, que englobaba parte de Bosnia.
En 1941, cuando Yugoslavia
fue ocupada durante la II Guerra Mundial, se formó un nuevo estado croata como
resultado de la invasión y desmembramiento de Yugoslavia por las fuerzas de la
Alemania nazi. Italia apoyó al régimen profascista dominado por los ustaši,
dirigidos por Ante Pavelic, que afectó a la mayor parte de Croacia y Bosnia y
que practicó una política de exterminio de las minorías étnicas; un
considerable número de judíos, serbios, gitanos y disidentes políticos murieron
en los campos de exterminio. Los yugoslavos lucharon entre sí durante el resto
de la guerra, en particular los partisanos comunistas dirigidos por Josip Broz
Tito, un croata que combatió contra el régimen fascista croata que contaba con
el apoyo de Italia.
El régimen ustaša fue
derrocado en 1944, y, tras terminar la guerra, Tito intentó reconciliar a todas
las etnias de Yugoslavia con la creación de la República Federal Socialista de
Yugoslavia, con Croacia como una de las repúblicas integrantes. Por los
términos del tratado de paz con Italia firmado en 1947, la mayor parte de
Istria, anteriormente perteneciente a soberanía italiana, fue incorporada a
Croacia. Durante las décadas de 1960 y 1970 la belleza de las costas adriáticas
de Croacia y los emplazamientos históricos atrajeron a los turistas, lo que
contribuyó a la mejora de la economía yugoslava. Uno de los legados del régimen
ustaša fue la hostilidad del gobierno federal yugoslavo a cualquier expresión
del nacionalismo croata, el cual se equiparó con el fascismo. La irritación de
los croatas hacia esta actitud, y el resentimiento a que los ingresos
procedentes del turismo sirvieran para sostener a las regiones más pobres de la
federación, reavivó el nacionalismo croata, siempre favorable a una mayor
autonomía.
10.1 Croacia independiente
Como consecuencia de la
muerte de Tito en 1980, las tensiones entre Croacia y el gobierno yugoslavo,
controlado por los serbios, empeoraron. Hacia el final de la década de 1980 las
demandas en favor de mayor autonomía habían sido sustituidas por la petición de
la independencia total respecto de Yugoslavia. Los disidentes croatas,
dirigidos por Franjo Tudjman, adquirieron cada vez más fuerza. Tudjman creó la
nacionalista Comunidad Democrática Croata (HDZ) en 1989, después de que, ante
la debilidad del gobierno comunista, éste autorizara a los partidos políticos a
participar en el proceso de apertura democrática. La HDZ rápidamente se
convirtió en un partido de masas y Tudjman empezó a hacer campaña con vistas a
la celebración de elecciones multipartidistas, convocadas por el partido
comunista (renombrado la Liga de Comunistas de Croacia-Partido de Reforma
Democrática) para abril y mayo de 1990. Sus llamadas a una Gran Croacia
provocaron las protestas de la etnia serbia en Croacia, pese a lo cual la HDZ
triunfó en las elecciones y obtuvo la mayor parte de los escaños en la
Asamblea.
Tudjman, elegido presidente,
intentó inicialmente calmar los temores serbios al hacer ciertas concesiones,
como el nombramiento de un vicepresidente serbio. Sin embargo, frustró
rápidamente a los serbocroatas a través de medidas como la adopción de una
nueva bandera y uniformes policiales con connotaciones del odiado régimen
ustaša. Organizado por los serbios residentes en el área de Krajina, se convocó
un referéndum ese mismo año sobre la concesión de la autonomía para los
serbocroatas. La inmensa mayoría de la población votó por la autonomía. En
diciembre se habían constituido tres regiones autónomas serbias (RAS): Krajina,
Eslavonia Oriental y Eslavonia Occidental (Eslavonia Oriental tenía una
población predominantemente serbia, pero Eslavonia Occidental era
principalmente de mayoría croata). El gobierno de Tudjman no reconoció estas
entidades y cuando el resto de Croacia votó por su independencia de Yugoslavia,
en junio de 1991, la minoría étnica serbia, constituida por unas 600.000
personas, se opuso firmemente, optando por permanecer dentro del Estado federal
yugoslavo o, en su defecto, por integrarse en un gran Estado serbio. Pronto
comenzó una violenta guerra, interrumpida por frecuentes y breves treguas, en
la que se hicieron tristemente célebres los sitios por parte del JNA a algunas
de las principales ciudades de la zona, como Vukovar. Al final de 1991, cerca
de un tercio del territorio croata había sido ocupado por los serbios, con el
respaldo del Ejército Popular de Yugoslavia (JNA). En diciembre, la Comunidad
Europea (CE, actual Unión Europea) y la ONU intentaron la mediación entre Croacia
y las tres repúblicas autónomas serbias, que se habían unido para autoproclamar
la República Serbia de Krajina, que fue declarada ilegal por las autoridades
croatas.
La condición de Croacia como
Estado independiente y soberano fue reconocida por el canciller de Alemania
Helmut Kohl el 23 de diciembre de 1991. Posteriormente, el 15 de enero de 1992,
lo hicieron el resto de los países de la CE, provocando un reconocimiento
internacional generalizado. El 2 de enero, con anterioridad al reconocimiento
por la CE, se firmó un alto el fuego incondicional entre el JNA y la Guardia
Nacional Croata. La ONU envió una fuerza de 14.000 efectivos para mantener la
paz (Unprofor), asegurar la retirada de las fuerzas del JNA de Croacia y
desmilitarizar los tres enclaves serbios. Las tropas de la ONU, sin embargo,
tuvieron un éxito muy limitado. Aunque las fuerzas del JNA se retiraron, las
fuerzas serbocroatas se hicieron con el control del territorio que habían
conseguido en 1991, forzando la salida de unos 300.000 croatas que vivían en
Eslavonia Oriental.
Una segunda fase de
conflictos armados se inició en junio, a pesar de la presencia de las tropas de
la ONU, cuando las fuerzas croatas intentaron retomar los territorios en poder
de los serbios. Mientras, los problemas internos en Croacia llevaron a una
restricción de las libertades democráticas; el gobierno suprimió ciertos
periódicos y comenzó a arrestar a los opositores a Tudjman.
Las elecciones legislativas
celebradas en agosto de 1992 dieron el triunfo a Tudjman, que resultó reelegido
jefe del Estado. Igualmente, su partido, la HDZ, resultó el más votado en las
elecciones para la Cámara de los Distritos (cámara alta) de febrero de 1993.
Desde 1992 Croacia también había empezado a apoyar a la población croata de Bosnia-Herzegovina,
que habitaba en un tercio del territorio bosnio, creando un enclave en el
suroeste conocido como Herzeg-Bosna, con capital en Mostar; algunos de los
miembros más extremistas de la HDZ bosnia abogaban por la unión con Croacia. La
Unión Europea amenazó con aplicar sanciones a Croacia si ésta no finalizaba su
participación militar en Bosnia-Herzegovina, con pocos resultados positivos.
A mediados de 1993, se había
puesto en claro que el plan de paz de Vance-Owen, propuesto por el político
británico David Owen (designado por la CE) y el estadounidense Cyrus Vance (por
la ONU), había fracasado. En enero de 1993, una nueva ofensiva había sido
lanzada por Croacia, cruzando las líneas del Unprofor, contra el enclave serbio
de Krajina, a pesar de las amenazas de la República Federal de Yugoslavia
(Serbia y Montenegro) de intervenir. Enfrentamientos intermitentes continuaron
a lo largo de todo el año, y, en octubre, la presencia del Unprofor fue
renovada por el Consejo de Seguridad de la ONU. Las negociaciones continuaron y
el acuerdo bilateral entre Croacia y Serbia se firmó el 19 de enero de 1994,
comprometiéndose ambas partes a la restauración de los enlaces de
comunicaciones y transporte entre las dos repúblicas. Sin embargo, los
serbocroatas todavía ocupaban alrededor del 30% del territorio croata, por lo
que el presidente de Serbia Slobodan Milosevic rehusó incluir una cláusula de
reconocimiento mutuo en el acuerdo, el cual habría ayudado a los esfuerzos de
Croacia para reintegrar Krajina y las otras repúblicas autónomas serbias.
Las perspectivas de una
solución pacífica se hicieron más remotas con la celebración de elecciones,
celebradas en enero, para la presidencia de la autoproclamada República Serbia
de Krajina, que dio la victoria a Milan Martic, aliado de Milosevic y
totalmente opuesto a la reintegración en Croacia. En marzo de 1994, el gobierno
bosnio, los bosniocroatas y Croacia firmaron un acuerdo por el que concibieron
la creación de una nueva federación de musulmanes y croatas bosnios, con un
acuerdo confederal a largo plazo con Croacia. La tensión mantenida entre los
croatas y los serbocroatas continuó a lo largo del año, a pesar de la presencia
de las tropas de Unprofor que actuaban como una barrera entre las fuerzas
croatas y las áreas de dominio serbio. El conocido plan de paz Z-4 de los
embajadores de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, presentado en
noviembre de ese año, proponía que los serbios cedieran la mitad del territorio
que ellos controlaban en Croacia al gobierno croata, a cambio de la extensa
autonomía regional en las áreas de dominio serbio. Sin embargo, ambas partes
rechazaron este plan. En diciembre se negoció un acuerdo entre el gobierno
croata y los dirigentes del territorio croata bajo dominio serbio, consiguiéndose
el restablecimiento de los servicios básicos y la reapertura de las carreteras
estratégicas.
La inestable paz en Croacia
estuvo amenazada cuando Tudjman anunció en junio de 1995 que Unprofor
abandonaría el territorio en junio. El gobierno croata, bajo la presión de unos
300.000 croatas desplazados, temía que la presencia de Unprofor fuera a
consolidar el dominio serbio en Krajina y en las repúblicas autónomas serbias.
Tudjman finalmente acordó en marzo permitir que una fuerza mucho más reducida
de la ONU permaneciera en Croacia seis meses más, pero insistió que el nombre
de la fuerza se cambiaría para reflejar la condición de independencia de
Croacia y que el número de tropas que ocupaban Croacia se redujera en casi dos
terceras partes. Entonces, a comienzos de mayo 1995, las fuerzas croatas
cruzaron las líneas de la ONU y atacaron un enclave de dominio serbio en
Eslavonia Oriental; los serbios inmediatamente respondieron mediante el
bombardeo de Zagreb. Los serbios, finalmente, se vieron forzados a evacuar la
región. La extensión del territorio reconquistado fue pequeña (alrededor de 500
km2 de los 16.500 km2 de territorio bajo dominio serbio), pero supuso la
ofensiva croata más importante desde 1991. También posibilitó a Croacia
establecer el control de la autopista que une Zagreb y Belgrado. Sin embargo,
la ofensiva, al producirse unos días después del final de un alto el fuego de
cuatro meses en Bosnia-Herzegovina, amenazó con resucitar el conflicto en toda
la región de la antigua Yugoslavia.
Aquellos temores se
incrementaron durante junio y julio, cuando las fuerzas serbobosnias atacaron y
finalmente tomaron los ‘enclaves de seguridad’ custodiados por la ONU para la
población musulmana de Bosnia de Srebrenica y Zepa. El ataque también alcanzó a
Bihac, en el noreste de Bosnia-Herzegovina. Los serbocroatas se unieron al
ataque, mientras Croacia, según sus acuerdos con el gobierno bosnio, acordó
intervenir para proteger a los musulmanes bosnios. El 29 de julio, Croacia
entró en guerra rompiendo el cerco de Bihac, invadiendo la Bosnia ocupada por
los serbios. Fracasados los intentos pacificadores, en agosto el Ejército
croata acabó con la República de Krajina en prácticamente dos días. A finales
de mes, unos aviones de la OTAN bombardearon posiciones serbobosnias, mientras
que la ofensiva conjunta de croatas y musulmanes obligó a los serbobosnios a
aceptar las negociaciones de paz. Éstas se desarrollaron durante 21 días en
Dayton (estado de Ohio, en Estados Unidos), bajo la presión estadounidense. El
21 de noviembre de 1995 se establecieron unos pactos de paz, los denominados
Acuerdos de Dayton, que fueron ratificados en París en el mes de diciembre.
En octubre de 1995 se
celebraron elecciones legislativas y municipales que dieron la victoria al
partido presidencial, la Comunidad Democrática Croata (HDZ), frente a una
oposición muy desunida. La HDZ obtuvo el 45% de los votos, que le permitieron
ocupar 75 escaños de la Cámara de Diputados.
El 6 de noviembre de 1996,
Croacia se convirtió en el miembro número 40 del Consejo de Europa. Solicitada
su inclusión en 1992, le fue concedida en abril de 1996, pero se postergó hasta
el mes de noviembre debido a las violaciones de los derechos civiles recogidos
en la Convención Europea sobre Derechos Humanos de 1950. Esta admisión supuso
un espaldarazo a las pretensiones croatas por lograr su plena inclusión en la
Unión Europea.
Tudjman fue reelegido
presidente de Croacia, para un periodo de cinco años, en la primera vuelta de
las elecciones celebradas el 15 de junio de 1997, en la que consiguió el 61% de
los votos. La participación fue tan sólo del 57%. El candidato del Partido
Socialdemócrata, Zdravko Tomac, quedó en segundo lugar, con el 21% de los
votos, y el del Partido Social Liberal, Vlado Gotovac, obtuvo el 18% de los
mismos. Uno de los principales objetivos de la política de Tudjman al inicio de
su nuevo mandato fue la reintegración, prevista para julio de 1997, de
Eslavonia Oriental en Croacia, un enclave protegido por la ONU donde residen
unos 140.000 serbios. Esto permitiría el regreso de 100.000 croatas a este
territorio, del que fueron expulsados durante la guerra.
Pese a producirse con varios
meses de retraso, Croacia reintegró Eslavonia Oriental a su soberanía en enero
de 1998.
10.2 Croacia después de Tudjman
La grave enfermedad de
Tudjman llevó al Parlamento a aprobar el 24 de noviembre de 1999 una ley que
permitía declarar la incapacidad temporal del presidente de la República. Dos
días después, el presidente del Parlamento, Vlatko Pavletic, asumió las funciones
de Tudjman, que falleció el 11 de diciembre de ese año. Ese mismo mes, pocos
días antes de las elecciones legislativas, el Partido Socialdemócrata y el
social liberal HSLS eligieron un candidato común para las presidenciales: el
social liberal Drazen Budisa. Las elecciones legislativas, celebradas el 3 de
enero de 2000 supusieron la victoria de la coalición socialdemócrata y social
liberal, que obtuvo el 40,9% y 72 diputados, en tanto que la otra coalición
opositora, de centro, formada por el Partido Campesino Croata (HSS), el Partido
Liberal (LS), la Asamblea Democrática de Istria y el Partido Popular (HNS)
logró el 15,7% y 24 diputados. La HDZ, el hasta entonces partido gubernamental,
del fallecido Tudjman, fue la gran derrotada, con tan sólo el 24,3% y 46
diputados. El socialdemócrata Ivica Racan juró el 27 de enero el cargo de
primer ministro.
Bosnia-Herzegovina (nombre oficial,
Bosna i Hercegovina, Bosnia y Herzegovina), república del sureste de Europa
situada en la península de los Balcanes; limita al norte y oeste con Croacia, y
al este y sur con Serbia y Montenegro. Parte constituyente de Yugoslavia,
declaró su independencia en 1992, lo que provocó el estallido de una guerra
civil. Su territorio ocupa 51.129 km² de superficie y Sarajevo es la capital,
si bien la ciudad de Banja Luka es, desde la conclusión de la guerra, la sede
de gobierno de los serbios de Bosnia.
POBLACIÓN
Antes de la guerra, en 1990,
la república yugoslava de Bosnia-Herzegovina tenía 4.359.674 habitantes. Los
musulmanes suníes constituyen el mayor grupo étnico (44% de la población); los
serbios ortodoxos suponían, antes de la guerra, el 31%, y los croatas católicos
el 17%. Los tres grupos hablan serbo-croata (véase Lenguas yugoslavas).
Sarajevo, con 360.000 habitantes en 1997, Zenica (96.027 habitantes), Banja
Luka (142.644 habitantes), Tuzla (121.717 habitantes) y Mostar (24.606
habitantes) son las principales ciudades.
GOBIERNO
La Constitución de
Bosnia-Herzegovina fue redactada originalmente en 1974 a imagen y semejanza de
la Constitución federal yugoslava de 1974, en la que el control del poder
comunista daba paso a un mayor grado de descentralización en los niveles
federal y republicano. Revisada entre 1989 y 1991, la entonces república
yugoslava adoptaba el sistema multipartidista; en las elecciones celebradas en
1990, los principales partidos que concurrieron fueron la Comunidad Democrática
Croata, la Organización Bosnia Musulmana (HDZ), el Partido de Acción
Democrática (SDA), el Partido Democrático Serbio (SDS), la Alianza Socialista y
el Partido Social Demócrata. Con vistas a reflejar el proceso de
democratización en la república, la Asamblea General consideró oportuna, en
1991, la elaboración de un nuevo texto constitucional, si bien este esfuerzo
fue impedido por la creciente polarización entre las tres etnias mayoritarias
en el país.
La Constitución de 1974, una
vez revisada, garantizaba a los ciudadanos varios derechos civiles, incluido el
sufragio universal a los 18 años de edad. También establecía una estructura de
gobierno claramente definida; no obstante, dicho organigrama funcionó de forma
irregular durante la guerra. El texto constitucional preveía la existencia de
un órgano legislativo bicameral, compuesto por una Cámara de Ciudadanos,
integrada por 130 diputados, y una Cámara de Comunas, formada por 110 miembros.
La presidencia colectiva, constituida por nueve miembros, y el primer ministro
debían ser elegidos de entre los integrantes de ambas cámaras. Todos los cargos
oficiales tenían un mandato de cuatro años, excepto del presidente, quien debía
ser elegido de entre los nueve miembros de la presidencia colectiva para un
periodo de un año. Los representantes gubernamentales podían ser reelegidos. La
estructura de la presidencia y del resto del gobierno pretendían reflejar la
diversidad étnica de la república, con puestos designados para los diferentes
grupos étnicos de acuerdo a su proporción en el total de la población de
Bosnia. El ministro de Justicia y Administración del Estado se encargaba de
supervisar todos los tribunales en Bosnia-Herzegovina. La Corte Suprema y la
Corte Constitucional eran los órganos judiciales más importantes de la
república.
En marzo de 1992, los
nacionalistas del Partido Democrático Serbio se retiraron formalmente del
gobierno como medida de protesta ante la declaración de independencia. El
gobierno siguió estando respaldado por musulmanes, croatas y serbios moderados.
El conflicto se agravó al mes siguiente, cuando los nacionalistas serbios
crearon su propia entidad estatal, conocida como República Serbia de Bosnia,
bajo el liderazgo de Radovan Karadzic. Los serbobosnios rehusaron reconocer la
autoridad y legitimidad del gobierno bosnio y, en su lugar, trataron de
encontrar su lugar como un estado independiente afín a Serbia. En respuesta, el
gobierno bosnio declaró el estado de emergencia y suspendió la rotación
presidencial de carácter anual estipulada en la Constitución.
Mientras, en las áreas del
oeste de Herzegovina y el centro de Bosnia, controladas por los croatas, surgió
un ‘estado dentro del estado’ con su propia estructura gubernamental y militar;
establecido de manera formal en julio de 1992, este estado fue conocido como
Herzeg-Bosna. En marzo de 1994, bajo la presión de la comunidad internacional,
los dirigentes musulmanes y croatas de Bosnia firmaron un acuerdo en la ciudad
estadounidense de Washington, por el que se dio por finalizado el conflicto
entre ambos grupos y se establecía la Federación Croata-musulmana, oficialmente
llamada Federación de Bosnia-Herzegovina. Esta entidad estaba integrada por
ocho cantones (subdivisiones territoriales) administrados por un gobierno
central fuerte. La presidencia, vicepresidencia y el cargo de primer ministro
tenían un carácter rotatorio con el fin de dar cabida a miembros de las dos
comunidades étnicas. Los serbobosnios rehusaron reconocer a la Federación.
Por su parte, los Acuerdos de
Dayton, firmados por los tres bandos en liza en diciembre de 1995, esbozaron lo
que sería una nueva constitución nacional especificando las relaciones entre la
Federación Croata-musulmana y la República serbobosnia, y estableciendo el mes
de septiembre de 1996 como la fecha en la que deberían tener lugar las
elecciones a nivel nacional. De acuerdo con lo firmado en Dayton, las dos
entidades compartirían un órgano legislativo central formado por la Cámara de
Representantes y la Cámara de los Pueblos, y una presidencia colectiva
integrada por tres miembros. Este gobierno central —que estaría constituido, en
sus dos terceras partes, por representantes musulmanes y croatas, dejando el
tercio restante a los representantes serbobosnios— tendría el control de la
política exterior, económica y comercial de la república, así como de los
asuntos de la ciudadanía. La Federación Croata-musulmana también contaría con
una Cámara de Representantes y una Cámara de los Pueblos, junto con una
presidencia rotatoria y asambleas o parlamentos cantonales. La República
serbobosnia tendría una Cámara de Representantes, una segunda cámara
legislativa llamada Asamblea Nacional, y un presidente elegido por la población
de esta parte del territorio bosnio. Las dos entidades constituyentes se harían
cargo de los impuestos, la sanidad, la agricultura y los asuntos locales. El
sistema judicial mantendría, en lo fundamental, el mismo organigrama que antes
de la guerra.
De acuerdo con los términos
del plan de paz firmado en Dayton, el ‘pseudoestado’ croata de Herceg-Bosna
debía desaparecer en un breve plazo de tiempo, como así sucedió.
Tanto en la Federación
Croata-musulmana como en la República serbobosnia, han ido surgiendo con fuerza
tras la guerra un número considerable de partidos políticos no nacionalistas de
diversas tendencias: liberales, socialdemócratas, socialistas y agrarios. Estos
partidos son, no obstante, pequeños en número y con escasa capacidad de
captación en cuanto a número de simpatizantes. Los tres partidos nacionalistas
(SDA, SDS, HDZ) de Bosnia han mantenido su base de apoyo social dentro del
país, debido en gran medida a su control sobre los medios de comunicación y
sobre otros resortes de poder.
6.1 Sistema sanitario
El sistema de atención
sanitaria y de prestación de otros servicios sociales en Bosnia permanece bajo
control estatal. Durante la guerra, cerca de un tercio de todas las
instalaciones sanitarias fueron seriamente dañadas o destruidas, y la tasa de
mortalidad infantil se duplicó. El gobierno ha podido evitar mayores desastres
en el sistema público sanitario gracias a la importante asistencia médica y
humanitaria recibida de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de
varias organizaciones no gubernamentales y privadas de carácter benéfico.
6.2 Defensa
La República de
Bosnia-Herzegovina disponía de una Fuerza de Defensa Territorial antes de la
guerra, momento en el que se separó en tres facciones. A finales de 1994 las
fuerzas leales al gobierno de Sarajevo (la Armija) se elevaban a 110.000
miembros; las serbobosnias ascendían a 80.000 y las bosniocroatas totalizaban
unas 50.000. De las tres, las fuerzas serbias eran las mejor armadas, seguidas
de las croatas y de las musulmanas. Una denominada Fuerza de Protección de las
Naciones Unidas (UNPROFOR) fue enviada para supervisar el calendario de
pacificación previsto en Dayton; esta fuerza desplegó a comienzos de 1995
efectivos en las áreas de la antigua Yugoslavia afectadas por la guerra en un
número cercano a los 38.000, de los que unos 22.000 se estacionaron en
Bosnia-Herzegovina. Las fuerzas de la ONU fueron sustituidas en enero de 1996
por 60.000 soldados enviados por la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN), que se desplegaron a lo largo y ancho del país para vigilar el
cumplimiento de los Acuerdos de Dayton. En diciembre de 1996, estas tropas
fueron reemplazadas por un nuevo contingente de la OTAN, integrado por 31.000 hombres.
Bosnia-Herzegovina es miembro de la Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa (OSCE) y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
7 HISTORIA
7.1 Independencia y guerra
En 1990 el partido comunista abandonó el poder
en Yugoslavia. Un gran número de partidos políticos surgieron rápidamente a lo
largo y ancho del país, cada uno de ellos defendiendo causas distintas, si bien
la mayor parte intentaban ser reflejo de los intereses étnicos de los pueblos
que integraban la Federación. En las tres vueltas que se celebraron en los
comicios para elegir a los representantes en la Asamblea de Bosnia-Herzegovina,
durante los meses de noviembre y diciembre de 1990, el musulmán Partido de
Acción Democrática (SDA en sus siglas en serbocroata), envuelto ya en
conflictos con los partidos serbios y croatas, obtuvo 86 asientos en la cámara.
El Partido Democrático Serbio (SDS) consiguió 72 escaños, y la Comunidad
Democrática Croata (HDZ) se hizo con 44 actas. Estos tres partidos se hicieron,
asimismo, con nueve puestos en la presidencia colegiada. Alija Izetbegovic, del
SDA, se convirtió en el presidente de la nueva coalición gubernamental.
Durante 1991, las tensiones
étnicas se extendieron por toda Yugoslavia, lo que en Bosnia provocó un debilitamiento
de la situación política. Cuando Croacia y Eslovenia declararon su
independencia en junio de 1991, gran parte de los serbios que vivían en esas
repúblicas comenzaron a proclamar su lealtad a la Yugoslavia dominada por los
serbios. En Bosnia y en Croacia, donde el número era mayor, crearon las
denominadas ‘repúblicas autónomas serbias’ (RAS). El rechazo del gobierno
bosnio a la existencia de tales entidades condujo al estallido de conflictos
armados entre serbios y el resto de la población. Estos conflictos aumentaron
una vez que Macedonia obtuvo su independencia de Yugoslavia en noviembre de
1991 con el nombre de Ex-República Yugoslava de Macedonia.
El Ejército Popular Yugoslavo (JNA) mostró su
oposición a la secesión de las tres repúblicas; ante la virtual separación de
Bosnia, atacó varios objetivos, incluida la ciudad de Mostar, capital de
Herzegovina, en el suroeste de la república federada. El deterioro de la
situación tuvo su reflejó en el gobierno bosnio. El SDS rechazó las propuestas
hechas por la presidencia de la República y por el SDA. Las negociaciones entre
varios partidos bosnios finalizó sin acuerdo alguno. Los políticos serbobosnios
disconformes formaron una denominada Asamblea del Pueblo Serbio, y en noviembre
de 1991 convocaron un referéndum sobre si la población serbia de Bosnia debía
permanecer como parte integrante de Yugoslavia. Mientras que una mayoría
aplastante votó a favor de la permanencia en la reducida Federación en esa
consulta, los votantes que acudieron al referéndum convocado en marzo de 1992
para toda la población bosnia (pero boicoteado por la mayor parte de los
serbios) se mostraron de acuerdo con la secesión. Ese mismo mes,
Bosnia-Herzegovina declaró su independencia. A comienzos de abril, los serbios,
respaldados por el JNA, iniciaron los ataques contra habitantes musulmanes y
croatas de la república.
Pese al reconocimiento internacional de la
independencia de Bosnia-Herzegovina, primero por parte de Estados Unidos (en
abril) y posteriormente por las Naciones Unidas (en mayo), el conflicto, lejos
de aminorar, fue en aumento. Para el mes de mayo de 1992, cuando Serbia y
Montenegro se convirtieron en la República Federal de Yugoslavia (RFY), los
serbios se habían hecho ya con el control de las dos terceras partes de Bosnia
poniendo, además, cerco a Sarajevo. Los rápidos esfuerzos tendentes a mediar en
el conflicto por parte de la Comunidad Europea (actual Unión Europea) y de las
Naciones Unidas, fracasaron. El 30 de mayo de 1992, las Naciones Unidas
impusieron sanciones económicas contra la RFY, entidad que no había recibido
reconocimiento internacional. En junio, ante la gravedad de los
acontecimientos, se puso en marcha una operación humanitaria en Bosnia. La
guerra dio un nuevo giro cuando un grupo de croatas, bajo el liderazgo de Mate
Boban, formó un ‘estado croata independiente’ llamado República de
Herceg-Bosna, con su propia administración y fuerzas armadas.
El gobierno bosnio pidió a la comunidad
internacional que reconociera que la imposición de sanciones económicas contra
la RFY provocaba, en realidad, un enorme daño a la maltrecha economía bosnia,
incapaz de recibir suministros. También alzó su voz contra el embargo
internacional de armas a las antiguas repúblicas yugoslavas, argumentando que
la ausencia de un suministro de armas a las partes en conflicto perjudicaba en
mayor medida a los musulmanes que a los serbobosnios, que recibían apoyo de
Serbia; como consecuencia de todo ello, los Estados Unidos decidieron, de
manera unilateral, paralizar la aplicación de tal prohibición a finales de
1994. Durante la segunda mitad de 1992, la comunidad internacional comenzó a
ser consciente y a conocer las numerosas violaciones de los derechos humanos en
Bosnia-Herzegovina, en particular, las matanzas masivas de campesinos
musulmanes y los abusos sexuales cometidos contra mujeres musulmanas por parte
de soldados y paramilitares serbobosnios, en nombre de la denominada ‘limpieza
étnica’. Pese a todo ello, la mediación internacional fue incapaz de hacer
frente de forma decidida a tal situación.
En mayo de 1993, comenzó el
enfrentamiento abierto entre croatas y musulmanes en Bosnia central. La lucha
estuvo asociada a una brutal ‘limpieza étnica’ que provocó miles de muertes. En
junio, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución por la que se
creaban seis ‘zonas de seguridad’, inicialmente para áreas con población
musulmana: Bihac, Tuzla, Srebrenica, Zepa, Gorazde y Sarajevo. La resolución
daba ‘luz verde’ al despliegue de más de 25.000 cascos azules adicionales y les
daba el mandato de emplear la fuerza para defender aquellas zonas. Pese a que
estas áreas suponían un refugio para muchas personas que huían de sus hogares,
la comunidad internacional reconocía la poca efectividad en el cumplimiento de
esta resolución de la ONU, pues en algunas de ellas, incluida la ciudad de
Sarajevo, proseguían los ataques de las fuerzas serbobosnias.
En marzo de 1994, la lucha
entre musulmanes y croatas finalizó, toda vez que los dos contendientes
estuvieron de acuerdo en crear una federación para combatir a los serbios y
para establecer una alianza con Croacia. La Federación estaba asentada sobre un
área que sumaba el 58% de la superficie total de Bosnia-Herzegovina, incluyendo
el territorio reclamado a los serbios (que todavía seguían controlando cerca de
las dos terceras partes del país). La Federación estaba dividida en ocho
cantones, cuatro de los cuales estarían bajo control musulmán; dos, controlados
por los croatas, y los dos restantes, bajo control conjunto y con población mixta.
La nueva Federación coexistiría con el gobierno establecido de
Bosnia-Herzegovina, a cuyo frente seguía estando el presidente Izetbegovic. No
obstante, a comienzos de 1995 tan sólo uno de los ocho cantones, el de Tuzla,
había sido creado, a la vez que surgían las disputas por el control en el
gobierno de la Federación. Izetbegovic y los musulmanes en su conjunto se
mantuvieron expectantes respecto a las intenciones expansionistas de los
croatas, lo que hizo en la práctica que la entidad creada mantuviera una
inestabilidad crónica.
El alto el fuego entre
serbobosnios y la Federación Croata-musulmana estuvo en vigor entre enero y
abril de 1995, si bien los combates esporádicos continuaron; los sucesivos
intentos por renovar el acuerdo no tuvieron éxito. Además, la guerra en la
vecina Croacia se reanudó a comienzos de mayo, lo que introdujo el temor a una
generalización del conflicto a nivel regional. A finales de mayo, un avión de
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bombardeó posiciones serbias
en Bosnia. En venganza, y con el fin de prevenir más ataques, los serbobosnios
tomaron como rehenes a más de 300 soldados de las fuerzas de paz de la ONU,
incrementando la tensión en la región. Posteriormente, los rehenes fueron
puestos en libertad.
Los acontecimientos sufrieron
un vuelco durante el verano de 1995. Las fuerzas serbias invadieron las ‘áreas
de seguridad’ de Srebenica y Zepa y, según todos los indicios, masacraron a
miles de civiles, musulmanes en su inmensa mayoría. Las fuerzas de la OTAN
iniciaron una campaña de ataques aéreos contra posiciones serbias para prevenir
posibles ataques a otras ‘áreas de seguridad’. En cooperación con unidades
bosniocroatas, las fuerzas del gobierno bosnio ocuparon amplias áreas del oeste
de Bosnia, lo que provocó la mayor derrota de los serbios a lo largo de la
guerra. El gobierno bosnio aprovechó esta ofensiva para eliminar la rebelión
que tenía lugar en el enclave de Bihac, al noroeste de la república, dirigida
por Fikret Abdic, quien había venido colaborando con las fuerzas serbias. A
finales del verano, la Federación Croata-musulmana controlaba más del 50% del
territorio del país.
7.2 Los Acuerdos de Dayton
Acuerdos de Dayton El 21 de
noviembre de 1995, en la base aérea estadounidense de Wright-Patterson, situada
en la ciudad de Dayton (Ohio), tuvo lugar la firma de los Acuerdos de paz que
ponían fin a la guerra de la antigua Yugoslavia. La fotografía reproduce el
momento en que los dirigentes de los estados en conflicto procedían a signar
los documentos correspondientes; de izquierda a derecha, aparecen: el
presidente serbio Slobodan Milosevic, el presidente bosnio Alija Izetbegovic y
el presidente croata Franjo Tudjman.REUTERS
En agosto de 1995, Richard Holbrooke,
asistente del secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores) de Estados
Unidos, inició una campaña que permitiera el establecimiento de una paz
duradera entre las tres partes. Las negociaciones puestas en marcha, que se
prolongaron durante varios meses, concluyeron con la firma, el 21 de noviembre
de ese año, de un acuerdo de gran alcance por parte de los presidentes de
Bosnia (Alija Izetbegovic), Croacia (Franjo Tudjman) y Serbia (Slobodan
Milosevic), en la base aérea estadounidense cercana a la localidad de Dayton,
en el estado de Ohio; este acuerdo fue ratificado al mes siguiente en París por
los mismos signatarios.
Los conocidos como Acuerdos
de Dayton tenían como finalidad primordial garantizar una paz duradera y
estable en Bosnia y reconstruir el país balcánico desde un punto de vista
económico y, lo que es más importante, político. En este sentido, la república
quedaba constituida como un único Estado integrado por dos entidades: la
Federación de Bosnia-Herzegovina (también conocida como Federación
Croata-musulmana), que comprendería el 51% del territorio, y la República
Serbia de Bosnia, que integraría el 49%. El acuerdo establecía la capitalidad
del Estado bosnio en Sarajevo, ciudad que quedaría bajo el control del gobierno
central. También se preveía a la convocatoria de elecciones libres para ocupar
los puestos en los órganos de poder tanto del gobierno central como de las
entidades constituyentes; estas elecciones tendrían lugar en septiembre de 1996
y serían supervisadas por la Organización para la Seguridad y Cooperación en
Europa (OSCE).
Para asegurar la paz, una
fuerza de la OTAN —conocida como IFOR, del inglés Implementation Force— fue
enviada a Bosnia en enero de 1996 para cumplir un mandato en la zona de un año.
La fuerza estaba integrada por 60.000 soldados de más de 20 naciones,
incluyendo a aproximadamente 20.000 soldados estadounidenses y un gran número
de franceses, británicos y españoles. Las tropas fueron estacionadas
inicialmente a lo largo de la línea de demarcación entre la Federación
Croata-musulmana y la República serbobosnia.
Las tres partes cumplieron
inmediatamente con las principales disposiciones militares establecidas por los
Acuerdos de Dayton, referidas a la retirada de tropas y armas de las zonas de
separación, la liberación de la mayor parte de los prisioneros de guerra, y la
revelación del tamaño de sus fuerzas armadas a los negociadores del control de
armas, pertenecientes a la OSCE. Mientras, la ONU comenzó a tomar las medidas
encaminadas a levantar el embargo económico y militar que había sido impuesto a
las repúblicas de la antigua Yugoslavia en 1991. Otras disposiciones del
acuerdo resultaban, no obstante, más difíciles de cumplir. Los nacionalistas
serbios y croatas se resistieron a la integración de las comunidades divididas
étnicamente, como, por ejemplo, en Sarajevo y Mostar.
Como resultado de la guerra
en Bosnia-Herzegovina, entre 100.000 y 250.000 personas fueron asesinadas y
cerca de 200.000 resultaron heridas. La inmensa mayoría de los muertos eran
musulmanes. Se estima en 2,3 millones las personas desplazadas por la guerra
dentro y fuera del país.
7.3 Después de la guerra
A comienzos de 1996, el
Tribunal Internacional para los Crímenes en la Antigua Yugoslavia —establecido
a finales de 1993 en La Haya (Países Bajos) para procesar, juzgar y sentenciar
a los sospechosos acusados de crímenes contra la humanidad en la antigua
Yugoslavia— aumentó su actividad. Más de 50 bosnios, la mayor parte serbios,
fueron procesados por el tribunal acusados de masacrar ciudadanos indefensos
durante la guerra. Entre los inculpados se encontraba Radovan Karadzic, el
presidente de la República Serbia de Bosnia, y el general Ratko Mladic, militar
que comandaba a las fuerzas serbobosnias. Ambos dirigentes fueron excluidos de
los Acuerdos de Dayton por el presidente serbio Milosevic, si bien ambos se
mantuvieron en la práctica al frente de la RSB. En julio de 1996, el tribunal
ordenó el arresto de Karadzic y Mladic por los cargos de genocidio y crímenes
contra la humanidad. Después de un mes, los oficiales estadounidenses
consiguieron que Karadzic dimitiera. Mladic fue apartado del poder en noviembre
por Biljana Plavsic, que había reemplazado a Karadzic como presidente de la
República serbobosnia al haber moderado el lenguaje ultranacionalista que había
mantenido al inicio del conflicto.
De acuerdo con las
disposiciones establecidas en los Acuerdos de Dayton, las elecciones nacionales
se celebraron en septiembre de 1996, bajo la supervisión de la OSCE. Los
partidos nacionalistas musulmán, serbio y croata lograron los primeros puestos,
consiguiendo cada uno de ellos cerca del 80% de los votos de sus
circunscripciones étnicas. El musulmán Partido de Acción Democrática consiguió
el mayor número de escaños en la cámara legislativa de Bosnia. Para ocupar los
tres puestos de la presidencia colectiva fueron elegidos el musulmán Alija
Izetbegovic, el dirigente serbio Momcilo Krajisnik y el croata Kresimir Zubak.
Izetbegovic recibió el mayor número de votos y, de este modo, accedió al cargo
de presidente en primer lugar. El Partido Democrático Serbio (SDS) logró la
mayor parte de los escaños en la asamblea de la República Serbia de Bosnia, y
Biljana Plavsic, miembro del SDS, ganó su carrera por continuar al frente de la
presidencia serbobosnia. El SDA se hizo con la mayoría en la cámara legislativa
de la Federación Croata-musulmana, seguido por la Comunidad Democrática Croata
de Bosnia-Herzegovina (HDZ).
El presidente de la
Federación es elegido por el parlamento de esta entidad, por lo que, de este
modo, no fue disputada y elegido de forma directa por los ciudadanos. La
aplastante victoria de los principales partidos que ya ‘gobernaban’ el país en
sus distintos territorios durante la guerra venía a reflejar la supresión de
los partidos no nacionalistas de la oposición en las semanas que siguieron a
las elecciones. Algunos observadores temieron, por este motivo, que el éxito de
los partidos nacionalistas serviría para ratificar la partición de Bosnia de
acuerdo a criterios étnicos.
En octubre Alija Izetbegovic
y Slobodan Milosevic acordaron establecer plenas relaciones diplomáticas entre
Serbia y Bosnia-Herzegovina. Junto a la apertura de embajadas y el intercambio
de embajadores, los dos dirigentes se comprometieron a permitir que los
ciudadanos de ambos países pudieran viajar libremente y cruzar sus fronteras
sin necesidad de visados. Milosevic proclamó el respeto de Serbia hacia la
integridad territorial de Bosnia, e Izetbegovic acordó reconocer a la República
Federal de Yugoslavia como la sucesora de la antigua Yugoslavia.
En diciembre la OTAN creó una
fuerza de estabilización (Strong Stabilitation Force o SFOR, en sus siglas en
inglés), integrada por 31.000 efectivos, que reemplazara a los 60.000 miembros
de la IFOR, cuyo mandato de un año expiraba ese mes. La misión de la SFOR
consistía en disuadir a los contendientes de iniciar nuevas hostilidades y de
procurar crear un clima de seguridad en los esfuerzos por pacificar el
territorio bosnio. Los Estados Unidos contribuyeron con 8.500 a la nueva fuerza
de paz, cuya permanencia en la zona se prolongaría hasta junio de 1998.
El Tribunal Internacional
para los Crímenes en la Antigua Yugoslavia continuó con sus esfuerzos por
juzgar a los criminales de guerra a lo largo de 1996 y de 1997, si bien recibió
por tal motivo escasa ayuda de los dirigentes de Bosnia, Serbia y Croacia. En
marzo de 1997 había juzgado a 74 sospechosos, de los cuales 3 eran musulmanes,
17 eran bosniocroatas y 54 eran serbobosnios. En mayo el tribunal emitió un
histórico veredicto cuando condenó a Dusan Tadic, un serbobosnio, de crímenes
de guerra y de crímenes contra la humanidad por participar en una campaña de
limpieza étnica contra los musulmanes bosnios en 1992. El juicio, el primero de
este tribunal, supuso la primera vez que una corte de justicia internacional
juzgaba y condenaba a alguien por crímenes de guerra desde el final de la II
Guerra Mundial.
Las elecciones municipales
que se celebraron en Bosnia los días 13 y 14 de septiembre de 1997 (y cuya
celebración se había previsto para un año antes, coincidiendo con las
legislativas) pusieron de manifiesto que la división étnica en el país había
quedado plenamente establecida en el país tras la guerra: los partidos
nacionalistas vencieron mayoritariamente en sus respectivos territorios, si
bien el Partido de Acción Democrática se alió con tres partidos de carácter
liberal no nacionalista en la denominada Coalición para una Bosnia Unida.
En esas mismas fechas, se
produjo en la República Serbia de Bosnia una conflictividad creciente entre los
seguidores de la ‘moderada’ Biljana Plavsic —localizados en la región de Banja
Luka y apoyados por Milosevic— y los de los ‘radicales’ Radovan Karadzic y
Momcilo Krajisnik —mayoritarios en el sureste de la república y repudiados por
sus antiguos mentores de Belgrado. En este sentido, la presencia de la SFOR fue
determinante para conseguir bloquear el intento de los radicales por hacerse
con el control de los órganos de poder en la República Serbia de Bosnia.
En el mes de noviembre, se
produjeron las primeras revelaciones de matanzas de civiles serbios por parte
de paramilitares musulmanes en Bosnia entre la primavera de 1992 y el otoño de
1993. Las matanzas fueron cometidas por hombres de Musan Topalovic, cuyas
unidades defendieron la ciudad de Sarajevo de los ataques serbobosnios.
Ese mismo mes, durante los
días 22 y 23, tuvieron lugar elecciones parlamentarias en la República Serbia
de Bosnia. Se presentaron varios candidatos, entre los que sobresalían Plavsic,
al frente de un nuevo partido de corte nacionalista moderado, la Alianza del
Pueblo Serbio (SNS), y Buka, candidato del SDS. En los comicios se constató la
división política de la RSB: el este del territorio autónomo quedó en manos del
PDS y de los ultranacionalistas del Partido Radical Serbio, en tanto que en la
parte occidental venció un conglomerado integrado por el SNS, social-liberales,
socialistas y grupos musulmanes.
La Alianza del Pueblo Serbio
obtuvo 15 escaños, los mismos que los ultranacionalistas del Partido Radical
Serbio, en tanto que el Partido Democrático Serbio, pese a perder la mayoría,
logró 24 diputados.
Pese a ser mayoritarios, los
partidos nacionalistas fueron incapaces de formar un gobierno de coalición, por
lo que en enero de 1998 el Parlamento eligió primer ministro a Milorad Dodik,
el candidato de Plavsic. El primer ministro trasladó la capital de la RSB de
Pale, bastión nacionalista durante la guerra, a Banja Luka, donde los
seguidores de Plavsic tenían mayor influencia. El nuevo gobierno realizó
renovados esfuerzos para cumplir con lo acordado en Dayton, incluida la
búsqueda de supuestos criminales de guerra.
Mientras, en la Federación
Croata-musulmana se asistió a una creciente presión por parte de la comunidad
internacional hacia los dirigentes croatas para que acepataran todos y cada uno
de los puntos de los Acuerdos de Dayton. En octubre de 1997 algunos supuestos
criminales de guerra bosniocroatas fueron entregados al Tribunal Penal
Internacional para la antigua Yugoslavia. En junio de 1998, la Comunidad
Democrática Croata de Bosnia-Herzegovina se dividió entre un sector moderado y
un sector nacionalista.
Durante los dos meses
siguientes, y ante la presión del Consejo Internacional para la Aplicación de
los Acuerdos de Paz de Dayton, los tres miembros de la presidencia colegiada de
Bosnia-Herzegovina acordaron precipitadamente aprobar tres de los puntos que
les exigía la comunidad internacional: un pasaporte común, una ley de
ciudadanía y una ley sobre el funcionamiento del Consejo de Ministros.
En septiembre de 1998 se
celebraron elecciones generales, las segundas desde el final de la guerra, para
elegir a los representantes en la presidencia tripartita, el Parlamento estatal
y las alcaldías, así como a la presidencia de la República Serbia de Bosnia.
Los primeros puestos fueron ocupados, una vez más, por los partidos étnicos,
pese a los deseos de la comunidad internacional de que los grupos políticos más
moderados fueran los triunfadores.
El dato más relevante fue la
victoria del ultranacionalista Nikola Poplasen, candidato del Partido Radical en
las elecciones que tuvieron lugar en la República Serbia de Bosnia; Poplasen,
que se había declarado partidario de utilizar las vías constitucionales
existentes para unir la RSB con Serbia (algo prohibido por los Acuerdos de
Dayton), derrotó a la "moderada" Plavsic, que se había convertido en
la valedora del proceso de paz en esa entidad constituyente.
Por contra, el representante
serbio elegido para ocupar el asiento en la presidencia tripartita de
Bosnia-Herzegovina fue Zivko Radisic, representante del "moderado"
Partido Socialista de la República de los Serbios, próximo al presidente
yugoslavo, Slobodan Milosevic. Por su parte, el musulmán Alija Izetbegovic fue
reelegido para ocupar la presidencia tripartita de Bosnia-Herzegovina, en tanto
que por la parte croata el elegido era representante del sector nacionalista.
En marzo de 1999, el Alto
Representante de la comunidad internacional en Bosnia, el español Carlos
Westendorp, destituyó a Poplasen. De forma simultánea, el Comité Internacional
de Arbitraje decidió que la ciudad de Brčko, que desde la conclusión de la
guerra en Bosnia hasta ese momento había estado bajo control serbio, fuera
declarada neutral y quedara bajo la tutela de dos administraciones, una serbia
y una croata-musulmana.
Ex-República Yugoslava de
Macedonia (nombre oficial, Poranena Jugoslovenska Republika Makedonija),
república del sureste de Europa, situada en la península de los Balcanes.
Limita al norte con la República Federal de Yugoslavia, al este con Bulgaria,
al sur con Grecia y al oeste con Albania. En el pasado formó parte de la
República Federal Socialista de Yugoslavia (RFSY). Después de declarar su
independencia de la RFSY en septiembre de 1991, la República se vio envuelta en
una disputa con Grecia sobre su denominación oficial. En abril de 1993, la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), como árbitro internacional, admitió
que la República utilizara el nombre de Ex-República Yugoslava de Macedonia,
hasta alcanzar un futuro acuerdo con Grecia.
POBLACIÓN
La Ex-República Yugoslava de Macedonia tenía
una población (2002) de 2.054.800 habitantes, lo que da una densidad de 80
hab/km². Un 67% de la población está constituida por eslavos macedonios; la
mayoría son miembros de la Iglesia ortodoxa oriental y de la Iglesia ortodoxa
macedonia y hablan una lengua eslava llamada macedonio (véase Lenguas
yugoslavas); Grecia no reconoce la designación de macedonio para esta lengua.
Los macedonios utilizan el alfabeto cirílico que está muy relacionado con la
lengua búlgara. Los habitantes de etnia albanesa constituyen la principal
minoría y según los datos censados suponen el 23% de la población. En su
mayoría residen en la parte occidental, próxima a la antigua provincia autónoma
de Kosovo, en el suroeste de Serbia, que posee una población de mayoría étnica
albanesa. La población de etnia albanesa es musulmana y habla albanés. Los
albaneses no se mostraron de acuerdo con los resultados del censo de 1994, ya
que creían que eran más de un tercio de la población del país. De acuerdo con el
censo, el resto de la población está constituida por turcos (4%), serbios (2%),
gitanos (2%) y otros grupos étnicos (2%).
En el país hay tensiones
étnicas, pero a diferencia de la situación en otras regiones de la RFSY, fueron
contenidas durante la primera mitad de la década de 1990 y se evitó el
enfrentamiento civil interno. Las principales tensiones se producen entre la
etnia albanesa y la mayoría macedonia y precedieron al desmembramiento de la
RFSY. Se basaban, por una parte, en las peticiones por parte de la etnia
albanesa de una mayor autonomía y, por otra, en el temor de los macedonios al
nacionalismo albanés y, en particular, a la posible secesión del área
occidental, que formaría una república de etnia albanesa con centro en Kosovo.
La demanda de una mayor autonomía albanesa se remonta a finales de la década de
1960. Desde 1981 las autoridades macedonias se han esforzado en suprimir el
nacionalismo albanés, especialmente en lo que se refiere al idioma y la
educación. También hubo intentos de prohibir los nombres propios de naturaleza
nacionalista albanesa, o de favorecer el descenso de la natalidad. Los
albaneses respondieron con varias manifestaciones a finales de la década de
1980. Los entonces gobernantes comunistas enmendaron la Constitución de la
República, declarando a Macedonia como “Estado nacional” de la etnia macedonia,
excluyendo a otras minorías. La nueva Constitución de 1991 también se negó a
establecer cualquier tipo de autonomía para los albaneses. Como respuesta al
reconocimiento hecho por la Comunidad Europea (actual Unión Europea), se
eliminó un artículo de la Constitución en el que se declaraba al macedonio como
idioma oficial. Las tensiones comenzaron a aumentar a mediados de la década de
1990 (ver Historia más adelante) y se reflejaron en muchos y frecuentes
estallidos violentos.
GOBIERNO
Tras la declaración de su
independencia de Yugoslavia en 1991, el gobierno adoptó muchos de los elementos
característicos de una democracia. El Parlamento aprobó una Constitución en
noviembre de 1991 que garantizaba los derechos civiles de los ciudadanos de la
República, considerados como tales quienes hubieran vivido allí durante al
menos quince años; se establecía el sufragio universal para los mayores de 18
años. La República tiene un sistema multipartidista. Los principales partidos
son la Alianza Socialdemócrata de Macedonia (ASDM, el antiguo partido
comunista), la alianza formada por Alternativa Democrática y la Organización
Revolucionaria de la Macedonia Interior-Partido Democrático para la Unidad
Nacional Macedonia (VMRO-DPMNE), el Partido de la Prosperidad Democrática (PPD,
de la minoría albanesa), el Partido Socialista de Macedonia, el Partido
Democrático de los Albaneses y la alianza formada por el Partido Liberal
Democrático y el Partido Democrático de Macedonia.
El Parlamento nacional consta
de una Asamblea unicameral (Sobranje) compuesta por 120 miembros que son
elegidos por votación popular para un periodo de cuatro años. El presidente es
el jefe del Estado y, según la Constitución de 1991, es elegido directamente
para un periodo de cuatro años; anteriormente, los miembros de la Asamblea
elegían al presidente. El presidente también encabeza el poder ejecutivo, pero
nombra al primer ministro, que debe contar con la aprobación de la Asamblea. El
presidente no puede vetar una ley que haya sido aprobada por, al menos, dos
tercios de la Asamblea. El gobierno local está administrado por 30 comunas
administrativas.
La Asamblea Nacional nombra
los jueces del Tribunal de Justicia y del Tribunal Constitucional de la
República. También hay un Tribunal de Apelación y un Tribunal de Juicios de
causas menores. El sistema legislativo está basado en el sistema legal civil y
prevé revisiones judiciales a las acciones parlamentarias.
El Estado procura prestaciones
sociales, como las pensiones, y, en teoría, garantiza la sanidad pública. De
todas formas, en la práctica sólo el sector privado ofrece un tratamiento
eficaz y rápido. La mayoría de las farmacias han sido privatizadas.
La república ha constituido un
reducido Ejército de Tierra, una pequeña fuerza aérea y una fuerza de defensa
aérea. En 2001 la república tenía 16.000 soldados en activo y 7.000 miembros
del cuerpo de policía especial. El servicio militar obligatorio, establecido en
1992, dura nueve meses.
8 HISTORIA
La historia de la región que
comprende la Ex-República Yugoslava de Macedonia (denominación oficial con que
ha sido reconocido el estado por Naciones Unidas en 1993) estuvo ligada a la de
la región histórica de Macedonia desde tiempos de la Grecia arcaica, cuando se
conocía con el nombre de Macedonia Varda (por ocupar el valle medio del río
Vardar), hasta las Guerras Balcánicas (1912-1913), cuando Bulgaria, Grecia y
Serbia se repartieron la región.
Macedonia formó parte del
Imperio romano, y desde el siglo IX formó parte del Imperio bizantino hasta su
incorporación al Imperio otomano desde el siglo XIV. Durante el siglo XIX, el
Imperio otomano sufrió graves pérdidas derivadas del resurgimiento de los
nacionalismos que contribuyeron a la desintegración del Imperio. Tras el
comienzo del proceso de independencia griega en 1821, varios grupos étnicos de
los Balcanes bajo dominio turco comenzaron a reivindicar su independencia. Tras
acceder a ella, surgieron las disputas entre griegos, búlgaros y serbios por el
control de la región de Macedonia, y se incrementaron por la progresiva tensión
existente entre musulmanes y cristianos. Durante la Primera Guerra Balcánica
(1912-1913) los tres Estados arrebataron Macedonia al Imperio otomano. Pero la disputa
entre ellos por el reparto de la región dio lugar a la Segunda Guerra Balcánica
(1913), que finalizó con la división de Macedonia en el Tratado de Bucarest: la
mayor parte pasó a manos de Serbia y Grecia, mientras que Bulgaria, vencida,
sólo recibió el valle del Struma.
Después de la I Guerra
Mundial (1914-1918) los grupos eslavos del sur fueron unificados políticamente
en el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, con la actual Ex-República
Yugoslava de Macedonia incorporada al sur de Serbia. En 1929 este Reino pasó a
denominarse Yugoslavia.
8.1 Macedonia, república yugoslava
Durante la II Guerra Mundial
(1939-1945) las potencias del Eje invadieron y desmembraron Yugoslavia. El
Ejército búlgaro ocupó la mayor parte de la Macedonia yugoslava, mientras que
los alemanes, italianos y húngaros se repartieron el resto del país. Los
yugoslavos lucharon entre ellos durante el resto de la guerra; en particular,
la resistencia de los partidos comunistas dirigida por Josip Broz Tito, luchó
contra el gobierno fascista de los croatas, la Ustacha (Ustaa), que estaba
respaldado por Italia. El Consejo Antifascista de la Liberación del Pueblo de
Macedonia luchó del lado de Tito. En noviembre de 1944, en la reunión
panyugoslava de los partidarios de Tito, se decidió que la Macedonia yugoslava
constituiría una parte de la futura federación yugoslava. El gobierno de Tito
fue el primero en reconocer a la Macedonia yugoslava como una entidad política
con una etnia propia. Esto alentó la creación de una Iglesia ortodoxa macedonia
independiente y la edición de una nueva gramática de la lengua macedonia. En
1946, cuando se proclamó la República Popular Federativa de Yugoslavia, la
Macedonia yugoslava se convirtió oficialmente en una de las seis repúblicas
constituyentes de la federación yugoslava.
8.2 La independencia
El fallecimiento de Tito en
1980 originó un vacío de poder en Yugoslavia. Durante la década de 1980, el
resurgimiento de los nacionalismos, (reprimidos bajo el mandato de Tito),
exacerbó el crecimiento del descontento con la incómoda federación yugoslava
tanto en Macedonia como en otras repúblicas yugoslavas. A mediados de 1989 el
régimen comunista macedonio accedió a la introducción del multipartidismo. En
1990, cuando el partido comunista abandonó el poder federal, las repúblicas
comenzaron a gozar de una mayor autonomía. En junio de 1991 Croacia y Eslovenia
declararon formalmente sus independencias respecto de la federación y
recibieron el reconocimiento oficial por parte de la comunidad internacional. En
Macedonia, bajo la presidencia del antiguo dirigente comunista Kiro Gligorov,
se celebró un referéndum el 8 de septiembre de 1991, del que resultó un 95% de
los votos favorables a la independencia. Tanto Serbia como Albania boicotearon
el referéndum, lo que originó tensiones entre la Macedonia yugoslava y el
gobierno serbio que controlaba el resto de la antigua federación yugoslava,
pero el conflicto armado no se produjo. En octubre la Macedonia yugoslava
declaró su independencia como Ex-República Yugoslava de Macedonia.
La mayor amenaza para la
soberanía y viabilidad del nuevo estado independiente macedonio vino derivada
de su tardío reconocimiento por parte de la comunidad internacional, debido a
la disputa originada por el nombre que adoptó la República inmediatamente
después de su declaración de independencia. Grecia se negó a reconocerla hasta
que no adoptara otra denominación oficial para el Estado, ya que alegaba que
Macedonia era el nombre de tres de las regiones griegas y que los artículos de
la Constitución de la República instaurada presuponían reivindicaciones
territoriales en la Macedonia griega. Grecia también objetó el uso que hacía la
Ex-República Yugoslava de Macedonia desde agosto de 1992 de la estrella de 16
puntas o sol de Vergina de Alejandro III el Magno en su bandera. Como resultado
de la presión internacional, la Asamblea Nacional del país reformó la
Constitución para manifestar que no tenían aspiraciones territoriales en Grecia
ni en ningún otro país. Las negociaciones con Grecia acerca de la denominación
oficial del Estado fracasaron y el resto de los miembros de la Comunidad
Europea (actual Unión Europea) apoyaron las quejas griegas no reconociendo al
nuevo Estado macedonio hasta que no realizara reformas constitucionales. Con
las negociaciones paralizadas, y bajo la presión de la Comunidad Europea, a
principios de 1993 los dos países recurrieron a las Naciones Unidas (ONU) para
la resolución del problema. Mientras tanto, incapaz de recurrir a las
instituciones financieras internacionales o de conseguir créditos e inversiones
extranjeras (debido a su falta de reconocimiento internacional), y con su
comercio exterior bloqueado por Grecia, el país pronto se encontró con una
economía deteriorada; el bloqueo consiguió que agotara sus reservas de
combustible en septiembre de 1992, lo que obligó a muchas empresas a suspender
su producción. Por otra parte, el cumplimiento de las sanciones impuestas por
el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Serbia y Montenegro implicó
la pérdida de dos importantes socios comerciales. La ausencia de reconocimiento
internacional de la Ex-República Yugoslava de Macedonia permitió a Serbia
presionar política y militarmente a la nueva república.
La política interna y las
tensiones étnicas dominaron el periodo anterior al reconocimiento. La minoría
albanesa del país intensificó sus presiones para conseguir mayor
reconocimiento, con la mitad de la comunidad pidiendo mayor representación
política, y la otra mitad boicoteando dicha participación. Durante el otoño de
1992, tuvieron lugar varios levantamientos en la capital, Skopje. La afluencia
de más de 50.000 refugiados procedentes de la guerra de Bosnia y Herzegovina
fue otro foco de problemas para el país balcánico.
Tras la caída del gobierno en
el verano de 1992, el presidente Kiro Gligorov propuso a Branco Crvenkovski
como primer ministro y le encomendó la formación de un nuevo gobierno.
Crvenkovski apoyó un gobierno de coalición, compuesto por el Partido de la
Prosperidad Democrática (representante de la minoría albanesa), la Alianza de
las Fuerzas Reformistas de Macedonia y la Alianza Socialdemócrata. El 8 de
abril de 1993, consiguió finalmente el reconocimiento internacional y fue
admitida en la ONU con el nombre de Ex-República Yugoslava de Macedonia. El nombre
se adoptó por compromiso mutuo hasta que se llegara a un acuerdo con Grecia
sobre si podría usar tal denominación. El uso de la bandera también fue
admitido. Debido a su pertenencia a la ONU, pudo ingresar en el Fondo Monetario
Internacional y obtuvo la categoría de observador en la Conferencia de
Seguridad y Cooperación en Europa (actual Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa). En la primera mitad de 1993 la ONU envió tropas de
pacificación (1.000 soldados) a la Ex-República Yugoslava de Macedonia con el
objetivo de prevenir la extensión de la guerra desde Bosnia.
Durante 1993 las
negociaciones con Grecia progresaron. Sin embargo, el regreso de Andreas
Papandreu como primer ministro griego en octubre de 1993 estuvo seguido por un
cese de las conversaciones y el retorno al bloqueo y al embargo comercial en
febrero de 1994. La renovación del embargo comenzó justo después de que Estados
Unidos reconociera formalmente a la Ex-República Yugoslava de Macedonia (la
mayoría de los Estados de Europa occidental y Japón ya la habían reconocido a
finales de 1993). A pesar de la resistencia de varios miembros de la Unión
Europea, en junio, el Tribunal Europeo de Justicia determinó que Grecia tenía
la libertad para mantener el embargo. En el otoño de 1994 otra coalición,
integrada por la Alianza Socialdemócrata, el Partido Socialista de Macedonia y
la Alianza de las Fuerzas Reformistas de Macedonia-Partido Liberal, accedió al
poder. La coalición ganó 95 escaños en la Asamblea. Los nacionalistas macedonios
de la Organización Revolucionaria de la Macedonia Interior, el principal
partido de la oposición y antiguamente partido mayoritario de la Asamblea
Nacional, no obtuvieron ningún escaño después de que boicotearan la segunda
vuelta de las elecciones. Junto con el Partido Democrático de Macedonia, el
grupo opositor pidió la impugnación de la primera vuelta de las elecciones. En
esas mismas elecciones, Gligorov fue reelegido como presidente con un 52,4% de
los votos.
En noviembre de 1994 Estados
Unidos firmó un acuerdo militar con la Ex-República Yugoslava de Macedonia y
estableció planes para enviar 1.500 soldados estadounidenses más. Las tensiones
entre la minoría étnica albanesa y el gobierno (y entre éste y la minoría
serbia), simbolizadas por el boicoteo parlamentario realizado por los diputados
albaneses, continuaron en la república. En febrero de 1995, los 18 diputados de
la Asamblea Nacional abandonaron sus escaños en protesta por una ley
provisional que prohibía la utilización del albanés en las cédulas de identidad
y en los pasaportes del país.
En septiembre de 1995 los
ministros de Asuntos Exteriores de Grecia y la Ex-República Yugoslava de
Macedonia firmaron un acuerdo de carácter interino mediante el que se
establecían relaciones mutuas. Las dos partes reconocieron las fronteras
respectivas y acordaron establecer relaciones diplomáticas. Grecia aceptó
levantar el embargo sobre la nueva república y la presencia de representantes
de organizaciones internacionales; por su parte, la Ex-República Yugoslava de
Macedonia convino en retirar de su bandera el escudo hasta entonces utilizado,
conocido como Sol o Estrella de Vergina, y eliminar los artículos más
controvertidos, desde el punto de vista griego, de su Constitución. Las
negociaciones se prolongaron con el fin de dirimir cómo debía ser designado el
nuevo país.
El 3 de octubre, día en que
estaba previsto que se iniciaran las conversaciones para ampliar el acuerdo, el
presidente Gligorov resultó gravemente herido en un atentado con coche-bomba en
Skopje. Pese a que nadie reivindicó la autoría del fallido magnicidio, se
sospechó que el mismo había sido obra de sectores nacionalistas radicales
opuestos al acuerdo alcanzado en septiembre. Gligorov fue hospitalizado y el
gobierno nombró presidente de la República en funciones a Stojan Andov,
presidente del Parlamento. Poco después, Andov elaboró una ley aprobada por el
Parlamento por la que el Sol de Vergina fue eliminado de la enseña nacional.
En octubre de 1995 la
Ex-República Yugoslava de Macedonia se convirtió en miembro de pleno derecho de
la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), y en
noviembre fue admitida en el Consejo de Europa y en el programa Asociación por
la Paz. Gligorov, que había perdido un ojo en el atentado, retornó a su
actividad presidencial en enero de 1996. El enfrentamiento entre los dirigentes
socialdemócratas y los liberales sobre la política de privatización llevada a
cabo y otros asuntos provocó una quiebra en la coalición de gobierno, por lo
que en febrero el Parlamento de la República aprobó la creación de un nuevo
gabinete en el que destacaba la ausencia de miembros del Partido Liberal y el
predominio de los socialdemócratas en la coalición gobernante. Los otros
miembros de la nueva coalición eran el Partido Socialista de Macedonia y el
Partido de la Prosperidad Democrática. En abril de 1996 la Ex-República
Yugoslava de Macedonia y la República Federal de Yugoslavia (integrada por
Serbia y Montenegro) se reconocieron mutuamente de manera oficial. Tras las
elecciones legislativas celebradas en octubre y noviembre de 1998 se constituyó
un gobierno de centro-derecha, presidido por Ljupco Georgievski, dirigente de
la Organización Revolucionaria de la Macedonia Interior-Partido Democrático
para la Unidad Nacional Macedonia (VMRO-DPMNE). En el nuevo gabinete también se
incluyeron miembros de Alternativa Democrática; ambos partidos constituyeron
una sólida mayoría parlamentaria en la Sobranje.
El inicio de los bombardeos
aliados en marzo de 1999 contra el territorio de la República Federal de
Yugoslavia, como consecuencia de la negativa de Milosevic a aceptar una
solución negociada a la crisis de Kosovo, así como el inicio de una campaña de
“limpieza étnica” en territorio kosovar contra la población de etnia albanesa,
provocaron la huida masiva de los albanokosovares hacia Albania, la
Ex-República Yugoslava de Macedonia, Montenegro y Bosnia-Herzegovina, entre
otros.
La población macedonia de
etnia albanesa se volcó en la ayuda hacia los refugiados que, exhaustos,
llegaban desde todos los rincones de Kosovo, mientras la mayoría eslava mantuvo
una actitud mucho más distante hacia quienes huían de la guerra.
El candidato socialdemócrata
Tito Petkovski se impuso en la primera vuelta de las elecciones presidenciales
celebradas el 31 de octubre de 1999, al obtener el 33% de los votos, mientras
que su rival, el sacerdote metodista ordenado en Estados Unidos y viceministro
de Exteriores, Borís Trajkovski, logró el 25 por ciento. Trajkovski (candidato
de la Organización Revolucionaria de la Macedonia Interior-Partido Democrático
para la Unidad Nacional Macedonia, VMRO-DPMNE) ganó en la segunda vuelta,
celebrada el 14 de noviembre al lograr atraerse el voto albanés y obtener el
53% frente al 47% de Petkovski y su Alianza Socialdemócrata de Macedonia. El 5
de diciembre se repitió la segunda vuelta de las elecciones presidenciales,
debido a las irregularidades detectadas. Trajkovski venció por sólo 69.000
votos de diferencia y se convirtió en el sucesor de Gligorov al frente de la
República. Antes de conocerse los resultados, Petkovski se había retirado tras
denunciar la existencia de fraude en los comicios.
A lo largo del mes de marzo
de 2001, Trajkovski tuvo que hacer frente a una difícil situación debido a las
acciones bélicas iniciadas por la guerrilla independentista albanesa del
Ejército de Liberación Nacional (ELN). Los enfrentamientos tuvieron a la ciudad
de Tetovo como uno de sus principales escenarios y requirieron la intervención
del Ejército macedonio. El agravamiento del conflicto condujo en el mes de mayo
a la formación de un gobierno de unidad nacional (al frente del cual estaba
Liubcho Gueorguievski, de la Organización Revolucionaria de la Macedonia
Interior), en el que estaban presentes partidos macedonios eslavos y albaneses.
Pero tal medida no impidió que la situación empeorara, sucediéndose en poco
tiempo un frágil y fracasado alto el fuego, la intensificación de los combates
(el ELN llegó incluso hasta Skopje) e incluso el asalto al Parlamento macedonio
por parte de manifestantes eslavos. Finalmente, en agosto de ese mismo año, los
principales líderes de los partidos eslavos y albaneses con representación
parlamentaria firmaron un acuerdo de paz que tenía como puntos de referencia
básicos una futura reforma constitucional (que ampliara los derechos de la
minoría albanesa) y la entrega de las armas por parte del ELN.
Serbia (en serbocroata,
Srbija), república localizada en el sureste de Europa que, junto a Montenegro,
forma la República Federal de Yugoslavia. Serbia limita al norte con Hungría,
al noroeste con Croacia, al este con Rumania y Bulgaria, al sur con la
Ex-República Yugoslava de Macedonia, al suroeste con Albania, y al oeste con
Montenegro y Bosnia-Herzegovina. Serbia fue una de las seis repúblicas constituyentes
de la anterior República Federal Socialista de Yugoslavia. El 27 de abril de
1992 se formó la República Federal de Yugoslavia, fruto de la unión de las dos
repúblicas, Serbia y Montenegro; esta entidad se autoproclamó sucesora de la
antigua federación yugoslava, un derecho no reconocido por la Organización de
las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales. Serbia incluye las
antiguas provincias autónomas de Kosovo, en el sur, y Voivodina, en el norte.
Englobando estos dos territorios, Serbia tiene una superficie de 88.361 km²;
sin ellos, posee 55.968 km2. La capital de Serbia es Belgrado.
POBLACIÓN
Según el censo de 1991, la
población de Serbia (incluidas Kosovo y Voivodina) era de 9.791.745 habitantes.
En 2002 se estimaba en 9.979.752 habitantes, de los cuales el 40% viven en las
dos provincias. Los serbios constituyen casi dos tercios de la población total
de Serbia y comprenden casi un 88% de la población, excluyendo Kosovo y
Voivodina. Las minorías más destacadas están formadas por musulmanes, croatas,
húngaros y albaneses. En Voivodina, más de la mitad de la población es serbia,
con una gran minoría étnica húngara. En Kosovo, más del 90% de la población es
albanesa; en el censo de 1991, los albaneses constituían el 17% de la población
de Serbia. Desde 1991, las pequeñas minorías de croatas que vivían en Voivodina
y Belgrado, así como muchos de los musulmanes, principalmente de la región de
Novi Pazar, antiguo sanjacado (sandjak) turco en el suroeste, han huido de
Serbia.
Además, en 1991 se calculaba
que unos 2,1 millones de serbios residían en otras repúblicas de la antigua
Yugoslavia repartidos así: 1,4 millones (66%) en Bosnia-Herzegovina, 580.000
(28%) en Croacia, menos de 60.000 (3%) en Montenegro, y menos de 50.000 (2%) en
Eslovenia y la misma cantidad en la Ex-República Yugoslava de Macedonia.
El idioma oficial es el
serbio, una de las dos variantes de la lengua serbo-croata. La principal
diferencia entre el serbio y el croata es que el primero usa un alfabeto
cirílico, mientras que el segundo utiliza el alfabeto latino. Las minorías
también hablan sus propias lenguas, principalmente el albanés y el húngaro. La
religión dominante es la rama serbio ortodoxa de la Iglesia ortodoxa oriental,
con pequeños grupos de musulmanes, católicos y protestantes.
La capital y la ciudad más
importante de Serbia es Belgrado (población de 1.594.483 habitantes en 1998),
que también es la capital de la República Federal de Yugoslavia. Otras ciudades
importantes son Novi Sad, Niš, Subotica, Zrenjanin y Kragujevac.
GOBIERNO
En septiembre de 1990, Serbia
adoptó una nueva Constitución que suprimía la autonomía de las provincias de
Kosovo y Voivodina y clausuraba sus asambleas legislativas. También puso las
bases para la celebración de elecciones multipartidistas que se efectuaron por
primera vez en diciembre de 1990, confirmando en el gobierno al Partido
Socialista de Serbia (antiguo partido comunista), por entonces en el poder. El
cargo de presidente de la República, que es la máxima autoridad del país, fue
ocupado desde 1989 hasta 1997 por el dirigente nacionalista Slobodan Milosevic,
que resultó reelegido en 1990 y 1992 entre acusaciones de irregularidades. A
partir de 1997 Milosevic pasó a presidir la República Federal de Yugoslavia.
Milan Milutinovic fue elegido presidente de Serbia, entre acusaciones de
fraude, en las elecciones de diciembre de ese mismo año. El cuerpo legislativo
es la Asamblea Nacional, unicameral, compuesta por 250 miembros. Los
principales partidos políticos de Serbia son el Partido Socialista, el
Movimiento de Renovación Serbia, el Partido Radical Serbio y el Partido
Democrático.
Serbia domina la Asamblea
Federal de la actual federación yugoslava, con 108 de los 138 escaños en la
Cámara de Ciudadanos (la cámara baja), que es el principal cuerpo legislativo.
Los 40 escaños de la Cámara de las Repúblicas (cámara alta) se dividen por
igual entre Serbia y Montenegro.
6 HISTORIA
6.3 Primera Guerra Mundial
El 28 de junio de 1914, la
tensión alcanzó su punto culminante cuando en Sarajevo (Bosnia-Herzegovina)
Gavrilo Princip, un serbobosnio nacionalista, asesinó al heredero al trono de
Austria, el archiduque Francisco Fernando, y a su esposa. El gobierno
austriaco, acusó al gobierno serbio de ser responsable del mismo, declaró la
guerra y, en agosto, invadió el país, lo que precipitó la I Guerra Mundial.
Hasta octubre de 1915, los serbios rechazaron a los invasores, pero con la
entrada de Bulgaria en la guerra en el mes de diciembre, los Imperios Centrales
completaron la ocupación del país; en 1916, el gobierno serbio huyó a la isla
griega de Corfú.
6.4 La formación de Yugoslavia
El gobierno en el exilio
aprobó los términos de la Declaración de Corfú que establecía la unidad de los
eslavos del sur. En 1918, Alejandro Karagjorgjevic, hijo de Pedro, proclamó el
Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que en 1929 se convirtió en el Reino
de Yugoslavia.
En 1941, durante la II Guerra
Mundial, los alemanes invadieron Serbia y establecieron un gobierno títere.
Después de la derrota del Eje, se proclamó la República Federal Socialista de
Yugoslavia, de la que Serbia se convirtió en una república constituyente con
poderes limitados de autogobierno.
6.5 La desintegración de Yugoslavia
En 1991 Yugoslavia empezó a
fragmentarse por el creciente enfrentamiento entre los representantes de las
repúblicas que integraban la federación y tras la caída de los regímenes
comunistas de Europa Oriental; Serbia pretendió mantener la federación unida
para mantener su posición dominante y proteger a las minorías serbias en otras
repúblicas. Hacia mediados de 1991 estalló la guerra civil, en la que Serbia (a
través del Ejército Popular Yugoslavo, bajo dominio serbio) apoyó a los
serbocroatas y serbobosnios que perseguían la creación de la “Gran Serbia”.
Finalmente, tras varios fracasados ceses del alto el fuego y la imposición de
limitadas sanciones por parte de la Comunidad Europea (CE, hoy Unión Europea)
sobre Serbia, el 23 de noviembre este país y Croacia firmaron un alto el fuego;
sin embargo, Serbia mantuvo el apoyo a los serbocroatas. A finales de abril de
1992, se completó la separación de cuatro repúblicas que integraban Yugoslavia,
tres de las cuales (Croacia, Bosnia-Herzegovina y Eslovenia) fueron reconocidas
por la comunidad internacional, mientras que Macedonia (que también había
proclamado su independencia) tuvo que esperar otro año hasta obtener el
reconocimiento formal, pendiente de que se solventara la disputa con Grecia
sobre su nombre. Finalmente, la denominación adoptada fue la de Ex-República
Yugoslava de Macedonia.
6.6 La “nueva Yugoslavia”
Serbia y Montenegro, las
únicas repúblicas que permanecieron dentro de la antigua Yugoslavia, anunciaron
el 27 de abril la formación de la República Federal de Yugoslavia. El 22 de
septiembre, casi cuatro meses después de la imposición de amplias sanciones a
Serbia y Montenegro, la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) votó por 127
frente a 6 (con 26 abstenciones) que su autoproclamada federación no podía,
automáticamente, asumir el lugar de la antigua República Federal Socialista de
Yugoslavia y quedó excluida de la Asamblea General. Sin embargo, se dio la
opción de presentar una nueva solicitud para incorporarse por derecho propio:
tras el fracaso del entonces primer ministro federal Milan Panic se han
realizado más intentos para conseguir el reconocimiento formal de la ONU, lo
que sucedió en 1996, tras la conclusión de la guerra. La comunidad
internacional ha seguido el mandato de la ONU de forma abrumadora; la principal
excepción ha sido China, aunque Rusia ha mantenido vínculos estrechos con la
nueva entidad y le dio un considerable reconocimiento de hecho.
El 30 de mayo de 1992, a
causa del apoyo continuo de Serbia a los serbobosnios dirigidos por Radovan
Karadzic, se impusieron sanciones económicas por parte de la ONU sobre la
Federación. Unos pocos días antes, el 27 de mayo de 1992, los dirigentes
nacionalistas albaneses de Kosovo organizaron unas elecciones para una asamblea
local. La Alianza Democrática de Kosovo triunfó y la nueva asamblea,
inmediatamente, declaró la fundación de la República de Kosovo, con Ibrahim
Rugova como presidente. Sin embargo, los enfrentamientos entre los
nacionalistas albaneses permitieron que Serbia pudiera mantener el control
sobre la provincia sin el estallido de una guerra abierta.
Milosevic ganó las elecciones
celebradas en diciembre de 1992 con una mayoría considerable, en medio de
acusaciones por parte de la oposición de irregularidades generalizadas, pero no
se produjo la unión de los grupos opositores para hacer un frente común contra
Milosevic. En octubre de 1993, hubo graves conflictos entre Milosevic y su
antiguo protegido y aliado Vojislav Seselj (dirigente del neofascista Partido
Radical Serbio) sobre la política en Bosnia y, especialmente, los movimientos
de Milosevic para distanciar a Serbia de los serbobosnios como paso previo para
suavizar las sanciones internacionales. Milosevic disolvió la Asamblea Nacional
y convocó elecciones, que se celebraron en diciembre de 1993; fracasó a la hora
de obtener una rotunda mayoría y tuvo que formar un gobierno de coalición.
En septiembre de 1994, el
gobierno federal rompió las relaciones políticas y económicas con los
serbobosnios y se cerró la frontera con Bosnia; al mes siguiente, la ONU
levantó algunas sanciones. Durante ese año, Serbia actuó enérgicamente contra
los grupos nacionalistas en Kosovo; durante noviembre y diciembre, se estiman
en unos 300.000 los albaneses que habían huido de la provincia para escapar de
la violencia y la pobreza. Hubo persecuciones similares de otras minorías
étnicas, especialmente de húngaros en Voivodina y de musulmanes en la región de
Novi Pazar, por lo que miles de personas huyeron. La actitud de Milosevic no
varió cuando, en el verano de 1995, los croatas acabaron rápidamente con la
autoproclamada “República Serbia de Krajina” y mantuvo su distanciamiento con
los serbobosnios de la también autoproclamada “República Serbia de Bosnia”.
Interesado en acelerar el levantamiento de las sanciones internacionales, apoyó
los contactos que —bajo supervisión estadounidense— permitieron alcanzar los
Acuerdos de Dayton el 21 de noviembre de 1995. El 14 de diciembre, el
presidente serbio Milosevic, el presidente croata Franjo Tudjman y el
presidente de Bosnia-Herzegovina, Alija Izetbegovic, ratificaron los acuerdos
de paz en París; desde entonces se levantaron las sanciones internacionales. La
presión de Belgrado sobre los serbobosnios ha limado su resistencia a unos
acuerdos de paz que consideran injustos.
Las elecciones locales
celebradas en noviembre de 1996 supusieron un claro triunfo de la oposición
democrática serbia (que obtuvo el mayor porcentaje de votos en las principales
ciudades del país) sobre el partido de Milosevic, quien anuló las elecciones.
Las multitudinarias manifestaciones que se produjeron durante los meses
siguientes, en las que la coalición opositora Zajedno ('Unidos') llegó a pedir
la dimisión del presidente y la convocatoria de elecciones libres, provocaron
la intervención de organismos internacionales europeos que presionaron a
Milosevic para que diera marcha atrás en su decisión, lo que finalmente sucedió
en febrero de 1997.
Sin embargo, Zajedno fue
víctima de las querellas internas y se fragmentó en numerosas facciones hasta
su total disolución poco tiempo después, gracias a lo cual Milosevic recuperó
su fortaleza política, pese a que hubo de reconducir su posición hegemónica a
otra esfera de poder. En efecto, el mandatario serbio no podía, desde un punto
de vista constitucional, presentarse a un tercer mandato como presidente de
Serbia en las elecciones legislativas y presidenciales que se iban a celebrar
en el mes de septiembre, por lo que consiguió que el Parlamento federal lo
nombrase presidente de la República Federal de Yugoslavia en julio de ese año.
Milosevic abandonó la presidencia serbia, y Dragan Tomic se convirtió en
presidente interino.
Después de que las elecciones
presidenciales hubieran de repetirse tres veces, debido a la escasa
participación y a que ninguno de los candidatos en liza alcanzó el 50% necesario,
Milan Milutinovic, el segundo de los candidatos socialistas situados por
Milosevic en la contienda electoral (el primero, Zoran Lilic, abandonó tras la
segunda convocatoria), fue elegido presidente de Serbia en diciembre de 1997.
Milutinovic derrotó al ultranacionalista Vojislav Seselj, pese a las evidencias
de fraude electoral. Por su parte, en las elecciones legislativas el Partido
Socialista de Serbia resultó vencedor, pese a no lograr la mayoría absoluta,
seguido del fascista Partido Radical Serbio y del Movimiento de Renovación
Serbia. La ausencia de un claro vencedor obligó a la constitución de un
gobierno de coalición integrado por estos tres partidos, lo que acentuó los
rasgos de nacionalismo excluyente en la vida política de la república. En marzo
de 1998 se constituyó un nuevo gabinete en Serbia, presidido por Mirko
Marjanovic.
Por otro lado, el descontento
creció entre la población de Kosovo de etnia albanesa a lo largo de 1997 y
1998. Tras el asesinato en febrero de 1997 de varios miembros de la policía
serbia cometido por militantes del Ejército de Liberación de Kosovo, ocurrido
en Priština, unidades de la policía y del Ejército yugoslavo iniciaron una
campaña sistemática de "limpieza étnica" entre la población
albano-kosovar, en forma de detenciones, desapariciones y asesinatos. En una
dinámica de presión-represión, los guerrilleros del ELK cometían nuevos
atentados que daban lugar a una nueva respuesta violenta por parte de las
tropas serbias. La comunidad internacional amenazó con imponer sanciones a la
República Federal de Yugoslavia si se permitía que continuase el derramamiento
de sangre en la antigua provincia autónoma.
Pese a las amenazas, los
mandatarios de Serbia y de la República Federal de Yugoslavia se opusieron a
cualquier tipo de concesión respecto de las reclamaciones (a favor de la
autonomía o de la independencia) realizadas por los representantes
albano-kosovares, respaldadas por las potencias occidentales.
Agotadas las vías
diplomáticas tras el fracaso de la reunión convocada por el Grupo de Contacto
(Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) en la
localidad francesa de Rambouillet, próxima a París, durante los meses de
febrero y marzo de 1999, a finales de ese último mes se inició el ataque contra
territorio de la RFY por parte de aviones de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte. Los objetivos de los bombardeos fueron instalaciones
militares, puentes, fábricas de armamento y organismos oficiales localizados a
lo largo y ancho de la Federación (tanto en Serbia, incluidos Kosovo y
Voivodina, como en Montenegro). A las cuantiosas pérdidas materiales causadas
por los misiles —el objetivo de la Alianza Atlántica era provocar la quiebra de
la economía serbia— hubo que añadir las numerosas víctimas que éstos originaron
entre la población. La guerra provocó además, en el interior de Serbia, una
represión aún mayor contra los disidentes políticos.
Montenegro (en serbo-croata,
Crna Gora, Montenegro), república constituyente de la República Federal de Yugoslavia
(Serbia y Montenegro) o RFY, antigua república de la República Federal
Socialista de Yugoslavia (RFSY). Montenegro limita al norte con
Bosnia-Herzegovina, al este con Serbia, al sur con Albania y al suroeste con el
mar Adriático. Montenegro tiene una superficie de 13.812 km². Su capital es
Podgorica.
POBLACIÓN
Mucho más pequeña que Serbia,
la población de Montenegro (según estimaciones para 2002) era de 677.177
habitantes, lo que da una densidad de 49 hab/km². Más del 62% de la población
pertenece al grupo étnico montenegrino; las principales minorías están
compuestas por musulmanes (15%), serbios (9%) y albaneses (7%). Podgorica,
llamada Titogrado desde 1946 hasta 1992, es la mayor ciudad y la capital de
Montenegro; tenía una población (1998) de 163.493 habitantes. La lengua
serbo-croata es el principal idioma de Montenegro. La religión ortodoxa serbia
fue la más importante hasta 1993, fecha en la que se estableció la Iglesia
montenegrina autónoma; también tiene importancia el islam.
GOBIERNO
Montenegro adoptó una nueva
Constitución en 1990, en la que se establecía la existencia de un parlamento
unicameral denominado Asamblea Nacional, cuyos representantes son elegidos
mediante sufragio universal. La Asamblea, compuesta por 85 miembros, tiene capacidad
legislativa; los textos propuestos son aprobados por mayoría simple de la
cámara. El poder ejecutivo recae en el presidente de la República, que es
elegido por un periodo de cuatro años. Los principales partidos políticos de
Montenegro son el Partido Democrático de los Socialistas de Montenegro (antigua
Liga de los Comunistas), partidario de una actuación política autónoma respecto
a Belgrado, y el Partido Socialista Popular, alineado con las tesis del
presidente yugoslavo Slobodan Milosevic. En el referéndum celebrado entre los
meses de febrero y marzo de 1992, el 66% de los votantes aprobaron que
Montenegro permaneciera junto con Serbia, en calidad de Estado soberano, dentro
de la nueva Yugoslavia creada en 1991, que pasó a denominarse República Federal
de Yugoslavia. Montenegro envia 30 representantes a la Cámara de Ciudadanos
(cámara baja), compuesta por un total de 138 miembros, y 20 a la Cámara de las
Repúblicas (cámara alta), con 40 escaños. Ambas constituyen la Asamblea Federal
yugoslava.
6 HISTORIA
El Imperio Austro-Húngaro
ocupó Montenegro a finales de 1915. Un año después los patriotas montenegrinos
se reunieron con los serbios, croatas y eslovenos en la isla griega de Corfú y
aprobaron la creación de un único Estado eslavo. Los aliados aprobaron sus
pactos y fue proclamado el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos
(Yugoslavia desde 1929) en el que también quedaba encuadrado Montenegro, en
1918. Nicolás I fue depuesto el mismo año y Montenegro pasó a convertirse
formalmente en la banovina (provincia) yugoslava de Zeta. Cuando las tropas del
Eje invadieron la península Balcánica en 1941 durante la II Guerra Mundial, los
ejércitos italianos ocuparon algunas zonas de Montenegro. En 1945, con el
establecimiento de la República Popular Federativa de Yugoslavia bajo la
dirección comunista, Montenegro se convirtió en una de las seis repúblicas
constituyentes de la misma. A principios de 1992, después de que Eslovenia,
Croacia y Macedonia declararan sus independencias de Yugoslavia, se celebró un
referéndum para determinar si la República sería también independiente o
permanecería dentro de un Estado común yugoslavo. Dos tercios de los votantes
eligieron permanecer en la federación; en abril, después de que
Bosnia-Herzegovina declarara su independencia, Serbia y Montenegro anunciaron
la formación (con las entonces provincias autónomas de Kosovo y Voivodina) de
la República Federal de Yugoslavia como sucesora legal de la antigua
Yugoslavia. A pesar de esto, las Naciones Unidas (ONU) y la comunidad
internacional se negaron a reconocer oficialmente este Estado y le negaron el
ingreso en la ONU, alegando que tenía que volver a presentarla bajo su propio
nombre. El gobierno federal encabezado por los serbios no lo hizo. Desde 1992
las relaciones entre Serbia y Montenegro han mostrado signos de tensión; el
principal factor fue los daños que ocasionaron las sanciones económicas
impuestas por la ONU a raíz de la guerra de Bosnia, que muchos montenegrinos
atribuyeron al nacionalismo serbio. La ONU redujo las sanciones en octubre de
1994, sujetas a la revisión de la comunidad internacional. Otros factores que
aumentaron las tensiones con Serbia fueron la presión sufrida por la comunidad
musulmana de Montenegro y la nueva postura serbia de consolidar las relaciones
exteriores a nivel federal.
En 1993, Momir Bulatovic,
presidente de Montenegro desde 1990 y alineado con las tesis nacionalistas del
presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, fue reelegido en el cargo.
En las elecciones
legislativas celebradas en noviembre de 1996 los candidatos del partido de
Bulatovic consiguieron la mayor parte de los escaños disputados para renovar la
Asamblea.
En octubre de 1997 Bulatovic
fue derrotado, en la segunda vuelta, por Milo Djukanovic en su intento por
lograr una nueva reelección al frente de Montenegro. Djukanovic, primer
ministro de Montenegro y anterior hombre de negocios de ideario reformista, se
mostró, al contrario que su predecesor, abiertamente crítico con Milosevic y se
opuso a la decisión del presidente de la República Federal de Yugoslavia de
enviar, a comienzos de 1998, unidades militares a la antigua provincia autónoma
serbia de Kosovo, poblada mayoritariamente por ciudadanos de etnia albanesa,
con el fin de poner fin al movimiento secesionista que se estaba desarrollando
en forma de protestas y atentados contra la presencia militar serbia.
En las elecciones
legislativas de mayo de 1998 la coalición reformista dirigida por Djukanovic
fue la ganadora, obteniendo el mayor número de escaños, seguida del Partido Socialista
Popular, del ex-presidente Bulatovic. De este modo, los reformistas pasaban a
ocupar los principales órganos de decisión en la república adriática.
Como una de sus primeras
medidas, las nuevas autoridades de Montenegro se negaron a reconocer la legalidad
del gobierno federal yugoslavo, pues argumentaron que los procedimientos
constitucionales habían sido violados en la elección de los cargos de
responsabilidad federales.
Esta actitud desafiante se
mantuvo durante la crisis de Kosovo, que se fue agravando a lo largo de 1998 y
comienzos de 1999 hasta dar paso a una guerra abierta una vez agotadas las vías
diplomáticas y toda vez que el régimen de Milosevic se negara a aceptar las
condiciones de las potencias occidentales. La "limpieza étnica"
iniciada meses antes por las tropas serbias contra la población albano-kosovar,
a la que se acusaba de simpatizar con el Ejército de Liberación de Kosovo
(ELK), se aceleró con el comienzo de los bombardeos aliados contra territorio
yugoslavo a finales de marzo de 1999. Éstos, efectuados por aviones de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte contra instalaciones militares,
infraestructuras, fábricas de armamentos y organismos oficiales, afectaron,
asimismo, a pueblos y ciudades de Serbia y de Montenegro, provocando un elevado
número de muertos y heridos.
Además, la expulsión de los
ciudadanos kosovares de etnia albanesa provocó la llegada a Montenegro de un
contingente considerable de hombres, mujeres y niños, si bien el grueso
principal de los que huían encontró refugio en Albania y la Ex-República
Yugoslava de Macedonia.
Pese a ello, Montenegro
mantuvo su postura distante respecto de Serbia. Así, el presidente Djukanovic
se opuso a la ruptura de relaciones diplomáticas con los países de la OTAN, tal
y como habían decidido las autoridades yugoslavas tras el inicio de los
bombardeos, si bien pidió que la OTAN cesara en sus ataques y que se intentara
alcanzar una solución por vías políticas.
En abril de ese año,
Montenegro rechazó la declaración del estado de guerra y la censura impuesta
por las autoridades yugoslavas a los medios de comunicación y se negó a
reconocer la primacía de éstas sobre territorio montenegrino. Este hecho
provocó que la tensión entre ambos poderes se incrementara, a la vez que el
peligro de guerra civil entre partidarios y adversarios del presidente y el
primer ministro.
Kosovo (en albanés,
Kosova; en serbio, Kosovo-Metohija), región situada al sur de Serbia, en la
península de los Balcanes, que limita al sureste con la Ex-República Yugoslava
de Macedonia, al suroeste con Albania y al este con Montenegro. Su capital es
Priština. La antigua provincia serbia disfrutó de un estatuto de autonomía
desde 1946 hasta 1989. En la actualidad es un protectorado de la Organización
de las Naciones Unidas.
HISTORIA
Desde el segundo milenio
a.C., los ilirios, ancestros de los actuales albaneses, habitaron en la
península de los Balcanes, incluido lo que es actualmente Kosovo. En concreto,
en el territorio ilirio de Dardania, formado por el actual Kosovo, parte de la
actual Ex-República Yugoslava de Macedonia y tierras del suroeste de Serbia,
que siglos después fue anexionado por el Imperio romano. Desde el siglo VIII
hasta el siglo XII, Kosovo fue el núcleo del estado medieval de Raška (Rascia).
Hacia finales del siglo XII, el gobernador (supan) serbio Stefan Nemanja, más
tarde coronado rey como Esteban I, se anexionó Kosovo y, durante algún tiempo,
Prizren sirvió de capital. Durante este periodo, la población serbia aumentó.
En 1918, el territorio fue incorporado
al recién creado Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, llamado años más
tarde Yugoslavia. Los albaneses locales protagonizaron levantamientos entre
1918 y 1919, que fueron duramente reprimidos. El gobierno de Belgrado resolvió
forzar la expulsión de los albaneses, el cierre de las escuelas y la
confiscación de sus tierras, así como fomentar la colonización con población
serbia.
Durante la II Guerra Mundial,
Kosovo fue anexionado a la Albania ocupada por los italianos —lo que fue bien
recibido en general por los albaneses locales— y los serbios fueron obligados a
abandonar la región. Concluida la guerra, los albaneses de Kosovo se
resistieron a su reincorporación a Yugoslavia, pero en julio de 1945 el
Ejército partisano de Josip Broz Tito venció la resistencia albanesa. Kosovo se
organizó como unidad administrativa de la República de Serbia, en principio
como región autónoma, pero, después de las revueltas de 1968, fue elevada a la
categoría de provincia autónoma. En 1981, nuevas revueltas y las protestas de
los serbios locales tuvieron como consecuencia la expulsión de los albaneses de
los puestos de gobierno. En marzo de 1989, poco antes de ser nombrado
presidente de Serbia, Slobodan Milosevic eliminó todo vestigio de autonomía en
Kosovo mediante la revisión del texto constitucional y extendió la política de
discriminación antialbanesa (manifestada en medidas tales como la prohibición
del uso de la lengua albanesa y la disolución del Parlamento autónomo),
sometiendo a la región a la ocupación militar.
3.1 En demanda de mayor autonomía
Esto provocó el surgimiento
de un movimiento albanés de resistencia pacífica, agrupado en torno a la Liga
Democrática de Kosovo (LDK), dirigida por el escritor Ibrahim Rugova, gracias
al cual se consolidó un “Estado paralelo” al establecido por las autoridades
serbias. En 1992, la población albanesa proclamó de manera unilateral mediante
referéndum —no reconocido por Belgrado ni por las potencias occidentales— su
independencia de Serbia. La radicalización del conflicto favoreció la
formación, en 1997, de un denominado Ejército de Liberación de Kosovo (ELK; UCK
en sus siglas en albanés) que, haciendo caso omiso de la estrategia de
“desobediencia pacífica” puesta en marcha por la Liga, inició una campaña de
atentados contra las fuerzas de seguridad destacadas en la provincia.
Milosevic, presidente de la República Federal de Yugoslavia desde julio de
1997, respondió intensificando la política represiva que, ante las denuncias de
la mayoría albanesa (en forma de manifestaciones y marchas), provocó, a
comienzos de 1998, la intervención de la comunidad internacional con el fin de
que las partes en conflicto llegaran a un acuerdo duradero. Pero, lejos de
menguar, la crisis de Kosovo sufrió un agravamiento a lo largo de ese año.
3.2 Estallido del conflicto
La exigencia de una tregua
hecha por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como la amenaza
por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte de atacar a las
fuerzas serbias estacionadas en Kosovo, hicieron que el presidente yugoslavo
reconsiderara aparentemente su posición de fuerza y aceptara, en octubre de
1998, la presencia de supervisores internacionales que vigilaran lo acordado
entre el presidente yugoslavo y el negociador estadounidense Richard Holbrooke.
La violación de la frágil
tregua en el mes de diciembre fue el preludio de lo que sucedería en 1999: la
dinámica bélica se impuso en forma de atentados por parte del ELK y de matanzas
realizadas por tropas serbias entre la población civil, como la ocurrida a
mediados del mes de enero en la localidad de Racak. Las potencias occidentales
se decidieron a intervenir, primero a través de la vía diplomática —mediante la
celebración, auspiciada por el denominado Grupo de Contacto (Estados Unidos,
Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Rusia), de una reunión entre las
partes en conflicto durante buena parte del mes de febrero en la localidad de
Rambouillet, próxima a París, y continuada de forma breve a mediados de marzo
en la capital francesa— y, tras del fracaso de la misma ante la negativa de la
delegación yugoslava a aceptar las resoluciones acordadas por los
representantes del Grupo de Contacto, a través de la militar.
Así, el 24 de marzo de 1999
los aviones de la OTAN iniciaron los bombardeos contra las tropas del Ejército
yugoslavo estacionadas en Kosovo y contra objetivos declarados estratégicos por
la Alianza Atlántica localizados a lo largo y ancho de la República Federal de
Yugoslavia. A partir del comienzo de los ataques, en el interior de Kosovo los
serbios procedieron a una sistemática “limpieza étnica” contra la población de
origen albanés. El consiguiente éxodo masivo de ésta hacia Albania, Montenegro
y la Ex-República Yugoslava de Macedonia provocó la movilización general de la
comunidad internacional para auxiliar a esta avalancha de refugiados. Al mismo
tiempo que proseguían los bombardeos aliados, especialmente sobre la ciudad de
Belgrado, así como la huida masiva de refugiados albano-kosovares, arreciaban
los combates entre el ELK y el Ejército serbio.
Mientras, el enviado especial
a la zona del presidente ruso Borís Yeltsin, el ex primer ministro ruso Víktor
Stepánovich Chernomirdin, intentó desde mediados de ese mes de abril que se
iniciaran las conversaciones de paz entre la OTAN y la RFY. Así, el 6 de mayo
la OTAN ofreció a Milosevic un plan de paz apoyado por Rusia, a propuesta del
Grupo de los Ocho, que incluía el final inmediato de la represión contra la
población albano-kosovar, la presencia de una fuerza internacional civil y de
seguridad bajo el auspicio de la ONU, el retorno de los refugiados, el
establecimiento de una administración interina y la negociación del
autogobierno de Kosovo, así como la desmilitarización del ELK y el respeto a la
integridad y soberanía de la RFY.
El 27 de mayo el Tribunal
Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, con sede en La Haya (Países
Bajos), dictó una orden de detención contra Milosevic y cuatro de sus
principales colaboradores (entre los que se encontraba el presidente de Serbia,
Milan Milutinovic) con vistas a su procesamiento, que les acusaba de haber
cometido durante los primeros cuatro meses de 1999 crímenes contra la humanidad
y violación de las leyes de guerra en la provincia de Kosovo.
Al día siguiente Milosevic
aceptó como base de un acuerdo de paz el plan propuesto por el Grupo de los
Ocho y, tras entrevistarse en Belgrado con Chernomirdin y con el representante
de la UE (el presidente de Finlandia, Martti Ahtisaari), el 3 de junio presentó
el contenido de las negociaciones ante el Parlamento yugoslavo. Éste aprobó ese
día el plan de paz al tiempo que Milosevic cedía ante las propuestas de los
mediadores y aceptaba las principales exigencias de la OTAN: cese inmediato de
la violencia y de la represión en Kosovo; retirada rápida y verificable de
todas las fuerzas armadas de la región; despliegue en Kosovo de fuerzas
internacionales civiles y de seguridad bajo la supervisión de la ONU; fuerzas
que estarían formadas esencialmente por la OTAN bajo mando y control únicos;
establecimiento de una administración provisional para Kosovo decidida por el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, bajo la cual el pueblo de Kosovo
podría disfrutar de una “autonomía sustancial” en el seno de la RFY; tras la
retirada militar yugoslava, un número convenido de personal yugoslavo sería
autorizado a regresar; retorno asegurado de todos los refugiados; desarrollo de
un proceso político que llevara a una administración propia para Kosovo según
los principios de soberanía e integridad territorial de la RFY y de otros
estados de la zona, así como el desarme del ELK; comienzo de un plan de
estabilización y desarrollo económico de la región en crisis; las actividades
militares de la OTAN finalizarían cuando se aceptasen los principios
anteriores, especialmente cuando diese comienzo la retirada verificable de las
tropas yugoslavas de Kosovo.
El 10 de junio el secretario
general de la OTAN, Javier Solana, ordenó la suspensión de los bombardeos sobre
el territorio yugoslavo tras verificar el inicio de la retirada de las tropas
serbias de Kosovo. Ese mismo día, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas,
con la única abstención de China, aprobó una resolución aceptada por la RFY que
legitimaba la inmediata operación militar controlada por la OTAN para desplegar
fuerzas internacionales sobre Kosovo, así como la creación en esa provincia de
una administración civil bajo dependencia de la ONU cuyo máximo responsable
sería nombrado por su secretario general, Kofi Annan.
De inmediato, comenzó el
despliegue de la Kfor (acrónimo de la fuerza de seguridad internacional para
Kosovo), al mando del general británico Michael Jackson, así como el regreso de
miles de albano-kosovares a sus hogares sin esperar la asistencia del Alto
Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que se vio
desbordado ante la avalancha de los repatriados. No obstante, la actitud del
Ejército ruso con respecto al avance de las tropas aliadas supuso un pequeño
contratiempo en la actividad de las tropas lideradas por la OTAN: los soldados
rusos entraron en Priština el día 11, adelantándose a la Kfor, lo cual dio
lugar al definitivo establecimiento de las respectivas zonas de influencia de
la fuerza internacional seis días después. El 20 de junio la OTAN dio por
completada la retirada serbia, y con ella el final definitivo de su campaña
aérea, al tiempo que el ELK firmó su desmilitarización.
3.3 Administración de la ONU
El establecimiento el 10 de
junio de 1999 de la Administración de la ONU en Kosovo (Unmik) tuvo entre sus
primeras consecuencias la disolución, el 1 de febrero de 2000, del “gobierno
paralelo” presidido por Ibrahim Rugova. Comenzó entonces un proceso tendente a
la normalización y a la creación de instituciones que garantizaran la pactada
autonomía de Kosovo. En virtud de ello, el 28 de octubre de 2000 se celebraron
elecciones municipales, marcadas por el triunfo de la Liga Democrática de
Kosovo (LDK), el partido independentista moderado de Rugova, que se impuso en
las principales ciudades, incluida Priština.
Un año después, el 17 de
noviembre de 2001, tuvieron lugar comicios legislativos para elegir a los 120
miembros de una Asamblea legislativa multiétnica (se garantizaba la presencia
de 10 diputados serbios, así como de otros de las minorías gitana, turca, musulmana,
etc.), de la que emanarían ese mismo año un gobierno provisional y un
presidente. La victoria fue de nuevo para la LDK, que obtuvo 47 diputados. Las
siguientes formaciones más votadas fueron el Partido Democrático de Kosovo
(independentista radical, heredero político del ELK y liderado por Hashim
Thaci), que logró 26 representantes; la coalición serbia Retorno (que a los 12
escaños conseguidos en las urnas sumó los 10 adicionales reservados para esta
minoría) y la Alianza para el Futuro de Kosovo (8 diputados). En marzo de 2002,
esta cámara eligió presidente de Kosovo a Rugova, en tanto que Bajram Rexhepi,
miembro del Partido Democrático de Kosovo, resultó designado jefe de un
gobierno de coalición.
Guerra de la antigua
Yugoslavia, conflicto bélico surgido a partir de la desintegración de la antigua
Yugoslavia, que tuvo lugar desde 1991 hasta 1995, en el cual los grupos étnicos
serbios, croatas y musulmanes combatieron entre sí en una guerra civil
localizada en la península de los Balcanes.
2 LA ANTIGUA YUGOSLAVIA
Las seis repúblicas que
constituían originalmente el Estado multinacional de Yugoslavia (nombre que, en
español, significa ‘país de los eslavos del sur’), unidas nuevamente por Josip
Broz (Tito) tras una cruel lucha entre grupos profascistas y procomunistas
durante la ocupación alemana en la II Guerra Mundial eran: Eslovenia, Croacia,
Macedonia, Serbia, Bosnia-Herzegovina y Montenegro. La población estaba
compuesta por cuatro grandes grupos: serbios (42%), croatas (24%), eslovenos
(9%) y macedonios (5%); el resto eran húngaros, italianos, albaneses y otras
minorías. De todos ellos, el 42% profesaba la fe ortodoxa (principalmente,
serbios), el 32% el catolicismo (fundamentalmente, croatas y eslovenos) y el
12% la fe islámica (especialmente, parte de la población bosnia y de los
habitantes de Kosovo).
3 DESENCADENAMIENTO DEL CONFLICTO
Este mosaico de pueblos y
religiones se mantuvo unido diez años, después de la muerte del mariscal Tito,
bajo el control de sus sucesores comunistas, que gobernaron mediante un sistema
rotatorio entre los principales grupos étnicos para ejercer la presidencia
federal yugoslava. No obstante, este frágil consenso se quebró tras la caída
del régimen comunista en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y
la disolución del Pacto de Varsovia. Tras la secesión de Eslovenia, Macedonia y
Croacia en 1991, el Ejército Popular Yugoslavo (el antiguo Ejército de
Yugoslavia), actuó en favor de Serbia y desencadenó un fallido ataque sobre
Eslovenia y otro, más prolongado, sobre Croacia, a consecuencia del cual casi
un tercio de esta república quedo bajó el control del Ejército tras la firma de
un alto el fuego incondicional en enero de 1992. Los croatas y musulmanes de
Bosnia-Herzegovina, temiendo la hegemonía serbia, declararon en octubre de 1991
su independencia de Yugoslavia, previa aprobación en un referéndum popular.
4 DESARROLLO DE LA GUERRA
El 4 de febrero de 1992, se produjeron los
primeros choques armados en torno a Mostar, ciudad de Bosnia-Herzegovina
enclavada en una región con un importante porcentaje de población croata. A
principios de abril de 1992, la Comunidad Europea y Estados Unidos reconocieron
la soberanía de Bosnia-Herzegovina. Este hecho provocó de inmediato que los
combatientes serbios locales, apoyados por tropas regulares de la República
Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) comenzaran a establecer gobiernos
propios en zonas de Croacia y Bosnia habitadas por población de origen serbio.
La nueva República Federal de Yugoslavia había sido creada ese mismo mes de
abril de 1992 por Serbia y Montenegro, autoproclamándose heredera legal de la
antigua República Federal Socialista de Yugoslavia (pero sin ser reconocida
como tal por la comunidad internacional) y estaba controlada por el presidente
serbio Slobodan Milosevic. Los serbios de Bosnia, por su parte, declararon la
formación de una vagamente definida República Serbia de Bosnia, encabezada por
el autotitulado presidente Radovan Karadzic. Los croatas, a su vez, declararon
su propia e independiente República Croata de Herceg-Bosna.
El Ejército Popular
Yugoslavo, controlado por los serbios, puso entonces sitio a la ciudad de
Sarajevo, capital de Bosnia, lo que originó la imposición de sanciones por
parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que el poder aéreo y
naval de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) haría cumplir;
además, aumentó el número de fuerzas de pacificación de la ONU, principalmente
británicas y francesas. En mayo de 1992, la ONU estableció mayores sanciones
económicas y comerciales contra Serbia y Montenegro. El 11 de julio, se inició
una enorme ofensiva serbia contra Gorazde, ciudad al este de Sarajevo
controlada por los musulmanes. Seis días más tarde, los líderes serbios,
croatas y musulmanes firmaron en Londres el primero de los numerosos acuerdos
de alto el fuego incumplidos. Por entonces, el conflicto había tomado un giro
particularmente pernicioso con la aplicación de la denominada ‘limpieza
étnica’, expresada abiertamente en primer lugar por los serbios, por la que
miles de personas, sobre todo musulmanas, fueron asesinadas o expulsadas de sus
hogares y enviadas a campos de concentración, en una guerra de eliminación
étnica.
Se concertó para el 23 de
octubre de 1992 una reunión en Sarajevo entre los líderes militares de las tres
comunidades beligerantes —serbios, croatas y musulmanes— bajo el patrocinio de
la ONU, pero no condujo a ningún acuerdo efectivo. Serbia siguió conquistando
más territorios, en una salvaje lucha contra las fuerzas croatas y musulmanas
que disponían de un armamento más ligero. La lenta agonía de Sarajevo
prosiguió, ya que los esfuerzos de la ONU para poner fin al conflicto
resultaron infructuosos.
Sin embargo, en julio de
1994, Serbia cortó sus relaciones con sus compatriotas serbobosnios para
intentar conseguir el levantamiento de las agobiantes sanciones económicas de
la ONU, las cuales fueron suavizadas en octubre, aunque no levantadas por
completo. A finales de 1994, parecía que incluso los enclaves de Bihac,
Gorazde, Zepa y Srebrenica, controlados por la ONU, corrían el peligro de ser
anexionados por el Ejército de la República Serbia de Bosnia ante la
incapacidad de las tropas de pacificación de las Naciones Unidas y de la OTAN. No
obstante, croatas y musulmanes comenzaron a colaborar cada vez más en los
campos de batalla, aliándose formalmente en marzo de 1995; poco después, se
produjeron signos de debilitamiento serbio y crecientes éxitos militares
bosnios, como la conquista de territorio en torno a Sarajevo, que permitió que
en el mes de mayo, Pale, la capital de la República Serbia de Bosnia, estuviera
al alcance de la artillería bosnia. La represalia serbia consistió en la
conquista de las denominadas zonas de seguridad controladas por la ONU de
Srebrenica y Zepa en el mes de julio (en la primera se produjeron auténticas
masacres sobre la población civil por parte de los serbobosnios). La ONU
respondió con el compromiso de aumentar sus fuerzas en los restantes enclaves y
con la autorización a los comandantes militares en la zona para llevar a cabo
ataques aéreos punitivos. El 26 de julio de 1995, el Senado de Estados Unidos
aceptó levantar el embargo de armas a Bosnia-Herzegovina, a pesar del temor por
parte del presidente Bill Clinton a una escalada del conflicto. A comienzos de
agosto, se extendió la guerra después de que tropas regulares croatas, que
inicialmente habían participado en la defensa de Bihac al noroeste de Bosnia,
ampliaron su intervención con una ofensiva a gran escala para reconquistar el
territorio serbocroata de Krajina, fronterizo con Bosnia por el oeste.
5 LA FIRMA DE LA PAZ
Tras múltiples conversaciones
y contactos promovidos por la comunidad internacional, el 21 de noviembre de
1995 se firmaron los Acuerdos de Dayton, promovidos por Estados Unidos, que
pusieron fin al conflicto, y, según los cuales, una fuerza multinacional de
intervención separaría a los estados en conflicto en el territorio bosnio. No
obstante, persistió la dificultad latente de una convivencia pacífica entre
entidades políticas en pugna, como la Federación Croata-musulmana o la
República Serbia de Bosnia, bajo la aparente unidad teórica de una República
Bosnia.
Slobodan Milosevic (1941- ),
político serbio, presidente de Serbia (1989-1997) y de la República Federal de
Yugoslavia (1997-2000), impulsor de los proyectos ultranacionalistas serbios en
la antigua Yugoslavia.
PRESIDENTE DE SERBIA
En mayo de 1989 se convirtió
en presidente de Serbia, sustituyendo a Stambolic. En las primeras elecciones
presidenciales multipartidistas y directas en Serbia, celebradas en diciembre
de 1990, Milosevic fue reelegido presidente de la República de Serbia por
abrumadora mayoría. Su partido, con la nueva denominación de Partido Socialista
de Serbia (PSS), obtuvo 194 de los 250 escaños del Parlamento serbio. Las
declaraciones de independencia proclamadas por todas las repúblicas de
Yugoslavia, excepto Serbia y Montenegro, originaron la que fue dada en llamar
guerra de la antigua Yugoslavia en Croacia (1991) y Bosnia-Herzegovina (desde
abril de 1992), territorios con una importante minoría de población serbia. Con
la ayuda de Serbia y del Ejército yugoslavo (en gran medida mandado por
oficiales serbios), estas minorías se hicieron con el control de gran parte de
Croacia y de Bosnia-Herzegovina.
Milosevic fue reelegido en
1992 presidente de su partido y en abril de ese año se constituyó la República
Federal de Yugoslavia (formada por Serbia, presidida por Milosevic, y
Montenegro). Muy criticado por la comunidad internacional a causa de las
brutales atrocidades cometidas por las tropas serbias durante la guerra de la
antigua Yugoslavia, en noviembre de 1995 firmó con los presidentes de Bosnia y
Croacia, en Estados Unidos, los denominados Acuerdos de Dayton que ponían fin a
dicho conflicto. El 7 de agosto de 1996 se entrevistó en Atenas con el
presidente de Croacia, Franjo Tudjman; en dicha reunión se acordó el
restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, rotas desde el
inicio de la guerra en 1991.
La coalición izquierdista del
partido de Milosevic (PSS) y el de su esposa Mirjana Markovic (Izquierda Unida
Yugoslava) obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones al Parlamento yugoslavo
de noviembre de 1996. Pero, en ese mismo mes, la oposición denunció la
manipulación efectuada por el partido gubernamental en las elecciones
municipales, lo que provocó el inicio de manifestaciones masivas, en Belgrado,
a finales de ese año y principios del siguiente, que hicieron tambalear el
régimen de Milosevic y obligaron a la Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa (OSCE) a enviar a sus representantes para mediar en la
disputa por la legitimidad de las elecciones municipales, dando la razón a la
oposición, agrupada bajo el nombre de Zajedno (‘Unidos’). En febrero de 1997,
Milosevic reconoció la derrota en las elecciones municipales, pocos días
después de que comenzara a reprimir las manifestaciones mediante el uso de las
fuerzas policiales; pero Zajedno no cesó en sus movilizaciones hasta poco más
tarde.
4 PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FEDERAL DE
YUGOSLAVIA
Refugiados kosovares Esta
fotografía fue tomada el 2 de marzo de 1999, cerca de la localidad kosovar de
Gajre, pocos días antes de que la crisis de Kosovo se convirtiera en un
conflicto bélico de carácter internacional al implicarse la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con los ataques que llevaría a cabo contra
territorio yugoslavo para presionar al presidente Slobodan Milosevic. La masiva
huida de la población albano-kosovar del territorio de Kosovo, provocada por la
represión serbia, se convirtió en uno de los problemas esenciales de la
crisis.Tyler Hicks/Liaison Agency
Dado que no podía presentarse
a un tercer mandato presidencial en Serbia, pasó a ser presidente de la
República Federal de Yugoslavia a finales de julio de 1997, sustituyendo a
Zoran Lilic, tras resultar elegido por el Parlamento federal. En septiembre
presentó a su candidato para la presidencia de Serbia, el propio Lilic, a quien
cambió en última instancia por Milan Milutinovic, el cual venció, entre
acusaciones de fraude, en la segunda convocatoria, a finales de diciembre de
1997.
A principios de marzo de
1998, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos exigieron a Milosevic que
entablara negociaciones con la población albanesa de Kosovo, buena parte de la
cual había recrudecido su enfrentamiento con el gobierno serbio que, desde
1989, ejercía el poder sobre la región. El día 9 de ese mes, el Grupo de
Contacto (formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y
Rusia, con el objeto de velar por el mantenimiento de la paz en los territorios
de la antigua Yugoslavia, fruto de los Acuerdos de Dayton) decidió sancionar al
régimen de Milosevic y propuso que el ex presidente del gobierno español Felipe
González, en calidad de representante de la OSCE, encabezara una misión
mediadora que pusiera fin a la llamada crisis de Kosovo. Pero dicha
representación fue rechazada por el dirigente serbio al considerar que se
inmiscuía en un asunto interno. No obstante, el emisario del gobierno
estadounidense, Richard Holbrooke (quien ya había logrado convocar las
reuniones de Dayton), consiguió que el líder albano-kosovar Ibrahim Rugova se
entrevistara una semana más tarde con Milosevic, dando así inicio a las
negociaciones de paz en ese territorio.
El inmediato recrudecimiento
del conflicto kosovar llevó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) a efectuar, el 15 de junio siguiente, unas maniobras aéreas cerca de la
frontera meridional serbia (al sur de Kosovo, en territorios de Albania y de la
Ex-República Yugoslava de Macedonia) para presionar al gobierno de Milosevic
con el objeto de que éste detuviera la represión contra la población albanesa
de Kosovo. Al día siguiente, Milosevic se comprometió, ante el presidente ruso
Borís Yeltsin, a aceptar las condiciones para la paz impuestas por la comunidad
internacional.
El 5 de octubre de ese año,
la UE, Estados Unidos y la propia OTAN, a través de Holbrooke, exigieron a
Milosevic que obedeciera el mandato de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) de proceder al alto el fuego, de forma "irreversible y
verificable". El presidente yugoslavo llegó a un acuerdo con Holbrooke el
13 de octubre que detuvo los nuevos planes de ataque aéreo de la OTAN y aceptó
la presencia en Kosovo de 2.000 supervisores de la OSCE. El día 27 de ese mes,
la OTAN renunció a intervenir tras comprobar el cumplimiento de lo acordado,
pero mantuvo la amenaza militar sobre Serbia. De hecho, a partir del 24 de
marzo de 1999 la OTAN bombardeó objetivos militares yugoslavos (en Serbia,
incluida Kosovo, pero también en Montenegro) ante la negativa de Milosevic a
aceptar los acuerdos de paz ya admitidos por la población albanesa de Kosovo.
La amenaza de la OTAN se dirigió desde el día siguiente a la destrucción del
Ejército yugoslavo si Milosevic no cedía. Éste rompió las relaciones
diplomáticas con Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido, si bien el
6 de abril declaró un alto el fuego unilateral y ofreció una negociación con
Ibrahim Rugova, el principal dirigente albano-kosovar, propuestas ambas que no
fueron tenidas en cuenta por la OTAN.
El Tribunal Penal
Internacional para la antigua Yugoslavia, con sede en La Haya (Países Bajos),
dictó el 27 de mayo siguiente una orden de detención contra Milosevic con
vistas a su procesamiento, que le acusaba de haber cometido durante los
primeros cuatro meses de 1999 crímenes contra la humanidad y violación de las
leyes de guerra en la provincia de Kosovo. Tras entrevistarse en Belgrado con
el enviado especial ruso, Víktor S. Chernomirdin y con el representante de la
UE (el presidente de Finlandia, Martti Ahtisaari), el 3 de junio cedió ante las
propuestas de los mediadores y aceptó las principales exigencias de la OTAN.
Siete días después, la OTAN suspendió los bombardeos sobre el territorio
yugoslavo tras verificar el inicio de la retirada de las tropas serbias de
Kosovo. Ese mismo día, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una
resolución que legitimaba la inmediata operación militar controlada por la OTAN
para desplegar fuerzas internacionales sobre Kosovo, así como la creación en
esa provincia de una administración civil bajo dependencia de la ONU. Desde
principios de julio siguiente, la oposición serbia, incluida la Iglesia
ortodoxa, que el 11 de agosto pidió elecciones anticipadas, se organizó con la
intención de poner fin a su régimen.
5 FIN DE SU RÉGIMEN
Convocadas elecciones
legislativas y presidenciales para el 24 de septiembre de 2000, Milosevic basó
su campaña en determinadas promesas de contenido social. Por su parte, la
oposición se agrupó en la coalición Oposición Democrática de Serbia (DOS), cuyo
candidato presidencial era Vojislav Kostunica, jurista y líder del Partido
Democrático de Serbia. El día 26 de septiembre, dos después de tener lugar
dichos comicios, la Comisión Electoral Federal anunció el triunfo de Kostunica,
quien habría obtenido el 48,2% de los votos (por el 40,2% de Milosevic), lo que
obligaba a una segunda vuelta. La DOS denunció dichos resultados por
fraudulentos, inició una campaña de desobediencia civil contra el régimen de
Milosevic y el 2 de octubre convocó una huelga general para lograr el
reconocimiento oficial del triunfo por mayoría absoluta de su candidato en la
primera vuelta. El 5 de octubre, tras conocerse la resolución del Tribunal
Constitucional de anular las elecciones presidenciales, miles de ciudadanos se
manifestaron en las calles de Belgrado para exigir la marcha de Milosevic y
ocuparon el Parlamento federal y la RTS (televisión pública serbia), mientras
las fuerzas policiales consentían los actos de los manifestantes. El 6 de
octubre Milosevic reconoció a Kostunica como nuevo presidente y al día
siguiente, éste era investido como tal por el Parlamento federal. Milosevic
manifestó su intención de proseguir su carrera política y el 25 de noviembre de
ese mismo año 2000 resultó reelegido presidente del Partido Socialista de
Serbia.
6 PROCESAMIENTO
El 1 de abril de 2001,
Milosevic, acusado por los tribunales de su país de malversación de fondos
públicos y abuso de poder, fue detenido y quedó en situación de prisión
preventiva. Mientras, la comunidad internacional reclamaba que fuera
extraditado y puesto a disposición del Tribunal Penal Internacional para la
antigua Yugoslavia. Este hecho se produjo el 28 de junio siguiente, por
decisión del gobierno serbio de Zoran Djindjic, que entró en conflicto con el
federal de Kostunica (que consideraba ilegal la extradición, prohibida por la
Carta Magna yugoslava, hasta que el Tribunal Constitucional federal verificara
la constitucionalidad de un anterior decreto ley del gobierno yugoslavo
permitiéndola).
Tras haber ingresado en la
prisión de Scheveningen horas después, Milosevic, en principio reclamado por
delitos vinculados al conflicto de Kosovo de 1999, vio como la fiscal general
del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, la suiza Carla del
Ponte, extendió la imputación a los presuntamente cometidos en Croacia entre
1991 y 1992, y en Bosnia-Herzegovina entre 1992 y 1995. El 12 de febrero de
2002 comenzó en La Haya el juicio contra Milosevic, el cual, acusado finalmente
de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio, asumió y
ejerció su propia defensa.
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