Conflicto Los Balcanes



Colegio Marco Tulio Salazar
Profesor: Roy Meza Campos


LOS BALCANES
Península de los Balcanes, península del sureste de Europa; limita al este con el mar Negro y el mar Egeo, al sur con el mar Mediterráneo, y al oeste con el mar Adriático y el mar Jónico. Ha tenido siempre una importancia estratégica como parte del puente terrestre que une Europa y Asia, y el mar Mediterráneo con el mar Negro. Abarca los territorios de Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Ex-República Federal de Macedonia, la República Federal de Yugoslavia, Albania, la Grecia continental, Rumania, Bulgaria y la Turquía europea. La frontera septentrional está definida geográficamente por el río Sava, por el curso inferior del Danubio, desde su confluencia con el Sava en Belgrado (capital de Serbia y de la República Federal de Yugoslavia), y por una línea trazada arbitrariamente desde el Sava superior hasta el Adriático, cerca de Rijeka, en Croacia. Este límite, con pocas excepciones, comprende los países denominados balcánicos, pero no tiene justificación geográfica. Se explica históricamente porque la región así definida (junto a Rumania, pero que no incluye Montenegro, Dalmacia, ni las islas Jónicas) constituyó la mayor parte del territorio europeo del Imperio otomano desde finales del siglo XV hasta el siglo XIX.


2  TERRITORIO Y RECURSOS
La mayor parte de la península de los Balcanes es montañosa y sus ríos fluyen en todas direcciones. La cuenca del Danubio constituye el sistema hidrográfico principal. Desde las vertientes meridionales de los montes Ródope, el río Vardar discurre hacia el mar Egeo y, en el punto más occidental de los Balcanes, el río Morava fluye hacia el Danubio. Los Balcanes forman la elevación montañosa más importante de la zona. Otros accidentes orográficos son los llamados Alpes Dináricos, que se extienden a lo largo de la costa adriática; la cadena montañosa de los Ródope, entre la Ex-República Yugoslava de Macedonia y el valle de Maritsa; los montes Pindo , al noroeste de Grecia; y varias cumbres aisladas de relevancia histórica, como los montes Olimpo, Peneiós y Ossa, en Grecia. El lago Escutari, entre Montenegro y Albania, y el lago Ohrid, en la frontera que separa Albania de la Ex-República Yugoslava de Macedonia, son los únicos importantes de la península. La parte meridional, que forma la tierra firme de Grecia, goza de un clima mediterráneo templado, pero el resto de la región sufre los crudos inviernos y los calurosos veranos propios del sur de Centroeuropa. La zona del noroeste tiene pocos valles y se caracteriza por sus colinas continuas y desiguales, mientras que la meridional presenta un terreno mucho más nivelado.

3  HISTORIA

Los Balcanes han estado habitados desde hace 200.000 años aproximadamente. A partir del año 7000 a.C. se desarrolló una cultura diferenciada de la edad de piedra. La península fue colonizada a partir del año 3500 a.C. por agricultores seminómadas procedentes de las estepas rusas y, más tarde, por los celtas durante la edad del bronce. Los eslavos aparecieron alrededor del siglo III y emigraron en gran número a la península durante el siglo VI. Las tribus búlgaras se establecieron en el siglo VII, y más tarde fueron asimiladas por los eslavos. Los colonos eslavos, magiares y germánicos evolucionaron en un aislamiento relativo debido a las barreras naturales que impedían la comunicación dentro de la península; así, cada grupo desarrolló su propia variante de religión, lengua y costumbres locales. Todos sufrieron persecuciones periódicas de los turcos.
Durante el periodo bizantino se estableció una forma de cristianismo ortodoxo en parte de los Balcanes, mientras que el islam se propagó por las regiones dominadas por los turcos. Desde finales de la edad media en adelante, los turcos otomanos conquistaron paulatinamente casi toda la península. Sin embargo, la balanza de poder en los Balcanes cambió una vez más después del sitio de Viena (1683), cuando los turcos otomanos fueron rechazados por los Habsburgo austriacos y por Rusia. Ambos poderes buscaban el acceso al mar que rodeaba la península. La conflictividad en los Balcanes fue históricamente un mal endémico y la zona continuó teniendo un papel clave en la luchas de poder europeas.
En el siglo XIX, las naciones balcánicas desarrollaron movimientos fuertemente nacionalistas que obligaron a Turquía a conceder un cierto grado de autonomía a cada nación. La Liga Balcánica de 1912 se constituyó para contrarrestar el dominio turco en el área; esto provocó las Guerras Balcánicas. Dos años más tarde, el paneslavismo contribuyó al estallido de la I Guerra Mundial, cuando el presunto heredero del emperador austriaco fue asesinado en Sarajevo por un joven nacionalista serbobosnio, Gavrilo Princip.
Tras el fin de la I Guerra Mundial, en 1918, y el desmantelamiento del Imperio otomano, Bosnia-Herzegovina, Dalmacia, Croacia, Eslavonia y las regiones de Banato y Carniola se unieron a Serbia y Montenegro para formar el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que después recibiría el nombre de Yugoslavia. Como consecuencia de las Guerras Balcánicas y de la I Guerra Mundial, la Europa turca dejó de existir a todos los efectos.
En el periodo de entreguerras, los líderes políticos intentaron evitar que los países balcánicos se convirtieran de nuevo en el ‘polvorín de Europa’. El Pacto de los Balcanes de 1934 intentaba unir a los países mediante un acuerdo de no agresión y garantizar así las fronteras balcánicas. Fue firmado por Yugoslavia, Turquía, Grecia y Rumania, pero la tensión internacional y las claras desavenencias que precedieron a la II Guerra Mundial no disminuyeron. Grecia, al igual que Turquía, resistió la infiltración de las potencias del Eje Roma-Berlín-Tokio, pero la influencia de la Italia fascista y la Alemania nazi fue considerable en otros países balcánicos. En abril de 1939, Italia se apoderó de Albania. En octubre de 1940, un año después del comienzo de la II Guerra Mundial, Italia invadió Grecia, pero fue rechazada hacia Albania, mientras los alemanes ocupaban Rumania y Bulgaria. Yugoslavia y Grecia sucumbieron ante los alemanes en 1941, a pesar de la bien organizada resistencia de la guerrilla que continuó luchando durante todo el conflicto bélico. Bulgaria y Rumania se unieron oficialmente al Eje, pero Yugoslavia y Grecia constituyeron gobiernos aliados en el exilio que al final de la guerra fueron reemplazados por gobiernos provisionales y, finalmente, por el Reino de Grecia (hoy República) y la República de Yugoslavia. Las fuerzas de resistencia albanesas establecieron un gobierno provisional, que consiguió el control después de la retirada alemana de los Balcanes y proclamó la República Popular de Albania. A consecuencia de la derrota del Eje, también se instituyó una república en Bulgaria. Yugoslavia, Grecia y Turquía firmaron en 1954 un segundo pacto balcánico que estipulaba la cooperación militar en caso de agresión. Tras el colapso del comunismo en 1991, cuatro repúblicas yugoslavas, Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia, se declararon independientes de Yugoslavia y estalló una guerra civil a gran escala, la llamada guerra de la antigua Yugoslavia.







Eslovenia (nombre oficial, Republike Slovenija, República de Eslovenia), república del sureste de Europa, situada en la península de los Balcanes. Limita al norte con Austria, al noreste con Hungría, al sureste y sur con Croacia, al oeste con Italia y al suroeste con el mar Adriático. Antigua república de Yugoslavia, Eslovenia proclamó su independencia en junio de 1991 y se unió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en mayo de 1992. La república tiene una superficie de 20.253 km². La capital y mayor ciudad es Liubliana.

2  TERRITORIO Y RECURSOS
Eslovenia es montañosa, con un paisaje alpino muy similar en las zonas del norte y oeste del país al de Austria (norte) e Italia (oeste), y alberga regiones densamente arboladas. El tercio oriental de la República se encuentra dentro del Karst (Krǎs en esloveno, Carso en italiano), una estéril meseta caliza rota por depresiones y crestas montañosas. El punto mas alto del país, el monte Triglav, se eleva hasta 2.863 m y forma parte de los Alpes Julianos en el noroeste del país. Los ríos Mura, Drava y Sava fluyen por el centro y el noreste del territorio esloveno. Una franja costera se extiende a lo largo del mar Adriático durante 46,6 km y establece la frontera suroeste del país.
 Las ciudades de la costa gozan de un clima templado mediterráneo, mientras en las montañas del norte a menudo tienen inviernos duros y veranos lluviosos. Las mesetas del este, donde está situada Liubliana, tienen un clima continental más moderado con veranos de templados a cálidos e inviernos fríos.
Dos símbolos nacionales, el tilo y la gamuza se pueden encontrar por todo el país. Los dos recursos naturales más abundantes en Eslovenia son el carbón graso y el lignito; otros recursos son plomo, cinc, mercurio, uranio y plata, así como gas natural y petróleo.

4  POBLACIÓN
 Los eslovenos, un grupo étnico eslavo, constituyen alrededor del 88% de la población del país. El idioma oficial de la república es el esloveno. Al contrario de lo que ocurre con otras culturas eslavas, los eslovenos han recibido influencias de las culturas italiana, alemana y austriaca durante más de un milenio, por lo que a pesar de sus más de 70 años de afiliación con Yugoslavia, la cultura eslovena tiene muchas similitudes con las culturas alemana e italiana. El esloveno se escribe con el alfabeto latino —al contrario de lo que ocurre con el serbio y la mayoría de los idiomas eslavos, que usan el alfabeto cirílico— y tiene muchos dialectos. La mayor parte de la población es católica. Los serbios (alrededor del 2%), croatas (alrededor del 3%) y otros grupos étnicos (alrededor del 7%) constituyen el resto de la población eslovena. Además, a comienzos de la década de 1990 Eslovenia dio asilo a unos 60.000 refugiados que habían huido de la guerra que se desarrollaba en Bosnia-Herzegovina.

La mitad de su población aproximadamente vive en áreas urbanas, en particular en Liubliana (330.000 habitantes en 1997), Maribor (103.113 habitantes), Celje (39.782 habitantes) y Kranj (36.770 habitantes), las mayores ciudades de Eslovenia. El resto vive en zonas rurales a lo largo de todo el territorio, y son numerosos los pueblos alpinos donde el esquí es una de las formas de recreo más populares. En las ciudades los eslovenos disfrutan de conciertos, óperas y galerías de arte. La población de Eslovenia en 2002 ascendía a 1.932.917 habitantes, con 95 hab/km² de densidad de población.

El gobierno esloveno obliga a que todos los niños reciban 8 años de educación, de los 7 a los 15 años. Casi todos los eslovenos de más de 10 años saben leer y escribir y aunque no es obligatorio de forma legal, la mayor parte de los alumnos continúan sus estudios después de la secundaria. Hay 27 instituciones de educación superior entre las que se encuentra la Universidad de Liubliana (1595).

6  GOBIERNO
La República de Eslovenia comienza a destacar como una vigorosa democracia. El 23 de diciembre de 1991 fue aprobada una nueva constitución que garantiza el sufragio universal para todos los ciudadanos mayores de 18 años (los menores a partir de los 16 pueden votar siempre y cuando estén trabajando), libertad religiosa y libertad de prensa entre otros derechos civiles, además de establecer un sistema multipartidista. Los partidos más importantes del país son el Partido Liberal Demócrata (LDS), los Cristiano-Demócratas Eslovenos (SKD), la Lista Unida de los Socialdemócratas (ZLSD), el Partido Nacional Esloveno (SNS), el Partido Popular Esloveno (SLS) y los Verdes de Eslovenia (ZS), escindido este último en dos corrientes.

El Parlamento está formado por la Cámara del Estado, de 90 miembros y que elabora las leyes de la República, y el Consejo de Estado, de 40 miembros y que sólo puede proponer leyes o pedir la reconsideración de una decisión adoptada en la Cámara del Estado. Los miembros de ésta tienen un mandato de cuatro años y los del Consejo de cinco. El primer ministro, la verdadera cabeza del Estado, es elegido por la Cámara para un periodo de cuatro años, mientras el presidente de la República lo es para cinco por votación popular.
Hay ocho tribunales de justicia, cuatro de apelación y un tribunal supremo. La Asamblea elige a todos los jueces, incluso a los miembros del Tribunal Supremo. Eslovenia tiene una extensa red de programas de servicios sociales patrocinados por el gobierno, entre los que se encuentran una cobertura médica de bajo coste y pensiones de jubilación.
La república tiene un Ejército de aproximadamente 7.600 soldados en activo, con una fuerza en la reserva de unos 85.000. El servicio militar obligatorio comienza a los 18 años y dura siete meses. Eslovenia es miembro del Consejo de Europa y de la ONU. También ha firmado acuerdos de defensa con Austria y Hungría.

7  HISTORIA 
Bajo el Imperio romano (27 a.C.-476 d.C.) el territorio de la actual Eslovenia formó parte de las provincias de Panonia y Noricum. Durante el siglo VI d.C., la región fue invadida por los ávaros de origen mongol y posteriormente por los eslavos quienes se deshicieron de la dominación ávara. A esto siguió un periodo de dominación bávara, durante la cual la mayor parte de la población se convirtió al catolicismo. En el año 623 el jefe franco Samo creó el primer Estado independiente esloveno, que se extendía desde el lago Balatón (que hoy pertenece a Hungría) hasta el Mediterráneo. Duró hasta finales del siglo VIII, cuando la región pasó a formar parte del Imperio franco. En el siglo X fue reorganizado como el ducado de Carantania por el emperador Otón I el Grande del Sacro Imperio Romano Germánico. Desde 1335 hasta 1918 —excepto un breve intervalo entre 1809 y 1814— los eslovenos fueron gobernados por los Habsburgo, del Imperio Austro-Húngaro, englobados en las provincias de la corona austriaca de Kärnten (Carintia), Carniola y Steiermark (Estiria), excepto una minoría integrada en la república de Venecia. Durante las Guerras Napoleónicas, Francia arrebató la región a Austria y reorganizó el territorio creando las provincias Ilíricas que perduraron desde 1809 hasta 1814. Este breve periodo de mandato liberal francés favoreció el nacionalismo esloveno y eslavo del sur que habría de triunfar al finalizar la I Guerra Mundial en 1918, con la formación del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (que recibió en 1929 el nuevo nombre de Yugoslavia, que significa ‘tierra de los eslavos del sur’). En 1941, durante la II Guerra Mundial (1939-1945), Alemania, Hungría e Italia se repartieron el territorio. A pesar de traslados forzosos de población durante la guerra, desde 1945 la mayoría de los eslovenos ha vivido en la república eslovena, que en 1947 también adquirió de Italia los distritos de habla eslovena en el mar Adriático (en Istria).
El descontento con la federación yugoslava creció durante la década de 1980, demandando primero una mayor autonomía y luego la independencia. En abril de 1990, mientras el poder comunista se tambaleaba por toda la Europa del Este, Eslovenia (todavía integrada en la federación yugoslava) celebró sus primeras elecciones multipartidistas desde la II Guerra Mundial. La coalición vencedora solicitó la independencia y casi el 90% de la población eslovena votó a favor de la misma en el referéndum que tuvo lugar el 23 de diciembre de 1990. El 25 de junio de 1991, tras varios contratiempos políticos, como la negativa serbia a transferir la presidencia rotatoria del país al representante croata, Eslovenia y Croacia declararon su independencia de Yugoslavia. El Ejército Popular Yugoslavo (JNA), dominado por los serbios, envió fuerzas a ambas repúblicas en un intento de mantener la integridad yugoslava. En Eslovenia se produjo una guerra que sólo duró diez días, en la cual las fuerzas eslovenas derrotaron al JNA. Esta derrota, junto al interés mostrado por el JNA en controlar Croacia, permitió a Eslovenia asegurarse con rapidez la independencia así como el reconocimiento internacional de la misma. El 5 de enero de 1992 la Unión Europea, encabezada por Alemania, reconoció la independencia de Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina. Estados Unidos reconoció su independencia el 7 de abril.
Las primeras elecciones presidenciales y parlamentarias de la nueva república independiente tuvieron lugar el 6 de diciembre de 1992, resultando triunfador el candidato independiente Milan Kucan que fue proclamado presidente de la república con el 64% de los votos. El Partido Liberal Democrático, de tendencia moderada y encabezado por el primer ministro Janez Drnovsek, obtuvo la mayoría de los 130 escaños en el Parlamento bicameral; los cristiano-demócratas obtuvieron el 14,9% de los votos.
Desde su reconocimiento en 1992, Eslovenia ha llevado adelante una serie de reformas económicas y se ha unido a varias organizaciones internacionales. El país se ha convertido también en un lugar seguro para los refugiados de las repúblicas vecinas destrozadas por la guerra; hacia mediados de 1993, unas 70.000 personas habían buscado refugio en Eslovenia, y en 2000 todavía permanecían unas 2.816 personas. Las tensiones fronterizas con Italia y Croacia fueron las únicas complicaciones que entorpecían el establecimiento de la plena soberanía eslovena. En 1994 y comienzos de 1995 se realizaron progresos para resolver estas disputas; en enero de 1994 se llegó a un acuerdo con Croacia acerca del desmantelamiento de las centrales nucleares que compartían. La disputa con Italia se refiere a unas antiguas tierras italianas en la península de Istria, en Eslovenia occidental. Italia demanda reparaciones económicas para los ciudadanos italianos que anteriormente poseían tierras en el actual territorio de Eslovenia y amenaza incluso con bloquear la entrada de Eslovenia en la Unión Europea a causa de este tema. A comienzos de 1995 Italia reconsideró su postura mientras las dos partes se acercaban a un acuerdo.
El 10 de noviembre de 1996 se celebraron elecciones legislativas. El partido del primer ministro Janez Drnovsek, el Demócrata Liberal, obtuvo el mayor número de escaños en la cámara baja del Parlamento, seguido por el Partido Popular, de talante conservador, y por el socialdemócrata. Sin embargo, los liberales no lograron la mayoría absoluta, por lo que tuvieron que constituir un gobierno de coalición de centro-derecha. En enero de 1997 el Parlamento volvió a elegir como jefe del ejecutivo a Drnovsek. En noviembre de ese mismo año tuvieron lugar elecciones presidenciales, en las que Milan Kucan resultó reelegido de manera aplastante, derrotado a su oponente Janez Podobnik, del Partido Popular.
Eslovenia, gracias a su buena situación económica y a su estabilidad política, es la única de las antiguas repúblicas de Yugoslavia con posibilidades de entrar a formar parte de organizaciones como la Unión Europea o la Organización del Tratado del Atlántico Norte.


Croacia (nombre oficial, Republika Hrvatska, República de Croacia), república situada en el sureste de Europa, dentro del sector noroccidental de la península de los Balcanes. Limita al noroeste con Eslovenia, al noreste con Hungría, al este y sur con Bosnia-Herzegovina, al este con la República Federal de Yugoslavia y al oeste con el mar Adriático. El área alrededor de la ciudad croata de Dubrovnik, localizada en la punta más meridional de la alargada línea costera croata bañada por el mar Adriático, tiene un pequeño tramo fronterizo con Montenegro. Con anterioridad a 1991, Croacia era una república federada de Yugoslavia. El 25 de junio de ese año proclamó su independencia. La guerra civil estalló entonces en la república cuando la etnia serbia, respaldada por el Ejército Popular de Yugoslavia (JNA en serbocroata), se alzó en armas contra tal decisión; los serbios llegaron a controlar cerca del 28% del territorio croata a mediados de 1995, en la autoproclamada República Serbia de Krajina (RSK). Croacia tiene una superficie de 56.510 km². Zagreb es la capital de la república y la ciudad más grande.

POBLACIÓN
 Étnicamente, los croatas constituían alrededor del 78%, según el censo de 1990 (que establecía una población de 4.753.551 habitantes), los serbios, el 12% y los musulmanes el 0,9%, seguidos de eslovenos (0,5%), húngaros (0,5%), italianos (0,4%) y albaneses (0,3%). La guerra, sin embargo, ha provocado un gran número de víctimas y un cataclismo demográfico entre los habitantes de la república. La población total de Croacia, según estimaciones para 2002, era de 4.390.751 habitantes.
Como se ha señalado, los serbios forman el segundo grupo étnico importante (alrededor del 12%, según el censo de 1990). La amplia mayoría vive en los enclaves de Krajina (en Croacia occidental y central), Eslavonia Oriental (en la frontera con Serbia), y en el área alrededor de Okucani (en Eslavonia Occidental). Todos estos territorios fueron unificados en 1991 en la autoproclamada República Serbia de Krajina (RSK); a raíz de ello, unos 300.000 croatas fueron desplazados. La lengua oficial de la república es la versión occidental del serbo-croata, denominada croato-serbio en Croacia, o, familiarmente, croata. Tras el comienzo de la guerra con Serbia en 1991, muchos croatas procuraron diferenciar la lengua croata de la utilizada por los serbios, al resucitar palabras arcaicas y acentuar la diferencia en el uso de la escritura. El croata se escribe mediante la utilización del alfabeto latino, mientras el serbio utiliza el alfabeto cirílico, común entre otras lenguas eslavas, particularmente el ruso. Los croatas también han rechazado el Acuerdo de Novi Sad de 1954, que declaraba al serbo-croata como una única lengua con dos tipos de escritura. Las diferencias en la escritura son parte del resultado de las diferentes religiones que profesan los dos grupos: la mayor parte de los croatas son católicos, mientras que la mayoría de los serbios pertenecen a la rama serbia de la Iglesia ortodoxa; sin embargo, sólo un pequeño porcentaje de los serbios practican su religión.
Un poco más de la mitad de la población vive en áreas urbanas, particularmente en las ciudades más grandes de la República: Zagreb, el primer centro industrial, con una población de 706.770 habitantes en 1991; y las ciudades portuarias de Split, con 189.388 habitantes; Rijeka, con 167.964 habitantes; y Osijek, con 104.761 habitantes, que constituye otro importante núcleo industrial. El resto vive en ciudades más pequeñas, entre las que están Zadar, Pula, Karlovac, Slavonski Brod, Dubrovnik y Sisak, y en pequeñas comunidades rurales.
La educación preescolar, primaria y secundaria es gratuita para todos los ciudadanos; la educación primaria y el nivel inferior de la secundaria (de 7 a 15 años) es obligatoria; el nivel superior de la educación secundaria o preparatoria (a partir de los 15 años) es opcional. En 1998-1999, 202.999 alumnos estaban inscritos en las escuelas primarias y 426.915 en las escuelas secundarias. El 99,8% de la población adulta está alfabetizada. Croacia tiene 61 instituciones de educación superior, con cuatro universidades localizadas en Zagreb (1669), Split (1974), Rijeka (1973) y Osijek (1975), y tres escuelas politécnicas.

GOBIERNO

El 22 de diciembre de 1990, el gobierno de Croacia promulgó una Constitución democrática, mientras todavía era una de las repúblicas integrantes de la República Federal Socialista de Yugoslavia. El texto constitucional garantiza los derechos humanos básicos, entre los que se encuentra el derecho a la autonomía cultural de las minorías étnicas y a la asistencia sanitaria. El presidente de la República es el jefe del Estado, elegido por sufragio popular directo para un periodo de cinco años y dotado de amplios poderes. El presidente convoca cada cuatro años elecciones legislativas para renovar el Parlamento (Sabor), y designa a los miembros del Consejo de Ministros (gabinete), presidido por el primer ministro.

El Parlamento croata consta de dos cámaras legislativas: la Cámara de los Representantes (Zastupnički Dom), integrada por 151 miembros (de los que 5 pertenecen a las distintas minorías étnicas del país), es la encargada de aprobar todas las leyes; y la Cámara de los Distritos (Zupanski Dom), constituida por 68 miembros y en la que sólo se puede proponer o requerir la revisión de las leyes ya aprobadas. Los miembros de ambas cámaras son elegidos por sufragio universal para un periodo no obligatorio de cuatro años. Las elecciones a la Cámara de los Diputados se establecen por una mezcla de representación proporcional y mayoritaria; los de la Cámara de los Distritos lo son por representación proporcional. Los miembros de esta última son elegidos en grupos de tres por los ciudadanos de sus respectivos condados y distritos.

Croacia se divide administrativamente en 20 condados, 1 distrito (Zagreb), 68 ciudades y 324 municipios, todos administrados por los ayuntamientos elegidos democráticamente. Los partidos políticos principales son: la nacionalista Comunidad Democrática Croata (HDZ), el Partido Campesino Croata (HSS), el Partido Social Liberal Croata (HSLS), el Partido Socialdemócrata (los anteriores comunistas), el ultranacionalista Partido del Derecho Croata, los Demócratas Independientes Croatas (HND, grupo disidente del HDZ) y la regionalista Asamblea Democrática de Istria.

El Tribunal Supremo es la máxima autoridad judicial en Croacia. Todos los jueces son designados por la Cámara de los Distritos, por recomendación de la Cámara de los Diputados. Hay también un Tribunal Constitucional, así como varios tribunales de revisión y apelación.

En junio de 1993, las Fuerzas Armadas croatas ascendían a 103.300 efectivos, más 180.000 en la reserva. El personal en servicio activo en 2001 integraba 50.700 soldados en el Ejército de Tierra, 3.000 en la Armada, y 4.600 en las Fuerzas Aéreas. También había 40.000 policías militares armados en Croacia. Según la legislación croata, es obligatoria la realización durante diez meses del servicio militar por parte de todos los varones.

Croacia ingresó en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en mayo de 1992, y también forma parte de la Iniciativa Europea Central, un grupo que promueve la cooperación regional, política y económica. Croacia es, además, miembro de pleno derecho en el Consejo de Europa desde 1996.

10  HISTORIA
Croacia formó parte de la provincia de Panonia bajo el Imperio romano, la cual fue conquistada por los ávaros, un pueblo mongol, en el siglo VI d.C. Durante el siglo VII, los croatas conquistaron el territorio de los ávaros, aunque poco después fueron conquistados por los francos. Después, la región se transformó en el ducado de Croacia y Eslavonia.

En el 925, Croacia se convirtió en un reino independiente cuya existencia se prolongó hasta el final del siglo XI, momento en que un periodo de anarquía política llevó a la intervención del reino de Hungría. A excepción de las puntuales ocupaciones por el Imperio otomano, la mayor parte de lo que en la actualidad es la República de Croacia fue un reino autónomo dentro del Imperio austriaco de los Habsburgo desde 1102 hasta la revolución húngara de 1848, aunque Dalmacia e Istria estuvieron dominadas en diferentes ocasiones por Venecia y Francia. Croacia y Eslavonia se constituyeron entonces como territorios separados de la Corona austriaca. En 1867 se formó el Imperio Austro-Húngaro y Croacia fue asignada al Reino de Hungría al año siguiente. Croacia obtuvo su autonomía y se unió oficialmente con Eslavonia en 1881. La política de ‘magiarización’ de Hungría y, después de 1904, las prácticas comerciales antiserbias fraguaron una solidaridad eslava del sur (‘solidaridad yugoslava’) entre los tradicionalmente competidores serbios y croatas, que unieron sus fuerzas para enfrentarse a Hungría, enfrentamiento que se mantuvo durante la I Guerra Mundial, en la cual la mayor parte de los croatas y serbios lucharon unidos, con la esperanza de crear un reino que uniera a todos los pueblos eslavos del sur.

El 1 de diciembre de 1918, tras la desintegración del Imperio Austro-Húngaro, Croacia se convirtió en parte del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos bajo la monarquía del rey serbio Alejandro I Karagjorgjevic. Cuando el conflicto entre las nacionalidades croata y serbia se incrementó, Alejandro implantó un régimen dictatorial y en 1929 pasó a designar al reino con la denominación de Yugoslavia (‘tierra de los eslavos del sur’). La tensiones entre ambos grupos étnicos continuaron y la historia del estado durante el periodo de entreguerras estuvo marcada por las reivindicaciones croatas a favor de una mayor autonomía política. El propio Alejandro I fue asesinado en un atentado organizado por extremistas croatas en 1934, y el movimiento fascista Ustaša comenzó a desarrollarse con el apoyo entre los campesinos croatas descontentos. En 1939 se llegó a un acuerdo por el que se creó la banovina autónoma de Croacia, que englobaba parte de Bosnia.

En 1941, cuando Yugoslavia fue ocupada durante la II Guerra Mundial, se formó un nuevo estado croata como resultado de la invasión y desmembramiento de Yugoslavia por las fuerzas de la Alemania nazi. Italia apoyó al régimen profascista dominado por los ustaši, dirigidos por Ante Pavelic, que afectó a la mayor parte de Croacia y Bosnia y que practicó una política de exterminio de las minorías étnicas; un considerable número de judíos, serbios, gitanos y disidentes políticos murieron en los campos de exterminio. Los yugoslavos lucharon entre sí durante el resto de la guerra, en particular los partisanos comunistas dirigidos por Josip Broz Tito, un croata que combatió contra el régimen fascista croata que contaba con el apoyo de Italia.

El régimen ustaša fue derrocado en 1944, y, tras terminar la guerra, Tito intentó reconciliar a todas las etnias de Yugoslavia con la creación de la República Federal Socialista de Yugoslavia, con Croacia como una de las repúblicas integrantes. Por los términos del tratado de paz con Italia firmado en 1947, la mayor parte de Istria, anteriormente perteneciente a soberanía italiana, fue incorporada a Croacia. Durante las décadas de 1960 y 1970 la belleza de las costas adriáticas de Croacia y los emplazamientos históricos atrajeron a los turistas, lo que contribuyó a la mejora de la economía yugoslava. Uno de los legados del régimen ustaša fue la hostilidad del gobierno federal yugoslavo a cualquier expresión del nacionalismo croata, el cual se equiparó con el fascismo. La irritación de los croatas hacia esta actitud, y el resentimiento a que los ingresos procedentes del turismo sirvieran para sostener a las regiones más pobres de la federación, reavivó el nacionalismo croata, siempre favorable a una mayor autonomía.

10.1  Croacia independiente

Como consecuencia de la muerte de Tito en 1980, las tensiones entre Croacia y el gobierno yugoslavo, controlado por los serbios, empeoraron. Hacia el final de la década de 1980 las demandas en favor de mayor autonomía habían sido sustituidas por la petición de la independencia total respecto de Yugoslavia. Los disidentes croatas, dirigidos por Franjo Tudjman, adquirieron cada vez más fuerza. Tudjman creó la nacionalista Comunidad Democrática Croata (HDZ) en 1989, después de que, ante la debilidad del gobierno comunista, éste autorizara a los partidos políticos a participar en el proceso de apertura democrática. La HDZ rápidamente se convirtió en un partido de masas y Tudjman empezó a hacer campaña con vistas a la celebración de elecciones multipartidistas, convocadas por el partido comunista (renombrado la Liga de Comunistas de Croacia-Partido de Reforma Democrática) para abril y mayo de 1990. Sus llamadas a una Gran Croacia provocaron las protestas de la etnia serbia en Croacia, pese a lo cual la HDZ triunfó en las elecciones y obtuvo la mayor parte de los escaños en la Asamblea.

Tudjman, elegido presidente, intentó inicialmente calmar los temores serbios al hacer ciertas concesiones, como el nombramiento de un vicepresidente serbio. Sin embargo, frustró rápidamente a los serbocroatas a través de medidas como la adopción de una nueva bandera y uniformes policiales con connotaciones del odiado régimen ustaša. Organizado por los serbios residentes en el área de Krajina, se convocó un referéndum ese mismo año sobre la concesión de la autonomía para los serbocroatas. La inmensa mayoría de la población votó por la autonomía. En diciembre se habían constituido tres regiones autónomas serbias (RAS): Krajina, Eslavonia Oriental y Eslavonia Occidental (Eslavonia Oriental tenía una población predominantemente serbia, pero Eslavonia Occidental era principalmente de mayoría croata). El gobierno de Tudjman no reconoció estas entidades y cuando el resto de Croacia votó por su independencia de Yugoslavia, en junio de 1991, la minoría étnica serbia, constituida por unas 600.000 personas, se opuso firmemente, optando por permanecer dentro del Estado federal yugoslavo o, en su defecto, por integrarse en un gran Estado serbio. Pronto comenzó una violenta guerra, interrumpida por frecuentes y breves treguas, en la que se hicieron tristemente célebres los sitios por parte del JNA a algunas de las principales ciudades de la zona, como Vukovar. Al final de 1991, cerca de un tercio del territorio croata había sido ocupado por los serbios, con el respaldo del Ejército Popular de Yugoslavia (JNA). En diciembre, la Comunidad Europea (CE, actual Unión Europea) y la ONU intentaron la mediación entre Croacia y las tres repúblicas autónomas serbias, que se habían unido para autoproclamar la República Serbia de Krajina, que fue declarada ilegal por las autoridades croatas.

La condición de Croacia como Estado independiente y soberano fue reconocida por el canciller de Alemania Helmut Kohl el 23 de diciembre de 1991. Posteriormente, el 15 de enero de 1992, lo hicieron el resto de los países de la CE, provocando un reconocimiento internacional generalizado. El 2 de enero, con anterioridad al reconocimiento por la CE, se firmó un alto el fuego incondicional entre el JNA y la Guardia Nacional Croata. La ONU envió una fuerza de 14.000 efectivos para mantener la paz (Unprofor), asegurar la retirada de las fuerzas del JNA de Croacia y desmilitarizar los tres enclaves serbios. Las tropas de la ONU, sin embargo, tuvieron un éxito muy limitado. Aunque las fuerzas del JNA se retiraron, las fuerzas serbocroatas se hicieron con el control del territorio que habían conseguido en 1991, forzando la salida de unos 300.000 croatas que vivían en Eslavonia Oriental.

Una segunda fase de conflictos armados se inició en junio, a pesar de la presencia de las tropas de la ONU, cuando las fuerzas croatas intentaron retomar los territorios en poder de los serbios. Mientras, los problemas internos en Croacia llevaron a una restricción de las libertades democráticas; el gobierno suprimió ciertos periódicos y comenzó a arrestar a los opositores a Tudjman.

Las elecciones legislativas celebradas en agosto de 1992 dieron el triunfo a Tudjman, que resultó reelegido jefe del Estado. Igualmente, su partido, la HDZ, resultó el más votado en las elecciones para la Cámara de los Distritos (cámara alta) de febrero de 1993. Desde 1992 Croacia también había empezado a apoyar a la población croata de Bosnia-Herzegovina, que habitaba en un tercio del territorio bosnio, creando un enclave en el suroeste conocido como Herzeg-Bosna, con capital en Mostar; algunos de los miembros más extremistas de la HDZ bosnia abogaban por la unión con Croacia. La Unión Europea amenazó con aplicar sanciones a Croacia si ésta no finalizaba su participación militar en Bosnia-Herzegovina, con pocos resultados positivos.

A mediados de 1993, se había puesto en claro que el plan de paz de Vance-Owen, propuesto por el político británico David Owen (designado por la CE) y el estadounidense Cyrus Vance (por la ONU), había fracasado. En enero de 1993, una nueva ofensiva había sido lanzada por Croacia, cruzando las líneas del Unprofor, contra el enclave serbio de Krajina, a pesar de las amenazas de la República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) de intervenir. Enfrentamientos intermitentes continuaron a lo largo de todo el año, y, en octubre, la presencia del Unprofor fue renovada por el Consejo de Seguridad de la ONU. Las negociaciones continuaron y el acuerdo bilateral entre Croacia y Serbia se firmó el 19 de enero de 1994, comprometiéndose ambas partes a la restauración de los enlaces de comunicaciones y transporte entre las dos repúblicas. Sin embargo, los serbocroatas todavía ocupaban alrededor del 30% del territorio croata, por lo que el presidente de Serbia Slobodan Milosevic rehusó incluir una cláusula de reconocimiento mutuo en el acuerdo, el cual habría ayudado a los esfuerzos de Croacia para reintegrar Krajina y las otras repúblicas autónomas serbias.

Las perspectivas de una solución pacífica se hicieron más remotas con la celebración de elecciones, celebradas en enero, para la presidencia de la autoproclamada República Serbia de Krajina, que dio la victoria a Milan Martic, aliado de Milosevic y totalmente opuesto a la reintegración en Croacia. En marzo de 1994, el gobierno bosnio, los bosniocroatas y Croacia firmaron un acuerdo por el que concibieron la creación de una nueva federación de musulmanes y croatas bosnios, con un acuerdo confederal a largo plazo con Croacia. La tensión mantenida entre los croatas y los serbocroatas continuó a lo largo del año, a pesar de la presencia de las tropas de Unprofor que actuaban como una barrera entre las fuerzas croatas y las áreas de dominio serbio. El conocido plan de paz Z-4 de los embajadores de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, presentado en noviembre de ese año, proponía que los serbios cedieran la mitad del territorio que ellos controlaban en Croacia al gobierno croata, a cambio de la extensa autonomía regional en las áreas de dominio serbio. Sin embargo, ambas partes rechazaron este plan. En diciembre se negoció un acuerdo entre el gobierno croata y los dirigentes del territorio croata bajo dominio serbio, consiguiéndose el restablecimiento de los servicios básicos y la reapertura de las carreteras estratégicas.

La inestable paz en Croacia estuvo amenazada cuando Tudjman anunció en junio de 1995 que Unprofor abandonaría el territorio en junio. El gobierno croata, bajo la presión de unos 300.000 croatas desplazados, temía que la presencia de Unprofor fuera a consolidar el dominio serbio en Krajina y en las repúblicas autónomas serbias. Tudjman finalmente acordó en marzo permitir que una fuerza mucho más reducida de la ONU permaneciera en Croacia seis meses más, pero insistió que el nombre de la fuerza se cambiaría para reflejar la condición de independencia de Croacia y que el número de tropas que ocupaban Croacia se redujera en casi dos terceras partes. Entonces, a comienzos de mayo 1995, las fuerzas croatas cruzaron las líneas de la ONU y atacaron un enclave de dominio serbio en Eslavonia Oriental; los serbios inmediatamente respondieron mediante el bombardeo de Zagreb. Los serbios, finalmente, se vieron forzados a evacuar la región. La extensión del territorio reconquistado fue pequeña (alrededor de 500 km2 de los 16.500 km2 de territorio bajo dominio serbio), pero supuso la ofensiva croata más importante desde 1991. También posibilitó a Croacia establecer el control de la autopista que une Zagreb y Belgrado. Sin embargo, la ofensiva, al producirse unos días después del final de un alto el fuego de cuatro meses en Bosnia-Herzegovina, amenazó con resucitar el conflicto en toda la región de la antigua Yugoslavia.

Aquellos temores se incrementaron durante junio y julio, cuando las fuerzas serbobosnias atacaron y finalmente tomaron los ‘enclaves de seguridad’ custodiados por la ONU para la población musulmana de Bosnia de Srebrenica y Zepa. El ataque también alcanzó a Bihac, en el noreste de Bosnia-Herzegovina. Los serbocroatas se unieron al ataque, mientras Croacia, según sus acuerdos con el gobierno bosnio, acordó intervenir para proteger a los musulmanes bosnios. El 29 de julio, Croacia entró en guerra rompiendo el cerco de Bihac, invadiendo la Bosnia ocupada por los serbios. Fracasados los intentos pacificadores, en agosto el Ejército croata acabó con la República de Krajina en prácticamente dos días. A finales de mes, unos aviones de la OTAN bombardearon posiciones serbobosnias, mientras que la ofensiva conjunta de croatas y musulmanes obligó a los serbobosnios a aceptar las negociaciones de paz. Éstas se desarrollaron durante 21 días en Dayton (estado de Ohio, en Estados Unidos), bajo la presión estadounidense. El 21 de noviembre de 1995 se establecieron unos pactos de paz, los denominados Acuerdos de Dayton, que fueron ratificados en París en el mes de diciembre.

En octubre de 1995 se celebraron elecciones legislativas y municipales que dieron la victoria al partido presidencial, la Comunidad Democrática Croata (HDZ), frente a una oposición muy desunida. La HDZ obtuvo el 45% de los votos, que le permitieron ocupar 75 escaños de la Cámara de Diputados.

El 6 de noviembre de 1996, Croacia se convirtió en el miembro número 40 del Consejo de Europa. Solicitada su inclusión en 1992, le fue concedida en abril de 1996, pero se postergó hasta el mes de noviembre debido a las violaciones de los derechos civiles recogidos en la Convención Europea sobre Derechos Humanos de 1950. Esta admisión supuso un espaldarazo a las pretensiones croatas por lograr su plena inclusión en la Unión Europea.

Tudjman fue reelegido presidente de Croacia, para un periodo de cinco años, en la primera vuelta de las elecciones celebradas el 15 de junio de 1997, en la que consiguió el 61% de los votos. La participación fue tan sólo del 57%. El candidato del Partido Socialdemócrata, Zdravko Tomac, quedó en segundo lugar, con el 21% de los votos, y el del Partido Social Liberal, Vlado Gotovac, obtuvo el 18% de los mismos. Uno de los principales objetivos de la política de Tudjman al inicio de su nuevo mandato fue la reintegración, prevista para julio de 1997, de Eslavonia Oriental en Croacia, un enclave protegido por la ONU donde residen unos 140.000 serbios. Esto permitiría el regreso de 100.000 croatas a este territorio, del que fueron expulsados durante la guerra.

Pese a producirse con varios meses de retraso, Croacia reintegró Eslavonia Oriental a su soberanía en enero de 1998.

10.2  Croacia después de Tudjman

La grave enfermedad de Tudjman llevó al Parlamento a aprobar el 24 de noviembre de 1999 una ley que permitía declarar la incapacidad temporal del presidente de la República. Dos días después, el presidente del Parlamento, Vlatko Pavletic, asumió las funciones de Tudjman, que falleció el 11 de diciembre de ese año. Ese mismo mes, pocos días antes de las elecciones legislativas, el Partido Socialdemócrata y el social liberal HSLS eligieron un candidato común para las presidenciales: el social liberal Drazen Budisa. Las elecciones legislativas, celebradas el 3 de enero de 2000 supusieron la victoria de la coalición socialdemócrata y social liberal, que obtuvo el 40,9% y 72 diputados, en tanto que la otra coalición opositora, de centro, formada por el Partido Campesino Croata (HSS), el Partido Liberal (LS), la Asamblea Democrática de Istria y el Partido Popular (HNS) logró el 15,7% y 24 diputados. La HDZ, el hasta entonces partido gubernamental, del fallecido Tudjman, fue la gran derrotada, con tan sólo el 24,3% y 46 diputados. El socialdemócrata Ivica Racan juró el 27 de enero el cargo de primer ministro.


Bosnia-Herzegovina (nombre oficial, Bosna i Hercegovina, Bosnia y Herzegovina), república del sureste de Europa situada en la península de los Balcanes; limita al norte y oeste con Croacia, y al este y sur con Serbia y Montenegro. Parte constituyente de Yugoslavia, declaró su independencia en 1992, lo que provocó el estallido de una guerra civil. Su territorio ocupa 51.129 km² de superficie y Sarajevo es la capital, si bien la ciudad de Banja Luka es, desde la conclusión de la guerra, la sede de gobierno de los serbios de Bosnia.

POBLACIÓN
Antes de la guerra, en 1990, la república yugoslava de Bosnia-Herzegovina tenía 4.359.674 habitantes. Los musulmanes suníes constituyen el mayor grupo étnico (44% de la población); los serbios ortodoxos suponían, antes de la guerra, el 31%, y los croatas católicos el 17%. Los tres grupos hablan serbo-croata (véase Lenguas yugoslavas). Sarajevo, con 360.000 habitantes en 1997, Zenica (96.027 habitantes), Banja Luka (142.644 habitantes), Tuzla (121.717 habitantes) y Mostar (24.606 habitantes) son las principales ciudades.

GOBIERNO

La Constitución de Bosnia-Herzegovina fue redactada originalmente en 1974 a imagen y semejanza de la Constitución federal yugoslava de 1974, en la que el control del poder comunista daba paso a un mayor grado de descentralización en los niveles federal y republicano. Revisada entre 1989 y 1991, la entonces república yugoslava adoptaba el sistema multipartidista; en las elecciones celebradas en 1990, los principales partidos que concurrieron fueron la Comunidad Democrática Croata, la Organización Bosnia Musulmana (HDZ), el Partido de Acción Democrática (SDA), el Partido Democrático Serbio (SDS), la Alianza Socialista y el Partido Social Demócrata. Con vistas a reflejar el proceso de democratización en la república, la Asamblea General consideró oportuna, en 1991, la elaboración de un nuevo texto constitucional, si bien este esfuerzo fue impedido por la creciente polarización entre las tres etnias mayoritarias en el país.

La Constitución de 1974, una vez revisada, garantizaba a los ciudadanos varios derechos civiles, incluido el sufragio universal a los 18 años de edad. También establecía una estructura de gobierno claramente definida; no obstante, dicho organigrama funcionó de forma irregular durante la guerra. El texto constitucional preveía la existencia de un órgano legislativo bicameral, compuesto por una Cámara de Ciudadanos, integrada por 130 diputados, y una Cámara de Comunas, formada por 110 miembros. La presidencia colectiva, constituida por nueve miembros, y el primer ministro debían ser elegidos de entre los integrantes de ambas cámaras. Todos los cargos oficiales tenían un mandato de cuatro años, excepto del presidente, quien debía ser elegido de entre los nueve miembros de la presidencia colectiva para un periodo de un año. Los representantes gubernamentales podían ser reelegidos. La estructura de la presidencia y del resto del gobierno pretendían reflejar la diversidad étnica de la república, con puestos designados para los diferentes grupos étnicos de acuerdo a su proporción en el total de la población de Bosnia. El ministro de Justicia y Administración del Estado se encargaba de supervisar todos los tribunales en Bosnia-Herzegovina. La Corte Suprema y la Corte Constitucional eran los órganos judiciales más importantes de la república.

En marzo de 1992, los nacionalistas del Partido Democrático Serbio se retiraron formalmente del gobierno como medida de protesta ante la declaración de independencia. El gobierno siguió estando respaldado por musulmanes, croatas y serbios moderados. El conflicto se agravó al mes siguiente, cuando los nacionalistas serbios crearon su propia entidad estatal, conocida como República Serbia de Bosnia, bajo el liderazgo de Radovan Karadzic. Los serbobosnios rehusaron reconocer la autoridad y legitimidad del gobierno bosnio y, en su lugar, trataron de encontrar su lugar como un estado independiente afín a Serbia. En respuesta, el gobierno bosnio declaró el estado de emergencia y suspendió la rotación presidencial de carácter anual estipulada en la Constitución.

Mientras, en las áreas del oeste de Herzegovina y el centro de Bosnia, controladas por los croatas, surgió un ‘estado dentro del estado’ con su propia estructura gubernamental y militar; establecido de manera formal en julio de 1992, este estado fue conocido como Herzeg-Bosna. En marzo de 1994, bajo la presión de la comunidad internacional, los dirigentes musulmanes y croatas de Bosnia firmaron un acuerdo en la ciudad estadounidense de Washington, por el que se dio por finalizado el conflicto entre ambos grupos y se establecía la Federación Croata-musulmana, oficialmente llamada Federación de Bosnia-Herzegovina. Esta entidad estaba integrada por ocho cantones (subdivisiones territoriales) administrados por un gobierno central fuerte. La presidencia, vicepresidencia y el cargo de primer ministro tenían un carácter rotatorio con el fin de dar cabida a miembros de las dos comunidades étnicas. Los serbobosnios rehusaron reconocer a la Federación.

Por su parte, los Acuerdos de Dayton, firmados por los tres bandos en liza en diciembre de 1995, esbozaron lo que sería una nueva constitución nacional especificando las relaciones entre la Federación Croata-musulmana y la República serbobosnia, y estableciendo el mes de septiembre de 1996 como la fecha en la que deberían tener lugar las elecciones a nivel nacional. De acuerdo con lo firmado en Dayton, las dos entidades compartirían un órgano legislativo central formado por la Cámara de Representantes y la Cámara de los Pueblos, y una presidencia colectiva integrada por tres miembros. Este gobierno central —que estaría constituido, en sus dos terceras partes, por representantes musulmanes y croatas, dejando el tercio restante a los representantes serbobosnios— tendría el control de la política exterior, económica y comercial de la república, así como de los asuntos de la ciudadanía. La Federación Croata-musulmana también contaría con una Cámara de Representantes y una Cámara de los Pueblos, junto con una presidencia rotatoria y asambleas o parlamentos cantonales. La República serbobosnia tendría una Cámara de Representantes, una segunda cámara legislativa llamada Asamblea Nacional, y un presidente elegido por la población de esta parte del territorio bosnio. Las dos entidades constituyentes se harían cargo de los impuestos, la sanidad, la agricultura y los asuntos locales. El sistema judicial mantendría, en lo fundamental, el mismo organigrama que antes de la guerra.

De acuerdo con los términos del plan de paz firmado en Dayton, el ‘pseudoestado’ croata de Herceg-Bosna debía desaparecer en un breve plazo de tiempo, como así sucedió.

Tanto en la Federación Croata-musulmana como en la República serbobosnia, han ido surgiendo con fuerza tras la guerra un número considerable de partidos políticos no nacionalistas de diversas tendencias: liberales, socialdemócratas, socialistas y agrarios. Estos partidos son, no obstante, pequeños en número y con escasa capacidad de captación en cuanto a número de simpatizantes. Los tres partidos nacionalistas (SDA, SDS, HDZ) de Bosnia han mantenido su base de apoyo social dentro del país, debido en gran medida a su control sobre los medios de comunicación y sobre otros resortes de poder.

6.1  Sistema sanitario

El sistema de atención sanitaria y de prestación de otros servicios sociales en Bosnia permanece bajo control estatal. Durante la guerra, cerca de un tercio de todas las instalaciones sanitarias fueron seriamente dañadas o destruidas, y la tasa de mortalidad infantil se duplicó. El gobierno ha podido evitar mayores desastres en el sistema público sanitario gracias a la importante asistencia médica y humanitaria recibida de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de varias organizaciones no gubernamentales y privadas de carácter benéfico.

6.2  Defensa

La República de Bosnia-Herzegovina disponía de una Fuerza de Defensa Territorial antes de la guerra, momento en el que se separó en tres facciones. A finales de 1994 las fuerzas leales al gobierno de Sarajevo (la Armija) se elevaban a 110.000 miembros; las serbobosnias ascendían a 80.000 y las bosniocroatas totalizaban unas 50.000. De las tres, las fuerzas serbias eran las mejor armadas, seguidas de las croatas y de las musulmanas. Una denominada Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (UNPROFOR) fue enviada para supervisar el calendario de pacificación previsto en Dayton; esta fuerza desplegó a comienzos de 1995 efectivos en las áreas de la antigua Yugoslavia afectadas por la guerra en un número cercano a los 38.000, de los que unos 22.000 se estacionaron en Bosnia-Herzegovina. Las fuerzas de la ONU fueron sustituidas en enero de 1996 por 60.000 soldados enviados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se desplegaron a lo largo y ancho del país para vigilar el cumplimiento de los Acuerdos de Dayton. En diciembre de 1996, estas tropas fueron reemplazadas por un nuevo contingente de la OTAN, integrado por 31.000 hombres. Bosnia-Herzegovina es miembro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

7  HISTORIA
7.1  Independencia y guerra

 En 1990 el partido comunista abandonó el poder en Yugoslavia. Un gran número de partidos políticos surgieron rápidamente a lo largo y ancho del país, cada uno de ellos defendiendo causas distintas, si bien la mayor parte intentaban ser reflejo de los intereses étnicos de los pueblos que integraban la Federación. En las tres vueltas que se celebraron en los comicios para elegir a los representantes en la Asamblea de Bosnia-Herzegovina, durante los meses de noviembre y diciembre de 1990, el musulmán Partido de Acción Democrática (SDA en sus siglas en serbocroata), envuelto ya en conflictos con los partidos serbios y croatas, obtuvo 86 asientos en la cámara. El Partido Democrático Serbio (SDS) consiguió 72 escaños, y la Comunidad Democrática Croata (HDZ) se hizo con 44 actas. Estos tres partidos se hicieron, asimismo, con nueve puestos en la presidencia colegiada. Alija Izetbegovic, del SDA, se convirtió en el presidente de la nueva coalición gubernamental.
Durante 1991, las tensiones étnicas se extendieron por toda Yugoslavia, lo que en Bosnia provocó un debilitamiento de la situación política. Cuando Croacia y Eslovenia declararon su independencia en junio de 1991, gran parte de los serbios que vivían en esas repúblicas comenzaron a proclamar su lealtad a la Yugoslavia dominada por los serbios. En Bosnia y en Croacia, donde el número era mayor, crearon las denominadas ‘repúblicas autónomas serbias’ (RAS). El rechazo del gobierno bosnio a la existencia de tales entidades condujo al estallido de conflictos armados entre serbios y el resto de la población. Estos conflictos aumentaron una vez que Macedonia obtuvo su independencia de Yugoslavia en noviembre de 1991 con el nombre de Ex-República Yugoslava de Macedonia.
 El Ejército Popular Yugoslavo (JNA) mostró su oposición a la secesión de las tres repúblicas; ante la virtual separación de Bosnia, atacó varios objetivos, incluida la ciudad de Mostar, capital de Herzegovina, en el suroeste de la república federada. El deterioro de la situación tuvo su reflejó en el gobierno bosnio. El SDS rechazó las propuestas hechas por la presidencia de la República y por el SDA. Las negociaciones entre varios partidos bosnios finalizó sin acuerdo alguno. Los políticos serbobosnios disconformes formaron una denominada Asamblea del Pueblo Serbio, y en noviembre de 1991 convocaron un referéndum sobre si la población serbia de Bosnia debía permanecer como parte integrante de Yugoslavia. Mientras que una mayoría aplastante votó a favor de la permanencia en la reducida Federación en esa consulta, los votantes que acudieron al referéndum convocado en marzo de 1992 para toda la población bosnia (pero boicoteado por la mayor parte de los serbios) se mostraron de acuerdo con la secesión. Ese mismo mes, Bosnia-Herzegovina declaró su independencia. A comienzos de abril, los serbios, respaldados por el JNA, iniciaron los ataques contra habitantes musulmanes y croatas de la república.
 Pese al reconocimiento internacional de la independencia de Bosnia-Herzegovina, primero por parte de Estados Unidos (en abril) y posteriormente por las Naciones Unidas (en mayo), el conflicto, lejos de aminorar, fue en aumento. Para el mes de mayo de 1992, cuando Serbia y Montenegro se convirtieron en la República Federal de Yugoslavia (RFY), los serbios se habían hecho ya con el control de las dos terceras partes de Bosnia poniendo, además, cerco a Sarajevo. Los rápidos esfuerzos tendentes a mediar en el conflicto por parte de la Comunidad Europea (actual Unión Europea) y de las Naciones Unidas, fracasaron. El 30 de mayo de 1992, las Naciones Unidas impusieron sanciones económicas contra la RFY, entidad que no había recibido reconocimiento internacional. En junio, ante la gravedad de los acontecimientos, se puso en marcha una operación humanitaria en Bosnia. La guerra dio un nuevo giro cuando un grupo de croatas, bajo el liderazgo de Mate Boban, formó un ‘estado croata independiente’ llamado República de Herceg-Bosna, con su propia administración y fuerzas armadas.
 El gobierno bosnio pidió a la comunidad internacional que reconociera que la imposición de sanciones económicas contra la RFY provocaba, en realidad, un enorme daño a la maltrecha economía bosnia, incapaz de recibir suministros. También alzó su voz contra el embargo internacional de armas a las antiguas repúblicas yugoslavas, argumentando que la ausencia de un suministro de armas a las partes en conflicto perjudicaba en mayor medida a los musulmanes que a los serbobosnios, que recibían apoyo de Serbia; como consecuencia de todo ello, los Estados Unidos decidieron, de manera unilateral, paralizar la aplicación de tal prohibición a finales de 1994. Durante la segunda mitad de 1992, la comunidad internacional comenzó a ser consciente y a conocer las numerosas violaciones de los derechos humanos en Bosnia-Herzegovina, en particular, las matanzas masivas de campesinos musulmanes y los abusos sexuales cometidos contra mujeres musulmanas por parte de soldados y paramilitares serbobosnios, en nombre de la denominada ‘limpieza étnica’. Pese a todo ello, la mediación internacional fue incapaz de hacer frente de forma decidida a tal situación.
En mayo de 1993, comenzó el enfrentamiento abierto entre croatas y musulmanes en Bosnia central. La lucha estuvo asociada a una brutal ‘limpieza étnica’ que provocó miles de muertes. En junio, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución por la que se creaban seis ‘zonas de seguridad’, inicialmente para áreas con población musulmana: Bihac, Tuzla, Srebrenica, Zepa, Gorazde y Sarajevo. La resolución daba ‘luz verde’ al despliegue de más de 25.000 cascos azules adicionales y les daba el mandato de emplear la fuerza para defender aquellas zonas. Pese a que estas áreas suponían un refugio para muchas personas que huían de sus hogares, la comunidad internacional reconocía la poca efectividad en el cumplimiento de esta resolución de la ONU, pues en algunas de ellas, incluida la ciudad de Sarajevo, proseguían los ataques de las fuerzas serbobosnias.
En marzo de 1994, la lucha entre musulmanes y croatas finalizó, toda vez que los dos contendientes estuvieron de acuerdo en crear una federación para combatir a los serbios y para establecer una alianza con Croacia. La Federación estaba asentada sobre un área que sumaba el 58% de la superficie total de Bosnia-Herzegovina, incluyendo el territorio reclamado a los serbios (que todavía seguían controlando cerca de las dos terceras partes del país). La Federación estaba dividida en ocho cantones, cuatro de los cuales estarían bajo control musulmán; dos, controlados por los croatas, y los dos restantes, bajo control conjunto y con población mixta. La nueva Federación coexistiría con el gobierno establecido de Bosnia-Herzegovina, a cuyo frente seguía estando el presidente Izetbegovic. No obstante, a comienzos de 1995 tan sólo uno de los ocho cantones, el de Tuzla, había sido creado, a la vez que surgían las disputas por el control en el gobierno de la Federación. Izetbegovic y los musulmanes en su conjunto se mantuvieron expectantes respecto a las intenciones expansionistas de los croatas, lo que hizo en la práctica que la entidad creada mantuviera una inestabilidad crónica.
El alto el fuego entre serbobosnios y la Federación Croata-musulmana estuvo en vigor entre enero y abril de 1995, si bien los combates esporádicos continuaron; los sucesivos intentos por renovar el acuerdo no tuvieron éxito. Además, la guerra en la vecina Croacia se reanudó a comienzos de mayo, lo que introdujo el temor a una generalización del conflicto a nivel regional. A finales de mayo, un avión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bombardeó posiciones serbias en Bosnia. En venganza, y con el fin de prevenir más ataques, los serbobosnios tomaron como rehenes a más de 300 soldados de las fuerzas de paz de la ONU, incrementando la tensión en la región. Posteriormente, los rehenes fueron puestos en libertad.
Los acontecimientos sufrieron un vuelco durante el verano de 1995. Las fuerzas serbias invadieron las ‘áreas de seguridad’ de Srebenica y Zepa y, según todos los indicios, masacraron a miles de civiles, musulmanes en su inmensa mayoría. Las fuerzas de la OTAN iniciaron una campaña de ataques aéreos contra posiciones serbias para prevenir posibles ataques a otras ‘áreas de seguridad’. En cooperación con unidades bosniocroatas, las fuerzas del gobierno bosnio ocuparon amplias áreas del oeste de Bosnia, lo que provocó la mayor derrota de los serbios a lo largo de la guerra. El gobierno bosnio aprovechó esta ofensiva para eliminar la rebelión que tenía lugar en el enclave de Bihac, al noroeste de la república, dirigida por Fikret Abdic, quien había venido colaborando con las fuerzas serbias. A finales del verano, la Federación Croata-musulmana controlaba más del 50% del territorio del país.

7.2  Los Acuerdos de Dayton
Acuerdos de Dayton El 21 de noviembre de 1995, en la base aérea estadounidense de Wright-Patterson, situada en la ciudad de Dayton (Ohio), tuvo lugar la firma de los Acuerdos de paz que ponían fin a la guerra de la antigua Yugoslavia. La fotografía reproduce el momento en que los dirigentes de los estados en conflicto procedían a signar los documentos correspondientes; de izquierda a derecha, aparecen: el presidente serbio Slobodan Milosevic, el presidente bosnio Alija Izetbegovic y el presidente croata Franjo Tudjman.REUTERS 
 En agosto de 1995, Richard Holbrooke, asistente del secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores) de Estados Unidos, inició una campaña que permitiera el establecimiento de una paz duradera entre las tres partes. Las negociaciones puestas en marcha, que se prolongaron durante varios meses, concluyeron con la firma, el 21 de noviembre de ese año, de un acuerdo de gran alcance por parte de los presidentes de Bosnia (Alija Izetbegovic), Croacia (Franjo Tudjman) y Serbia (Slobodan Milosevic), en la base aérea estadounidense cercana a la localidad de Dayton, en el estado de Ohio; este acuerdo fue ratificado al mes siguiente en París por los mismos signatarios.
Los conocidos como Acuerdos de Dayton tenían como finalidad primordial garantizar una paz duradera y estable en Bosnia y reconstruir el país balcánico desde un punto de vista económico y, lo que es más importante, político. En este sentido, la república quedaba constituida como un único Estado integrado por dos entidades: la Federación de Bosnia-Herzegovina (también conocida como Federación Croata-musulmana), que comprendería el 51% del territorio, y la República Serbia de Bosnia, que integraría el 49%. El acuerdo establecía la capitalidad del Estado bosnio en Sarajevo, ciudad que quedaría bajo el control del gobierno central. También se preveía a la convocatoria de elecciones libres para ocupar los puestos en los órganos de poder tanto del gobierno central como de las entidades constituyentes; estas elecciones tendrían lugar en septiembre de 1996 y serían supervisadas por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
Para asegurar la paz, una fuerza de la OTAN —conocida como IFOR, del inglés Implementation Force— fue enviada a Bosnia en enero de 1996 para cumplir un mandato en la zona de un año. La fuerza estaba integrada por 60.000 soldados de más de 20 naciones, incluyendo a aproximadamente 20.000 soldados estadounidenses y un gran número de franceses, británicos y españoles. Las tropas fueron estacionadas inicialmente a lo largo de la línea de demarcación entre la Federación Croata-musulmana y la República serbobosnia.
Las tres partes cumplieron inmediatamente con las principales disposiciones militares establecidas por los Acuerdos de Dayton, referidas a la retirada de tropas y armas de las zonas de separación, la liberación de la mayor parte de los prisioneros de guerra, y la revelación del tamaño de sus fuerzas armadas a los negociadores del control de armas, pertenecientes a la OSCE. Mientras, la ONU comenzó a tomar las medidas encaminadas a levantar el embargo económico y militar que había sido impuesto a las repúblicas de la antigua Yugoslavia en 1991. Otras disposiciones del acuerdo resultaban, no obstante, más difíciles de cumplir. Los nacionalistas serbios y croatas se resistieron a la integración de las comunidades divididas étnicamente, como, por ejemplo, en Sarajevo y Mostar.
Como resultado de la guerra en Bosnia-Herzegovina, entre 100.000 y 250.000 personas fueron asesinadas y cerca de 200.000 resultaron heridas. La inmensa mayoría de los muertos eran musulmanes. Se estima en 2,3 millones las personas desplazadas por la guerra dentro y fuera del país.

7.3  Después de la guerra
A comienzos de 1996, el Tribunal Internacional para los Crímenes en la Antigua Yugoslavia —establecido a finales de 1993 en La Haya (Países Bajos) para procesar, juzgar y sentenciar a los sospechosos acusados de crímenes contra la humanidad en la antigua Yugoslavia— aumentó su actividad. Más de 50 bosnios, la mayor parte serbios, fueron procesados por el tribunal acusados de masacrar ciudadanos indefensos durante la guerra. Entre los inculpados se encontraba Radovan Karadzic, el presidente de la República Serbia de Bosnia, y el general Ratko Mladic, militar que comandaba a las fuerzas serbobosnias. Ambos dirigentes fueron excluidos de los Acuerdos de Dayton por el presidente serbio Milosevic, si bien ambos se mantuvieron en la práctica al frente de la RSB. En julio de 1996, el tribunal ordenó el arresto de Karadzic y Mladic por los cargos de genocidio y crímenes contra la humanidad. Después de un mes, los oficiales estadounidenses consiguieron que Karadzic dimitiera. Mladic fue apartado del poder en noviembre por Biljana Plavsic, que había reemplazado a Karadzic como presidente de la República serbobosnia al haber moderado el lenguaje ultranacionalista que había mantenido al inicio del conflicto.
De acuerdo con las disposiciones establecidas en los Acuerdos de Dayton, las elecciones nacionales se celebraron en septiembre de 1996, bajo la supervisión de la OSCE. Los partidos nacionalistas musulmán, serbio y croata lograron los primeros puestos, consiguiendo cada uno de ellos cerca del 80% de los votos de sus circunscripciones étnicas. El musulmán Partido de Acción Democrática consiguió el mayor número de escaños en la cámara legislativa de Bosnia. Para ocupar los tres puestos de la presidencia colectiva fueron elegidos el musulmán Alija Izetbegovic, el dirigente serbio Momcilo Krajisnik y el croata Kresimir Zubak. Izetbegovic recibió el mayor número de votos y, de este modo, accedió al cargo de presidente en primer lugar. El Partido Democrático Serbio (SDS) logró la mayor parte de los escaños en la asamblea de la República Serbia de Bosnia, y Biljana Plavsic, miembro del SDS, ganó su carrera por continuar al frente de la presidencia serbobosnia. El SDA se hizo con la mayoría en la cámara legislativa de la Federación Croata-musulmana, seguido por la Comunidad Democrática Croata de Bosnia-Herzegovina (HDZ).
El presidente de la Federación es elegido por el parlamento de esta entidad, por lo que, de este modo, no fue disputada y elegido de forma directa por los ciudadanos. La aplastante victoria de los principales partidos que ya ‘gobernaban’ el país en sus distintos territorios durante la guerra venía a reflejar la supresión de los partidos no nacionalistas de la oposición en las semanas que siguieron a las elecciones. Algunos observadores temieron, por este motivo, que el éxito de los partidos nacionalistas serviría para ratificar la partición de Bosnia de acuerdo a criterios étnicos.
En octubre Alija Izetbegovic y Slobodan Milosevic acordaron establecer plenas relaciones diplomáticas entre Serbia y Bosnia-Herzegovina. Junto a la apertura de embajadas y el intercambio de embajadores, los dos dirigentes se comprometieron a permitir que los ciudadanos de ambos países pudieran viajar libremente y cruzar sus fronteras sin necesidad de visados. Milosevic proclamó el respeto de Serbia hacia la integridad territorial de Bosnia, e Izetbegovic acordó reconocer a la República Federal de Yugoslavia como la sucesora de la antigua Yugoslavia.
En diciembre la OTAN creó una fuerza de estabilización (Strong Stabilitation Force o SFOR, en sus siglas en inglés), integrada por 31.000 efectivos, que reemplazara a los 60.000 miembros de la IFOR, cuyo mandato de un año expiraba ese mes. La misión de la SFOR consistía en disuadir a los contendientes de iniciar nuevas hostilidades y de procurar crear un clima de seguridad en los esfuerzos por pacificar el territorio bosnio. Los Estados Unidos contribuyeron con 8.500 a la nueva fuerza de paz, cuya permanencia en la zona se prolongaría hasta junio de 1998.
El Tribunal Internacional para los Crímenes en la Antigua Yugoslavia continuó con sus esfuerzos por juzgar a los criminales de guerra a lo largo de 1996 y de 1997, si bien recibió por tal motivo escasa ayuda de los dirigentes de Bosnia, Serbia y Croacia. En marzo de 1997 había juzgado a 74 sospechosos, de los cuales 3 eran musulmanes, 17 eran bosniocroatas y 54 eran serbobosnios. En mayo el tribunal emitió un histórico veredicto cuando condenó a Dusan Tadic, un serbobosnio, de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad por participar en una campaña de limpieza étnica contra los musulmanes bosnios en 1992. El juicio, el primero de este tribunal, supuso la primera vez que una corte de justicia internacional juzgaba y condenaba a alguien por crímenes de guerra desde el final de la II Guerra Mundial.
Las elecciones municipales que se celebraron en Bosnia los días 13 y 14 de septiembre de 1997 (y cuya celebración se había previsto para un año antes, coincidiendo con las legislativas) pusieron de manifiesto que la división étnica en el país había quedado plenamente establecida en el país tras la guerra: los partidos nacionalistas vencieron mayoritariamente en sus respectivos territorios, si bien el Partido de Acción Democrática se alió con tres partidos de carácter liberal no nacionalista en la denominada Coalición para una Bosnia Unida.
En esas mismas fechas, se produjo en la República Serbia de Bosnia una conflictividad creciente entre los seguidores de la ‘moderada’ Biljana Plavsic —localizados en la región de Banja Luka y apoyados por Milosevic— y los de los ‘radicales’ Radovan Karadzic y Momcilo Krajisnik —mayoritarios en el sureste de la república y repudiados por sus antiguos mentores de Belgrado. En este sentido, la presencia de la SFOR fue determinante para conseguir bloquear el intento de los radicales por hacerse con el control de los órganos de poder en la República Serbia de Bosnia.
En el mes de noviembre, se produjeron las primeras revelaciones de matanzas de civiles serbios por parte de paramilitares musulmanes en Bosnia entre la primavera de 1992 y el otoño de 1993. Las matanzas fueron cometidas por hombres de Musan Topalovic, cuyas unidades defendieron la ciudad de Sarajevo de los ataques serbobosnios.
Ese mismo mes, durante los días 22 y 23, tuvieron lugar elecciones parlamentarias en la República Serbia de Bosnia. Se presentaron varios candidatos, entre los que sobresalían Plavsic, al frente de un nuevo partido de corte nacionalista moderado, la Alianza del Pueblo Serbio (SNS), y Buka, candidato del SDS. En los comicios se constató la división política de la RSB: el este del territorio autónomo quedó en manos del PDS y de los ultranacionalistas del Partido Radical Serbio, en tanto que en la parte occidental venció un conglomerado integrado por el SNS, social-liberales, socialistas y grupos musulmanes.
La Alianza del Pueblo Serbio obtuvo 15 escaños, los mismos que los ultranacionalistas del Partido Radical Serbio, en tanto que el Partido Democrático Serbio, pese a perder la mayoría, logró 24 diputados.
Pese a ser mayoritarios, los partidos nacionalistas fueron incapaces de formar un gobierno de coalición, por lo que en enero de 1998 el Parlamento eligió primer ministro a Milorad Dodik, el candidato de Plavsic. El primer ministro trasladó la capital de la RSB de Pale, bastión nacionalista durante la guerra, a Banja Luka, donde los seguidores de Plavsic tenían mayor influencia. El nuevo gobierno realizó renovados esfuerzos para cumplir con lo acordado en Dayton, incluida la búsqueda de supuestos criminales de guerra.
Mientras, en la Federación Croata-musulmana se asistió a una creciente presión por parte de la comunidad internacional hacia los dirigentes croatas para que acepataran todos y cada uno de los puntos de los Acuerdos de Dayton. En octubre de 1997 algunos supuestos criminales de guerra bosniocroatas fueron entregados al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia. En junio de 1998, la Comunidad Democrática Croata de Bosnia-Herzegovina se dividió entre un sector moderado y un sector nacionalista.
Durante los dos meses siguientes, y ante la presión del Consejo Internacional para la Aplicación de los Acuerdos de Paz de Dayton, los tres miembros de la presidencia colegiada de Bosnia-Herzegovina acordaron precipitadamente aprobar tres de los puntos que les exigía la comunidad internacional: un pasaporte común, una ley de ciudadanía y una ley sobre el funcionamiento del Consejo de Ministros.
En septiembre de 1998 se celebraron elecciones generales, las segundas desde el final de la guerra, para elegir a los representantes en la presidencia tripartita, el Parlamento estatal y las alcaldías, así como a la presidencia de la República Serbia de Bosnia. Los primeros puestos fueron ocupados, una vez más, por los partidos étnicos, pese a los deseos de la comunidad internacional de que los grupos políticos más moderados fueran los triunfadores.
El dato más relevante fue la victoria del ultranacionalista Nikola Poplasen, candidato del Partido Radical en las elecciones que tuvieron lugar en la República Serbia de Bosnia; Poplasen, que se había declarado partidario de utilizar las vías constitucionales existentes para unir la RSB con Serbia (algo prohibido por los Acuerdos de Dayton), derrotó a la "moderada" Plavsic, que se había convertido en la valedora del proceso de paz en esa entidad constituyente.
Por contra, el representante serbio elegido para ocupar el asiento en la presidencia tripartita de Bosnia-Herzegovina fue Zivko Radisic, representante del "moderado" Partido Socialista de la República de los Serbios, próximo al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. Por su parte, el musulmán Alija Izetbegovic fue reelegido para ocupar la presidencia tripartita de Bosnia-Herzegovina, en tanto que por la parte croata el elegido era representante del sector nacionalista.
En marzo de 1999, el Alto Representante de la comunidad internacional en Bosnia, el español Carlos Westendorp, destituyó a Poplasen. De forma simultánea, el Comité Internacional de Arbitraje decidió que la ciudad de Brčko, que desde la conclusión de la guerra en Bosnia hasta ese momento había estado bajo control serbio, fuera declarada neutral y quedara bajo la tutela de dos administraciones, una serbia y una croata-musulmana.

Ex-República Yugoslava de Macedonia (nombre oficial, Poranena Jugoslovenska Republika Makedonija), república del sureste de Europa, situada en la península de los Balcanes. Limita al norte con la República Federal de Yugoslavia, al este con Bulgaria, al sur con Grecia y al oeste con Albania. En el pasado formó parte de la República Federal Socialista de Yugoslavia (RFSY). Después de declarar su independencia de la RFSY en septiembre de 1991, la República se vio envuelta en una disputa con Grecia sobre su denominación oficial. En abril de 1993, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como árbitro internacional, admitió que la República utilizara el nombre de Ex-República Yugoslava de Macedonia, hasta alcanzar un futuro acuerdo con Grecia.

POBLACIÓN
 La Ex-República Yugoslava de Macedonia tenía una población (2002) de 2.054.800 habitantes, lo que da una densidad de 80 hab/km². Un 67% de la población está constituida por eslavos macedonios; la mayoría son miembros de la Iglesia ortodoxa oriental y de la Iglesia ortodoxa macedonia y hablan una lengua eslava llamada macedonio (véase Lenguas yugoslavas); Grecia no reconoce la designación de macedonio para esta lengua. Los macedonios utilizan el alfabeto cirílico que está muy relacionado con la lengua búlgara. Los habitantes de etnia albanesa constituyen la principal minoría y según los datos censados suponen el 23% de la población. En su mayoría residen en la parte occidental, próxima a la antigua provincia autónoma de Kosovo, en el suroeste de Serbia, que posee una población de mayoría étnica albanesa. La población de etnia albanesa es musulmana y habla albanés. Los albaneses no se mostraron de acuerdo con los resultados del censo de 1994, ya que creían que eran más de un tercio de la población del país. De acuerdo con el censo, el resto de la población está constituida por turcos (4%), serbios (2%), gitanos (2%) y otros grupos étnicos (2%).
En el país hay tensiones étnicas, pero a diferencia de la situación en otras regiones de la RFSY, fueron contenidas durante la primera mitad de la década de 1990 y se evitó el enfrentamiento civil interno. Las principales tensiones se producen entre la etnia albanesa y la mayoría macedonia y precedieron al desmembramiento de la RFSY. Se basaban, por una parte, en las peticiones por parte de la etnia albanesa de una mayor autonomía y, por otra, en el temor de los macedonios al nacionalismo albanés y, en particular, a la posible secesión del área occidental, que formaría una república de etnia albanesa con centro en Kosovo. La demanda de una mayor autonomía albanesa se remonta a finales de la década de 1960. Desde 1981 las autoridades macedonias se han esforzado en suprimir el nacionalismo albanés, especialmente en lo que se refiere al idioma y la educación. También hubo intentos de prohibir los nombres propios de naturaleza nacionalista albanesa, o de favorecer el descenso de la natalidad. Los albaneses respondieron con varias manifestaciones a finales de la década de 1980. Los entonces gobernantes comunistas enmendaron la Constitución de la República, declarando a Macedonia como “Estado nacional” de la etnia macedonia, excluyendo a otras minorías. La nueva Constitución de 1991 también se negó a establecer cualquier tipo de autonomía para los albaneses. Como respuesta al reconocimiento hecho por la Comunidad Europea (actual Unión Europea), se eliminó un artículo de la Constitución en el que se declaraba al macedonio como idioma oficial. Las tensiones comenzaron a aumentar a mediados de la década de 1990 (ver Historia más adelante) y se reflejaron en muchos y frecuentes estallidos violentos.

GOBIERNO
Tras la declaración de su independencia de Yugoslavia en 1991, el gobierno adoptó muchos de los elementos característicos de una democracia. El Parlamento aprobó una Constitución en noviembre de 1991 que garantizaba los derechos civiles de los ciudadanos de la República, considerados como tales quienes hubieran vivido allí durante al menos quince años; se establecía el sufragio universal para los mayores de 18 años. La República tiene un sistema multipartidista. Los principales partidos son la Alianza Socialdemócrata de Macedonia (ASDM, el antiguo partido comunista), la alianza formada por Alternativa Democrática y la Organización Revolucionaria de la Macedonia Interior-Partido Democrático para la Unidad Nacional Macedonia (VMRO-DPMNE), el Partido de la Prosperidad Democrática (PPD, de la minoría albanesa), el Partido Socialista de Macedonia, el Partido Democrático de los Albaneses y la alianza formada por el Partido Liberal Democrático y el Partido Democrático de Macedonia.
El Parlamento nacional consta de una Asamblea unicameral (Sobranje) compuesta por 120 miembros que son elegidos por votación popular para un periodo de cuatro años. El presidente es el jefe del Estado y, según la Constitución de 1991, es elegido directamente para un periodo de cuatro años; anteriormente, los miembros de la Asamblea elegían al presidente. El presidente también encabeza el poder ejecutivo, pero nombra al primer ministro, que debe contar con la aprobación de la Asamblea. El presidente no puede vetar una ley que haya sido aprobada por, al menos, dos tercios de la Asamblea. El gobierno local está administrado por 30 comunas administrativas.
La Asamblea Nacional nombra los jueces del Tribunal de Justicia y del Tribunal Constitucional de la República. También hay un Tribunal de Apelación y un Tribunal de Juicios de causas menores. El sistema legislativo está basado en el sistema legal civil y prevé revisiones judiciales a las acciones parlamentarias.
El Estado procura prestaciones sociales, como las pensiones, y, en teoría, garantiza la sanidad pública. De todas formas, en la práctica sólo el sector privado ofrece un tratamiento eficaz y rápido. La mayoría de las farmacias han sido privatizadas.
La república ha constituido un reducido Ejército de Tierra, una pequeña fuerza aérea y una fuerza de defensa aérea. En 2001 la república tenía 16.000 soldados en activo y 7.000 miembros del cuerpo de policía especial. El servicio militar obligatorio, establecido en 1992, dura nueve meses.

8  HISTORIA
La historia de la región que comprende la Ex-República Yugoslava de Macedonia (denominación oficial con que ha sido reconocido el estado por Naciones Unidas en 1993) estuvo ligada a la de la región histórica de Macedonia desde tiempos de la Grecia arcaica, cuando se conocía con el nombre de Macedonia Varda (por ocupar el valle medio del río Vardar), hasta las Guerras Balcánicas (1912-1913), cuando Bulgaria, Grecia y Serbia se repartieron la región.
Macedonia formó parte del Imperio romano, y desde el siglo IX formó parte del Imperio bizantino hasta su incorporación al Imperio otomano desde el siglo XIV. Durante el siglo XIX, el Imperio otomano sufrió graves pérdidas derivadas del resurgimiento de los nacionalismos que contribuyeron a la desintegración del Imperio. Tras el comienzo del proceso de independencia griega en 1821, varios grupos étnicos de los Balcanes bajo dominio turco comenzaron a reivindicar su independencia. Tras acceder a ella, surgieron las disputas entre griegos, búlgaros y serbios por el control de la región de Macedonia, y se incrementaron por la progresiva tensión existente entre musulmanes y cristianos. Durante la Primera Guerra Balcánica (1912-1913) los tres Estados arrebataron Macedonia al Imperio otomano. Pero la disputa entre ellos por el reparto de la región dio lugar a la Segunda Guerra Balcánica (1913), que finalizó con la división de Macedonia en el Tratado de Bucarest: la mayor parte pasó a manos de Serbia y Grecia, mientras que Bulgaria, vencida, sólo recibió el valle del Struma.
Después de la I Guerra Mundial (1914-1918) los grupos eslavos del sur fueron unificados políticamente en el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, con la actual Ex-República Yugoslava de Macedonia incorporada al sur de Serbia. En 1929 este Reino pasó a denominarse Yugoslavia.

8.1  Macedonia, república yugoslava
Durante la II Guerra Mundial (1939-1945) las potencias del Eje invadieron y desmembraron Yugoslavia. El Ejército búlgaro ocupó la mayor parte de la Macedonia yugoslava, mientras que los alemanes, italianos y húngaros se repartieron el resto del país. Los yugoslavos lucharon entre ellos durante el resto de la guerra; en particular, la resistencia de los partidos comunistas dirigida por Josip Broz Tito, luchó contra el gobierno fascista de los croatas, la Ustacha (Ustaa), que estaba respaldado por Italia. El Consejo Antifascista de la Liberación del Pueblo de Macedonia luchó del lado de Tito. En noviembre de 1944, en la reunión panyugoslava de los partidarios de Tito, se decidió que la Macedonia yugoslava constituiría una parte de la futura federación yugoslava. El gobierno de Tito fue el primero en reconocer a la Macedonia yugoslava como una entidad política con una etnia propia. Esto alentó la creación de una Iglesia ortodoxa macedonia independiente y la edición de una nueva gramática de la lengua macedonia. En 1946, cuando se proclamó la República Popular Federativa de Yugoslavia, la Macedonia yugoslava se convirtió oficialmente en una de las seis repúblicas constituyentes de la federación yugoslava.

8.2  La independencia
El fallecimiento de Tito en 1980 originó un vacío de poder en Yugoslavia. Durante la década de 1980, el resurgimiento de los nacionalismos, (reprimidos bajo el mandato de Tito), exacerbó el crecimiento del descontento con la incómoda federación yugoslava tanto en Macedonia como en otras repúblicas yugoslavas. A mediados de 1989 el régimen comunista macedonio accedió a la introducción del multipartidismo. En 1990, cuando el partido comunista abandonó el poder federal, las repúblicas comenzaron a gozar de una mayor autonomía. En junio de 1991 Croacia y Eslovenia declararon formalmente sus independencias respecto de la federación y recibieron el reconocimiento oficial por parte de la comunidad internacional. En Macedonia, bajo la presidencia del antiguo dirigente comunista Kiro Gligorov, se celebró un referéndum el 8 de septiembre de 1991, del que resultó un 95% de los votos favorables a la independencia. Tanto Serbia como Albania boicotearon el referéndum, lo que originó tensiones entre la Macedonia yugoslava y el gobierno serbio que controlaba el resto de la antigua federación yugoslava, pero el conflicto armado no se produjo. En octubre la Macedonia yugoslava declaró su independencia como Ex-República Yugoslava de Macedonia.
La mayor amenaza para la soberanía y viabilidad del nuevo estado independiente macedonio vino derivada de su tardío reconocimiento por parte de la comunidad internacional, debido a la disputa originada por el nombre que adoptó la República inmediatamente después de su declaración de independencia. Grecia se negó a reconocerla hasta que no adoptara otra denominación oficial para el Estado, ya que alegaba que Macedonia era el nombre de tres de las regiones griegas y que los artículos de la Constitución de la República instaurada presuponían reivindicaciones territoriales en la Macedonia griega. Grecia también objetó el uso que hacía la Ex-República Yugoslava de Macedonia desde agosto de 1992 de la estrella de 16 puntas o sol de Vergina de Alejandro III el Magno en su bandera. Como resultado de la presión internacional, la Asamblea Nacional del país reformó la Constitución para manifestar que no tenían aspiraciones territoriales en Grecia ni en ningún otro país. Las negociaciones con Grecia acerca de la denominación oficial del Estado fracasaron y el resto de los miembros de la Comunidad Europea (actual Unión Europea) apoyaron las quejas griegas no reconociendo al nuevo Estado macedonio hasta que no realizara reformas constitucionales. Con las negociaciones paralizadas, y bajo la presión de la Comunidad Europea, a principios de 1993 los dos países recurrieron a las Naciones Unidas (ONU) para la resolución del problema. Mientras tanto, incapaz de recurrir a las instituciones financieras internacionales o de conseguir créditos e inversiones extranjeras (debido a su falta de reconocimiento internacional), y con su comercio exterior bloqueado por Grecia, el país pronto se encontró con una economía deteriorada; el bloqueo consiguió que agotara sus reservas de combustible en septiembre de 1992, lo que obligó a muchas empresas a suspender su producción. Por otra parte, el cumplimiento de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Serbia y Montenegro implicó la pérdida de dos importantes socios comerciales. La ausencia de reconocimiento internacional de la Ex-República Yugoslava de Macedonia permitió a Serbia presionar política y militarmente a la nueva república.
La política interna y las tensiones étnicas dominaron el periodo anterior al reconocimiento. La minoría albanesa del país intensificó sus presiones para conseguir mayor reconocimiento, con la mitad de la comunidad pidiendo mayor representación política, y la otra mitad boicoteando dicha participación. Durante el otoño de 1992, tuvieron lugar varios levantamientos en la capital, Skopje. La afluencia de más de 50.000 refugiados procedentes de la guerra de Bosnia y Herzegovina fue otro foco de problemas para el país balcánico.
Tras la caída del gobierno en el verano de 1992, el presidente Kiro Gligorov propuso a Branco Crvenkovski como primer ministro y le encomendó la formación de un nuevo gobierno. Crvenkovski apoyó un gobierno de coalición, compuesto por el Partido de la Prosperidad Democrática (representante de la minoría albanesa), la Alianza de las Fuerzas Reformistas de Macedonia y la Alianza Socialdemócrata. El 8 de abril de 1993, consiguió finalmente el reconocimiento internacional y fue admitida en la ONU con el nombre de Ex-República Yugoslava de Macedonia. El nombre se adoptó por compromiso mutuo hasta que se llegara a un acuerdo con Grecia sobre si podría usar tal denominación. El uso de la bandera también fue admitido. Debido a su pertenencia a la ONU, pudo ingresar en el Fondo Monetario Internacional y obtuvo la categoría de observador en la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (actual Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa). En la primera mitad de 1993 la ONU envió tropas de pacificación (1.000 soldados) a la Ex-República Yugoslava de Macedonia con el objetivo de prevenir la extensión de la guerra desde Bosnia.
Durante 1993 las negociaciones con Grecia progresaron. Sin embargo, el regreso de Andreas Papandreu como primer ministro griego en octubre de 1993 estuvo seguido por un cese de las conversaciones y el retorno al bloqueo y al embargo comercial en febrero de 1994. La renovación del embargo comenzó justo después de que Estados Unidos reconociera formalmente a la Ex-República Yugoslava de Macedonia (la mayoría de los Estados de Europa occidental y Japón ya la habían reconocido a finales de 1993). A pesar de la resistencia de varios miembros de la Unión Europea, en junio, el Tribunal Europeo de Justicia determinó que Grecia tenía la libertad para mantener el embargo. En el otoño de 1994 otra coalición, integrada por la Alianza Socialdemócrata, el Partido Socialista de Macedonia y la Alianza de las Fuerzas Reformistas de Macedonia-Partido Liberal, accedió al poder. La coalición ganó 95 escaños en la Asamblea. Los nacionalistas macedonios de la Organización Revolucionaria de la Macedonia Interior, el principal partido de la oposición y antiguamente partido mayoritario de la Asamblea Nacional, no obtuvieron ningún escaño después de que boicotearan la segunda vuelta de las elecciones. Junto con el Partido Democrático de Macedonia, el grupo opositor pidió la impugnación de la primera vuelta de las elecciones. En esas mismas elecciones, Gligorov fue reelegido como presidente con un 52,4% de los votos.
En noviembre de 1994 Estados Unidos firmó un acuerdo militar con la Ex-República Yugoslava de Macedonia y estableció planes para enviar 1.500 soldados estadounidenses más. Las tensiones entre la minoría étnica albanesa y el gobierno (y entre éste y la minoría serbia), simbolizadas por el boicoteo parlamentario realizado por los diputados albaneses, continuaron en la república. En febrero de 1995, los 18 diputados de la Asamblea Nacional abandonaron sus escaños en protesta por una ley provisional que prohibía la utilización del albanés en las cédulas de identidad y en los pasaportes del país.
En septiembre de 1995 los ministros de Asuntos Exteriores de Grecia y la Ex-República Yugoslava de Macedonia firmaron un acuerdo de carácter interino mediante el que se establecían relaciones mutuas. Las dos partes reconocieron las fronteras respectivas y acordaron establecer relaciones diplomáticas. Grecia aceptó levantar el embargo sobre la nueva república y la presencia de representantes de organizaciones internacionales; por su parte, la Ex-República Yugoslava de Macedonia convino en retirar de su bandera el escudo hasta entonces utilizado, conocido como Sol o Estrella de Vergina, y eliminar los artículos más controvertidos, desde el punto de vista griego, de su Constitución. Las negociaciones se prolongaron con el fin de dirimir cómo debía ser designado el nuevo país.
El 3 de octubre, día en que estaba previsto que se iniciaran las conversaciones para ampliar el acuerdo, el presidente Gligorov resultó gravemente herido en un atentado con coche-bomba en Skopje. Pese a que nadie reivindicó la autoría del fallido magnicidio, se sospechó que el mismo había sido obra de sectores nacionalistas radicales opuestos al acuerdo alcanzado en septiembre. Gligorov fue hospitalizado y el gobierno nombró presidente de la República en funciones a Stojan Andov, presidente del Parlamento. Poco después, Andov elaboró una ley aprobada por el Parlamento por la que el Sol de Vergina fue eliminado de la enseña nacional.
En octubre de 1995 la Ex-República Yugoslava de Macedonia se convirtió en miembro de pleno derecho de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), y en noviembre fue admitida en el Consejo de Europa y en el programa Asociación por la Paz. Gligorov, que había perdido un ojo en el atentado, retornó a su actividad presidencial en enero de 1996. El enfrentamiento entre los dirigentes socialdemócratas y los liberales sobre la política de privatización llevada a cabo y otros asuntos provocó una quiebra en la coalición de gobierno, por lo que en febrero el Parlamento de la República aprobó la creación de un nuevo gabinete en el que destacaba la ausencia de miembros del Partido Liberal y el predominio de los socialdemócratas en la coalición gobernante. Los otros miembros de la nueva coalición eran el Partido Socialista de Macedonia y el Partido de la Prosperidad Democrática. En abril de 1996 la Ex-República Yugoslava de Macedonia y la República Federal de Yugoslavia (integrada por Serbia y Montenegro) se reconocieron mutuamente de manera oficial. Tras las elecciones legislativas celebradas en octubre y noviembre de 1998 se constituyó un gobierno de centro-derecha, presidido por Ljupco Georgievski, dirigente de la Organización Revolucionaria de la Macedonia Interior-Partido Democrático para la Unidad Nacional Macedonia (VMRO-DPMNE). En el nuevo gabinete también se incluyeron miembros de Alternativa Democrática; ambos partidos constituyeron una sólida mayoría parlamentaria en la Sobranje.
El inicio de los bombardeos aliados en marzo de 1999 contra el territorio de la República Federal de Yugoslavia, como consecuencia de la negativa de Milosevic a aceptar una solución negociada a la crisis de Kosovo, así como el inicio de una campaña de “limpieza étnica” en territorio kosovar contra la población de etnia albanesa, provocaron la huida masiva de los albanokosovares hacia Albania, la Ex-República Yugoslava de Macedonia, Montenegro y Bosnia-Herzegovina, entre otros.

La población macedonia de etnia albanesa se volcó en la ayuda hacia los refugiados que, exhaustos, llegaban desde todos los rincones de Kosovo, mientras la mayoría eslava mantuvo una actitud mucho más distante hacia quienes huían de la guerra.
El candidato socialdemócrata Tito Petkovski se impuso en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el 31 de octubre de 1999, al obtener el 33% de los votos, mientras que su rival, el sacerdote metodista ordenado en Estados Unidos y viceministro de Exteriores, Borís Trajkovski, logró el 25 por ciento. Trajkovski (candidato de la Organización Revolucionaria de la Macedonia Interior-Partido Democrático para la Unidad Nacional Macedonia, VMRO-DPMNE) ganó en la segunda vuelta, celebrada el 14 de noviembre al lograr atraerse el voto albanés y obtener el 53% frente al 47% de Petkovski y su Alianza Socialdemócrata de Macedonia. El 5 de diciembre se repitió la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, debido a las irregularidades detectadas. Trajkovski venció por sólo 69.000 votos de diferencia y se convirtió en el sucesor de Gligorov al frente de la República. Antes de conocerse los resultados, Petkovski se había retirado tras denunciar la existencia de fraude en los comicios.
A lo largo del mes de marzo de 2001, Trajkovski tuvo que hacer frente a una difícil situación debido a las acciones bélicas iniciadas por la guerrilla independentista albanesa del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Los enfrentamientos tuvieron a la ciudad de Tetovo como uno de sus principales escenarios y requirieron la intervención del Ejército macedonio. El agravamiento del conflicto condujo en el mes de mayo a la formación de un gobierno de unidad nacional (al frente del cual estaba Liubcho Gueorguievski, de la Organización Revolucionaria de la Macedonia Interior), en el que estaban presentes partidos macedonios eslavos y albaneses. Pero tal medida no impidió que la situación empeorara, sucediéndose en poco tiempo un frágil y fracasado alto el fuego, la intensificación de los combates (el ELN llegó incluso hasta Skopje) e incluso el asalto al Parlamento macedonio por parte de manifestantes eslavos. Finalmente, en agosto de ese mismo año, los principales líderes de los partidos eslavos y albaneses con representación parlamentaria firmaron un acuerdo de paz que tenía como puntos de referencia básicos una futura reforma constitucional (que ampliara los derechos de la minoría albanesa) y la entrega de las armas por parte del ELN.

Serbia (en serbocroata, Srbija), república localizada en el sureste de Europa que, junto a Montenegro, forma la República Federal de Yugoslavia. Serbia limita al norte con Hungría, al noroeste con Croacia, al este con Rumania y Bulgaria, al sur con la Ex-República Yugoslava de Macedonia, al suroeste con Albania, y al oeste con Montenegro y Bosnia-Herzegovina. Serbia fue una de las seis repúblicas constituyentes de la anterior República Federal Socialista de Yugoslavia. El 27 de abril de 1992 se formó la República Federal de Yugoslavia, fruto de la unión de las dos repúblicas, Serbia y Montenegro; esta entidad se autoproclamó sucesora de la antigua federación yugoslava, un derecho no reconocido por la Organización de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales. Serbia incluye las antiguas provincias autónomas de Kosovo, en el sur, y Voivodina, en el norte. Englobando estos dos territorios, Serbia tiene una superficie de 88.361 km²; sin ellos, posee 55.968 km2. La capital de Serbia es Belgrado.

POBLACIÓN

Según el censo de 1991, la población de Serbia (incluidas Kosovo y Voivodina) era de 9.791.745 habitantes. En 2002 se estimaba en 9.979.752 habitantes, de los cuales el 40% viven en las dos provincias. Los serbios constituyen casi dos tercios de la población total de Serbia y comprenden casi un 88% de la población, excluyendo Kosovo y Voivodina. Las minorías más destacadas están formadas por musulmanes, croatas, húngaros y albaneses. En Voivodina, más de la mitad de la población es serbia, con una gran minoría étnica húngara. En Kosovo, más del 90% de la población es albanesa; en el censo de 1991, los albaneses constituían el 17% de la población de Serbia. Desde 1991, las pequeñas minorías de croatas que vivían en Voivodina y Belgrado, así como muchos de los musulmanes, principalmente de la región de Novi Pazar, antiguo sanjacado (sandjak) turco en el suroeste, han huido de Serbia.

Además, en 1991 se calculaba que unos 2,1 millones de serbios residían en otras repúblicas de la antigua Yugoslavia repartidos así: 1,4 millones (66%) en Bosnia-Herzegovina, 580.000 (28%) en Croacia, menos de 60.000 (3%) en Montenegro, y menos de 50.000 (2%) en Eslovenia y la misma cantidad en la Ex-República Yugoslava de Macedonia.

El idioma oficial es el serbio, una de las dos variantes de la lengua serbo-croata. La principal diferencia entre el serbio y el croata es que el primero usa un alfabeto cirílico, mientras que el segundo utiliza el alfabeto latino. Las minorías también hablan sus propias lenguas, principalmente el albanés y el húngaro. La religión dominante es la rama serbio ortodoxa de la Iglesia ortodoxa oriental, con pequeños grupos de musulmanes, católicos y protestantes.

La capital y la ciudad más importante de Serbia es Belgrado (población de 1.594.483 habitantes en 1998), que también es la capital de la República Federal de Yugoslavia. Otras ciudades importantes son Novi Sad, Niš, Subotica, Zrenjanin y Kragujevac.

GOBIERNO
En septiembre de 1990, Serbia adoptó una nueva Constitución que suprimía la autonomía de las provincias de Kosovo y Voivodina y clausuraba sus asambleas legislativas. También puso las bases para la celebración de elecciones multipartidistas que se efectuaron por primera vez en diciembre de 1990, confirmando en el gobierno al Partido Socialista de Serbia (antiguo partido comunista), por entonces en el poder. El cargo de presidente de la República, que es la máxima autoridad del país, fue ocupado desde 1989 hasta 1997 por el dirigente nacionalista Slobodan Milosevic, que resultó reelegido en 1990 y 1992 entre acusaciones de irregularidades. A partir de 1997 Milosevic pasó a presidir la República Federal de Yugoslavia. Milan Milutinovic fue elegido presidente de Serbia, entre acusaciones de fraude, en las elecciones de diciembre de ese mismo año. El cuerpo legislativo es la Asamblea Nacional, unicameral, compuesta por 250 miembros. Los principales partidos políticos de Serbia son el Partido Socialista, el Movimiento de Renovación Serbia, el Partido Radical Serbio y el Partido Democrático.
Serbia domina la Asamblea Federal de la actual federación yugoslava, con 108 de los 138 escaños en la Cámara de Ciudadanos (la cámara baja), que es el principal cuerpo legislativo. Los 40 escaños de la Cámara de las Repúblicas (cámara alta) se dividen por igual entre Serbia y Montenegro.

6  HISTORIA

6.3  Primera Guerra Mundial
El 28 de junio de 1914, la tensión alcanzó su punto culminante cuando en Sarajevo (Bosnia-Herzegovina) Gavrilo Princip, un serbobosnio nacionalista, asesinó al heredero al trono de Austria, el archiduque Francisco Fernando, y a su esposa. El gobierno austriaco, acusó al gobierno serbio de ser responsable del mismo, declaró la guerra y, en agosto, invadió el país, lo que precipitó la I Guerra Mundial. Hasta octubre de 1915, los serbios rechazaron a los invasores, pero con la entrada de Bulgaria en la guerra en el mes de diciembre, los Imperios Centrales completaron la ocupación del país; en 1916, el gobierno serbio huyó a la isla griega de Corfú.

6.4  La formación de Yugoslavia
El gobierno en el exilio aprobó los términos de la Declaración de Corfú que establecía la unidad de los eslavos del sur. En 1918, Alejandro Karagjorgjevic, hijo de Pedro, proclamó el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que en 1929 se convirtió en el Reino de Yugoslavia.
En 1941, durante la II Guerra Mundial, los alemanes invadieron Serbia y establecieron un gobierno títere. Después de la derrota del Eje, se proclamó la República Federal Socialista de Yugoslavia, de la que Serbia se convirtió en una república constituyente con poderes limitados de autogobierno.

6.5  La desintegración de Yugoslavia
En 1991 Yugoslavia empezó a fragmentarse por el creciente enfrentamiento entre los representantes de las repúblicas que integraban la federación y tras la caída de los regímenes comunistas de Europa Oriental; Serbia pretendió mantener la federación unida para mantener su posición dominante y proteger a las minorías serbias en otras repúblicas. Hacia mediados de 1991 estalló la guerra civil, en la que Serbia (a través del Ejército Popular Yugoslavo, bajo dominio serbio) apoyó a los serbocroatas y serbobosnios que perseguían la creación de la “Gran Serbia”. Finalmente, tras varios fracasados ceses del alto el fuego y la imposición de limitadas sanciones por parte de la Comunidad Europea (CE, hoy Unión Europea) sobre Serbia, el 23 de noviembre este país y Croacia firmaron un alto el fuego; sin embargo, Serbia mantuvo el apoyo a los serbocroatas. A finales de abril de 1992, se completó la separación de cuatro repúblicas que integraban Yugoslavia, tres de las cuales (Croacia, Bosnia-Herzegovina y Eslovenia) fueron reconocidas por la comunidad internacional, mientras que Macedonia (que también había proclamado su independencia) tuvo que esperar otro año hasta obtener el reconocimiento formal, pendiente de que se solventara la disputa con Grecia sobre su nombre. Finalmente, la denominación adoptada fue la de Ex-República Yugoslava de Macedonia.


6.6  La “nueva Yugoslavia”
Serbia y Montenegro, las únicas repúblicas que permanecieron dentro de la antigua Yugoslavia, anunciaron el 27 de abril la formación de la República Federal de Yugoslavia. El 22 de septiembre, casi cuatro meses después de la imposición de amplias sanciones a Serbia y Montenegro, la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) votó por 127 frente a 6 (con 26 abstenciones) que su autoproclamada federación no podía, automáticamente, asumir el lugar de la antigua República Federal Socialista de Yugoslavia y quedó excluida de la Asamblea General. Sin embargo, se dio la opción de presentar una nueva solicitud para incorporarse por derecho propio: tras el fracaso del entonces primer ministro federal Milan Panic se han realizado más intentos para conseguir el reconocimiento formal de la ONU, lo que sucedió en 1996, tras la conclusión de la guerra. La comunidad internacional ha seguido el mandato de la ONU de forma abrumadora; la principal excepción ha sido China, aunque Rusia ha mantenido vínculos estrechos con la nueva entidad y le dio un considerable reconocimiento de hecho.
El 30 de mayo de 1992, a causa del apoyo continuo de Serbia a los serbobosnios dirigidos por Radovan Karadzic, se impusieron sanciones económicas por parte de la ONU sobre la Federación. Unos pocos días antes, el 27 de mayo de 1992, los dirigentes nacionalistas albaneses de Kosovo organizaron unas elecciones para una asamblea local. La Alianza Democrática de Kosovo triunfó y la nueva asamblea, inmediatamente, declaró la fundación de la República de Kosovo, con Ibrahim Rugova como presidente. Sin embargo, los enfrentamientos entre los nacionalistas albaneses permitieron que Serbia pudiera mantener el control sobre la provincia sin el estallido de una guerra abierta.
Milosevic ganó las elecciones celebradas en diciembre de 1992 con una mayoría considerable, en medio de acusaciones por parte de la oposición de irregularidades generalizadas, pero no se produjo la unión de los grupos opositores para hacer un frente común contra Milosevic. En octubre de 1993, hubo graves conflictos entre Milosevic y su antiguo protegido y aliado Vojislav Seselj (dirigente del neofascista Partido Radical Serbio) sobre la política en Bosnia y, especialmente, los movimientos de Milosevic para distanciar a Serbia de los serbobosnios como paso previo para suavizar las sanciones internacionales. Milosevic disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones, que se celebraron en diciembre de 1993; fracasó a la hora de obtener una rotunda mayoría y tuvo que formar un gobierno de coalición.
En septiembre de 1994, el gobierno federal rompió las relaciones políticas y económicas con los serbobosnios y se cerró la frontera con Bosnia; al mes siguiente, la ONU levantó algunas sanciones. Durante ese año, Serbia actuó enérgicamente contra los grupos nacionalistas en Kosovo; durante noviembre y diciembre, se estiman en unos 300.000 los albaneses que habían huido de la provincia para escapar de la violencia y la pobreza. Hubo persecuciones similares de otras minorías étnicas, especialmente de húngaros en Voivodina y de musulmanes en la región de Novi Pazar, por lo que miles de personas huyeron. La actitud de Milosevic no varió cuando, en el verano de 1995, los croatas acabaron rápidamente con la autoproclamada “República Serbia de Krajina” y mantuvo su distanciamiento con los serbobosnios de la también autoproclamada “República Serbia de Bosnia”. Interesado en acelerar el levantamiento de las sanciones internacionales, apoyó los contactos que —bajo supervisión estadounidense— permitieron alcanzar los Acuerdos de Dayton el 21 de noviembre de 1995. El 14 de diciembre, el presidente serbio Milosevic, el presidente croata Franjo Tudjman y el presidente de Bosnia-Herzegovina, Alija Izetbegovic, ratificaron los acuerdos de paz en París; desde entonces se levantaron las sanciones internacionales. La presión de Belgrado sobre los serbobosnios ha limado su resistencia a unos acuerdos de paz que consideran injustos.
Las elecciones locales celebradas en noviembre de 1996 supusieron un claro triunfo de la oposición democrática serbia (que obtuvo el mayor porcentaje de votos en las principales ciudades del país) sobre el partido de Milosevic, quien anuló las elecciones. Las multitudinarias manifestaciones que se produjeron durante los meses siguientes, en las que la coalición opositora Zajedno ('Unidos') llegó a pedir la dimisión del presidente y la convocatoria de elecciones libres, provocaron la intervención de organismos internacionales europeos que presionaron a Milosevic para que diera marcha atrás en su decisión, lo que finalmente sucedió en febrero de 1997.
Sin embargo, Zajedno fue víctima de las querellas internas y se fragmentó en numerosas facciones hasta su total disolución poco tiempo después, gracias a lo cual Milosevic recuperó su fortaleza política, pese a que hubo de reconducir su posición hegemónica a otra esfera de poder. En efecto, el mandatario serbio no podía, desde un punto de vista constitucional, presentarse a un tercer mandato como presidente de Serbia en las elecciones legislativas y presidenciales que se iban a celebrar en el mes de septiembre, por lo que consiguió que el Parlamento federal lo nombrase presidente de la República Federal de Yugoslavia en julio de ese año. Milosevic abandonó la presidencia serbia, y Dragan Tomic se convirtió en presidente interino.
Después de que las elecciones presidenciales hubieran de repetirse tres veces, debido a la escasa participación y a que ninguno de los candidatos en liza alcanzó el 50% necesario, Milan Milutinovic, el segundo de los candidatos socialistas situados por Milosevic en la contienda electoral (el primero, Zoran Lilic, abandonó tras la segunda convocatoria), fue elegido presidente de Serbia en diciembre de 1997. Milutinovic derrotó al ultranacionalista Vojislav Seselj, pese a las evidencias de fraude electoral. Por su parte, en las elecciones legislativas el Partido Socialista de Serbia resultó vencedor, pese a no lograr la mayoría absoluta, seguido del fascista Partido Radical Serbio y del Movimiento de Renovación Serbia. La ausencia de un claro vencedor obligó a la constitución de un gobierno de coalición integrado por estos tres partidos, lo que acentuó los rasgos de nacionalismo excluyente en la vida política de la república. En marzo de 1998 se constituyó un nuevo gabinete en Serbia, presidido por Mirko Marjanovic.
Por otro lado, el descontento creció entre la población de Kosovo de etnia albanesa a lo largo de 1997 y 1998. Tras el asesinato en febrero de 1997 de varios miembros de la policía serbia cometido por militantes del Ejército de Liberación de Kosovo, ocurrido en Priština, unidades de la policía y del Ejército yugoslavo iniciaron una campaña sistemática de "limpieza étnica" entre la población albano-kosovar, en forma de detenciones, desapariciones y asesinatos. En una dinámica de presión-represión, los guerrilleros del ELK cometían nuevos atentados que daban lugar a una nueva respuesta violenta por parte de las tropas serbias. La comunidad internacional amenazó con imponer sanciones a la República Federal de Yugoslavia si se permitía que continuase el derramamiento de sangre en la antigua provincia autónoma.
Pese a las amenazas, los mandatarios de Serbia y de la República Federal de Yugoslavia se opusieron a cualquier tipo de concesión respecto de las reclamaciones (a favor de la autonomía o de la independencia) realizadas por los representantes albano-kosovares, respaldadas por las potencias occidentales.
Agotadas las vías diplomáticas tras el fracaso de la reunión convocada por el Grupo de Contacto (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) en la localidad francesa de Rambouillet, próxima a París, durante los meses de febrero y marzo de 1999, a finales de ese último mes se inició el ataque contra territorio de la RFY por parte de aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Los objetivos de los bombardeos fueron instalaciones militares, puentes, fábricas de armamento y organismos oficiales localizados a lo largo y ancho de la Federación (tanto en Serbia, incluidos Kosovo y Voivodina, como en Montenegro). A las cuantiosas pérdidas materiales causadas por los misiles —el objetivo de la Alianza Atlántica era provocar la quiebra de la economía serbia— hubo que añadir las numerosas víctimas que éstos originaron entre la población. La guerra provocó además, en el interior de Serbia, una represión aún mayor contra los disidentes políticos.

Montenegro (en serbo-croata, Crna Gora, Montenegro), república constituyente de la República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) o RFY, antigua república de la República Federal Socialista de Yugoslavia (RFSY). Montenegro limita al norte con Bosnia-Herzegovina, al este con Serbia, al sur con Albania y al suroeste con el mar Adriático. Montenegro tiene una superficie de 13.812 km². Su capital es Podgorica.

POBLACIÓN 
Mucho más pequeña que Serbia, la población de Montenegro (según estimaciones para 2002) era de 677.177 habitantes, lo que da una densidad de 49 hab/km². Más del 62% de la población pertenece al grupo étnico montenegrino; las principales minorías están compuestas por musulmanes (15%), serbios (9%) y albaneses (7%). Podgorica, llamada Titogrado desde 1946 hasta 1992, es la mayor ciudad y la capital de Montenegro; tenía una población (1998) de 163.493 habitantes. La lengua serbo-croata es el principal idioma de Montenegro. La religión ortodoxa serbia fue la más importante hasta 1993, fecha en la que se estableció la Iglesia montenegrina autónoma; también tiene importancia el islam.

GOBIERNO 

Montenegro adoptó una nueva Constitución en 1990, en la que se establecía la existencia de un parlamento unicameral denominado Asamblea Nacional, cuyos representantes son elegidos mediante sufragio universal. La Asamblea, compuesta por 85 miembros, tiene capacidad legislativa; los textos propuestos son aprobados por mayoría simple de la cámara. El poder ejecutivo recae en el presidente de la República, que es elegido por un periodo de cuatro años. Los principales partidos políticos de Montenegro son el Partido Democrático de los Socialistas de Montenegro (antigua Liga de los Comunistas), partidario de una actuación política autónoma respecto a Belgrado, y el Partido Socialista Popular, alineado con las tesis del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic. En el referéndum celebrado entre los meses de febrero y marzo de 1992, el 66% de los votantes aprobaron que Montenegro permaneciera junto con Serbia, en calidad de Estado soberano, dentro de la nueva Yugoslavia creada en 1991, que pasó a denominarse República Federal de Yugoslavia. Montenegro envia 30 representantes a la Cámara de Ciudadanos (cámara baja), compuesta por un total de 138 miembros, y 20 a la Cámara de las Repúblicas (cámara alta), con 40 escaños. Ambas constituyen la Asamblea Federal yugoslava.

6  HISTORIA
El Imperio Austro-Húngaro ocupó Montenegro a finales de 1915. Un año después los patriotas montenegrinos se reunieron con los serbios, croatas y eslovenos en la isla griega de Corfú y aprobaron la creación de un único Estado eslavo. Los aliados aprobaron sus pactos y fue proclamado el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (Yugoslavia desde 1929) en el que también quedaba encuadrado Montenegro, en 1918. Nicolás I fue depuesto el mismo año y Montenegro pasó a convertirse formalmente en la banovina (provincia) yugoslava de Zeta. Cuando las tropas del Eje invadieron la península Balcánica en 1941 durante la II Guerra Mundial, los ejércitos italianos ocuparon algunas zonas de Montenegro. En 1945, con el establecimiento de la República Popular Federativa de Yugoslavia bajo la dirección comunista, Montenegro se convirtió en una de las seis repúblicas constituyentes de la misma. A principios de 1992, después de que Eslovenia, Croacia y Macedonia declararan sus independencias de Yugoslavia, se celebró un referéndum para determinar si la República sería también independiente o permanecería dentro de un Estado común yugoslavo. Dos tercios de los votantes eligieron permanecer en la federación; en abril, después de que Bosnia-Herzegovina declarara su independencia, Serbia y Montenegro anunciaron la formación (con las entonces provincias autónomas de Kosovo y Voivodina) de la República Federal de Yugoslavia como sucesora legal de la antigua Yugoslavia. A pesar de esto, las Naciones Unidas (ONU) y la comunidad internacional se negaron a reconocer oficialmente este Estado y le negaron el ingreso en la ONU, alegando que tenía que volver a presentarla bajo su propio nombre. El gobierno federal encabezado por los serbios no lo hizo. Desde 1992 las relaciones entre Serbia y Montenegro han mostrado signos de tensión; el principal factor fue los daños que ocasionaron las sanciones económicas impuestas por la ONU a raíz de la guerra de Bosnia, que muchos montenegrinos atribuyeron al nacionalismo serbio. La ONU redujo las sanciones en octubre de 1994, sujetas a la revisión de la comunidad internacional. Otros factores que aumentaron las tensiones con Serbia fueron la presión sufrida por la comunidad musulmana de Montenegro y la nueva postura serbia de consolidar las relaciones exteriores a nivel federal.
En 1993, Momir Bulatovic, presidente de Montenegro desde 1990 y alineado con las tesis nacionalistas del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, fue reelegido en el cargo.
En las elecciones legislativas celebradas en noviembre de 1996 los candidatos del partido de Bulatovic consiguieron la mayor parte de los escaños disputados para renovar la Asamblea.
En octubre de 1997 Bulatovic fue derrotado, en la segunda vuelta, por Milo Djukanovic en su intento por lograr una nueva reelección al frente de Montenegro. Djukanovic, primer ministro de Montenegro y anterior hombre de negocios de ideario reformista, se mostró, al contrario que su predecesor, abiertamente crítico con Milosevic y se opuso a la decisión del presidente de la República Federal de Yugoslavia de enviar, a comienzos de 1998, unidades militares a la antigua provincia autónoma serbia de Kosovo, poblada mayoritariamente por ciudadanos de etnia albanesa, con el fin de poner fin al movimiento secesionista que se estaba desarrollando en forma de protestas y atentados contra la presencia militar serbia.
En las elecciones legislativas de mayo de 1998 la coalición reformista dirigida por Djukanovic fue la ganadora, obteniendo el mayor número de escaños, seguida del Partido Socialista Popular, del ex-presidente Bulatovic. De este modo, los reformistas pasaban a ocupar los principales órganos de decisión en la república adriática.
Como una de sus primeras medidas, las nuevas autoridades de Montenegro se negaron a reconocer la legalidad del gobierno federal yugoslavo, pues argumentaron que los procedimientos constitucionales habían sido violados en la elección de los cargos de responsabilidad federales.
Esta actitud desafiante se mantuvo durante la crisis de Kosovo, que se fue agravando a lo largo de 1998 y comienzos de 1999 hasta dar paso a una guerra abierta una vez agotadas las vías diplomáticas y toda vez que el régimen de Milosevic se negara a aceptar las condiciones de las potencias occidentales. La "limpieza étnica" iniciada meses antes por las tropas serbias contra la población albano-kosovar, a la que se acusaba de simpatizar con el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), se aceleró con el comienzo de los bombardeos aliados contra territorio yugoslavo a finales de marzo de 1999. Éstos, efectuados por aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte contra instalaciones militares, infraestructuras, fábricas de armamentos y organismos oficiales, afectaron, asimismo, a pueblos y ciudades de Serbia y de Montenegro, provocando un elevado número de muertos y heridos.
Además, la expulsión de los ciudadanos kosovares de etnia albanesa provocó la llegada a Montenegro de un contingente considerable de hombres, mujeres y niños, si bien el grueso principal de los que huían encontró refugio en Albania y la Ex-República Yugoslava de Macedonia.
Pese a ello, Montenegro mantuvo su postura distante respecto de Serbia. Así, el presidente Djukanovic se opuso a la ruptura de relaciones diplomáticas con los países de la OTAN, tal y como habían decidido las autoridades yugoslavas tras el inicio de los bombardeos, si bien pidió que la OTAN cesara en sus ataques y que se intentara alcanzar una solución por vías políticas.
En abril de ese año, Montenegro rechazó la declaración del estado de guerra y la censura impuesta por las autoridades yugoslavas a los medios de comunicación y se negó a reconocer la primacía de éstas sobre territorio montenegrino. Este hecho provocó que la tensión entre ambos poderes se incrementara, a la vez que el peligro de guerra civil entre partidarios y adversarios del presidente y el primer ministro.

Kosovo (en albanés, Kosova; en serbio, Kosovo-Metohija), región situada al sur de Serbia, en la península de los Balcanes, que limita al sureste con la Ex-República Yugoslava de Macedonia, al suroeste con Albania y al este con Montenegro. Su capital es Priština. La antigua provincia serbia disfrutó de un estatuto de autonomía desde 1946 hasta 1989. En la actualidad es un protectorado de la Organización de las Naciones Unidas.

HISTORIA
Desde el segundo milenio a.C., los ilirios, ancestros de los actuales albaneses, habitaron en la península de los Balcanes, incluido lo que es actualmente Kosovo. En concreto, en el territorio ilirio de Dardania, formado por el actual Kosovo, parte de la actual Ex-República Yugoslava de Macedonia y tierras del suroeste de Serbia, que siglos después fue anexionado por el Imperio romano. Desde el siglo VIII hasta el siglo XII, Kosovo fue el núcleo del estado medieval de Raška (Rascia). Hacia finales del siglo XII, el gobernador (supan) serbio Stefan Nemanja, más tarde coronado rey como Esteban I, se anexionó Kosovo y, durante algún tiempo, Prizren sirvió de capital. Durante este periodo, la población serbia aumentó.
En 1918, el territorio fue incorporado al recién creado Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, llamado años más tarde Yugoslavia. Los albaneses locales protagonizaron levantamientos entre 1918 y 1919, que fueron duramente reprimidos. El gobierno de Belgrado resolvió forzar la expulsión de los albaneses, el cierre de las escuelas y la confiscación de sus tierras, así como fomentar la colonización con población serbia.
Durante la II Guerra Mundial, Kosovo fue anexionado a la Albania ocupada por los italianos —lo que fue bien recibido en general por los albaneses locales— y los serbios fueron obligados a abandonar la región. Concluida la guerra, los albaneses de Kosovo se resistieron a su reincorporación a Yugoslavia, pero en julio de 1945 el Ejército partisano de Josip Broz Tito venció la resistencia albanesa. Kosovo se organizó como unidad administrativa de la República de Serbia, en principio como región autónoma, pero, después de las revueltas de 1968, fue elevada a la categoría de provincia autónoma. En 1981, nuevas revueltas y las protestas de los serbios locales tuvieron como consecuencia la expulsión de los albaneses de los puestos de gobierno. En marzo de 1989, poco antes de ser nombrado presidente de Serbia, Slobodan Milosevic eliminó todo vestigio de autonomía en Kosovo mediante la revisión del texto constitucional y extendió la política de discriminación antialbanesa (manifestada en medidas tales como la prohibición del uso de la lengua albanesa y la disolución del Parlamento autónomo), sometiendo a la región a la ocupación militar.

3.1  En demanda de mayor autonomía
Esto provocó el surgimiento de un movimiento albanés de resistencia pacífica, agrupado en torno a la Liga Democrática de Kosovo (LDK), dirigida por el escritor Ibrahim Rugova, gracias al cual se consolidó un “Estado paralelo” al establecido por las autoridades serbias. En 1992, la población albanesa proclamó de manera unilateral mediante referéndum —no reconocido por Belgrado ni por las potencias occidentales— su independencia de Serbia. La radicalización del conflicto favoreció la formación, en 1997, de un denominado Ejército de Liberación de Kosovo (ELK; UCK en sus siglas en albanés) que, haciendo caso omiso de la estrategia de “desobediencia pacífica” puesta en marcha por la Liga, inició una campaña de atentados contra las fuerzas de seguridad destacadas en la provincia. Milosevic, presidente de la República Federal de Yugoslavia desde julio de 1997, respondió intensificando la política represiva que, ante las denuncias de la mayoría albanesa (en forma de manifestaciones y marchas), provocó, a comienzos de 1998, la intervención de la comunidad internacional con el fin de que las partes en conflicto llegaran a un acuerdo duradero. Pero, lejos de menguar, la crisis de Kosovo sufrió un agravamiento a lo largo de ese año.

3.2  Estallido del conflicto
La exigencia de una tregua hecha por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como la amenaza por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte de atacar a las fuerzas serbias estacionadas en Kosovo, hicieron que el presidente yugoslavo reconsiderara aparentemente su posición de fuerza y aceptara, en octubre de 1998, la presencia de supervisores internacionales que vigilaran lo acordado entre el presidente yugoslavo y el negociador estadounidense Richard Holbrooke.
La violación de la frágil tregua en el mes de diciembre fue el preludio de lo que sucedería en 1999: la dinámica bélica se impuso en forma de atentados por parte del ELK y de matanzas realizadas por tropas serbias entre la población civil, como la ocurrida a mediados del mes de enero en la localidad de Racak. Las potencias occidentales se decidieron a intervenir, primero a través de la vía diplomática —mediante la celebración, auspiciada por el denominado Grupo de Contacto (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Rusia), de una reunión entre las partes en conflicto durante buena parte del mes de febrero en la localidad de Rambouillet, próxima a París, y continuada de forma breve a mediados de marzo en la capital francesa— y, tras del fracaso de la misma ante la negativa de la delegación yugoslava a aceptar las resoluciones acordadas por los representantes del Grupo de Contacto, a través de la militar.
Así, el 24 de marzo de 1999 los aviones de la OTAN iniciaron los bombardeos contra las tropas del Ejército yugoslavo estacionadas en Kosovo y contra objetivos declarados estratégicos por la Alianza Atlántica localizados a lo largo y ancho de la República Federal de Yugoslavia. A partir del comienzo de los ataques, en el interior de Kosovo los serbios procedieron a una sistemática “limpieza étnica” contra la población de origen albanés. El consiguiente éxodo masivo de ésta hacia Albania, Montenegro y la Ex-República Yugoslava de Macedonia provocó la movilización general de la comunidad internacional para auxiliar a esta avalancha de refugiados. Al mismo tiempo que proseguían los bombardeos aliados, especialmente sobre la ciudad de Belgrado, así como la huida masiva de refugiados albano-kosovares, arreciaban los combates entre el ELK y el Ejército serbio.
Mientras, el enviado especial a la zona del presidente ruso Borís Yeltsin, el ex primer ministro ruso Víktor Stepánovich Chernomirdin, intentó desde mediados de ese mes de abril que se iniciaran las conversaciones de paz entre la OTAN y la RFY. Así, el 6 de mayo la OTAN ofreció a Milosevic un plan de paz apoyado por Rusia, a propuesta del Grupo de los Ocho, que incluía el final inmediato de la represión contra la población albano-kosovar, la presencia de una fuerza internacional civil y de seguridad bajo el auspicio de la ONU, el retorno de los refugiados, el establecimiento de una administración interina y la negociación del autogobierno de Kosovo, así como la desmilitarización del ELK y el respeto a la integridad y soberanía de la RFY.
El 27 de mayo el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, con sede en La Haya (Países Bajos), dictó una orden de detención contra Milosevic y cuatro de sus principales colaboradores (entre los que se encontraba el presidente de Serbia, Milan Milutinovic) con vistas a su procesamiento, que les acusaba de haber cometido durante los primeros cuatro meses de 1999 crímenes contra la humanidad y violación de las leyes de guerra en la provincia de Kosovo.
Al día siguiente Milosevic aceptó como base de un acuerdo de paz el plan propuesto por el Grupo de los Ocho y, tras entrevistarse en Belgrado con Chernomirdin y con el representante de la UE (el presidente de Finlandia, Martti Ahtisaari), el 3 de junio presentó el contenido de las negociaciones ante el Parlamento yugoslavo. Éste aprobó ese día el plan de paz al tiempo que Milosevic cedía ante las propuestas de los mediadores y aceptaba las principales exigencias de la OTAN: cese inmediato de la violencia y de la represión en Kosovo; retirada rápida y verificable de todas las fuerzas armadas de la región; despliegue en Kosovo de fuerzas internacionales civiles y de seguridad bajo la supervisión de la ONU; fuerzas que estarían formadas esencialmente por la OTAN bajo mando y control únicos; establecimiento de una administración provisional para Kosovo decidida por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, bajo la cual el pueblo de Kosovo podría disfrutar de una “autonomía sustancial” en el seno de la RFY; tras la retirada militar yugoslava, un número convenido de personal yugoslavo sería autorizado a regresar; retorno asegurado de todos los refugiados; desarrollo de un proceso político que llevara a una administración propia para Kosovo según los principios de soberanía e integridad territorial de la RFY y de otros estados de la zona, así como el desarme del ELK; comienzo de un plan de estabilización y desarrollo económico de la región en crisis; las actividades militares de la OTAN finalizarían cuando se aceptasen los principios anteriores, especialmente cuando diese comienzo la retirada verificable de las tropas yugoslavas de Kosovo.
El 10 de junio el secretario general de la OTAN, Javier Solana, ordenó la suspensión de los bombardeos sobre el territorio yugoslavo tras verificar el inicio de la retirada de las tropas serbias de Kosovo. Ese mismo día, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con la única abstención de China, aprobó una resolución aceptada por la RFY que legitimaba la inmediata operación militar controlada por la OTAN para desplegar fuerzas internacionales sobre Kosovo, así como la creación en esa provincia de una administración civil bajo dependencia de la ONU cuyo máximo responsable sería nombrado por su secretario general, Kofi Annan.

De inmediato, comenzó el despliegue de la Kfor (acrónimo de la fuerza de seguridad internacional para Kosovo), al mando del general británico Michael Jackson, así como el regreso de miles de albano-kosovares a sus hogares sin esperar la asistencia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que se vio desbordado ante la avalancha de los repatriados. No obstante, la actitud del Ejército ruso con respecto al avance de las tropas aliadas supuso un pequeño contratiempo en la actividad de las tropas lideradas por la OTAN: los soldados rusos entraron en Priština el día 11, adelantándose a la Kfor, lo cual dio lugar al definitivo establecimiento de las respectivas zonas de influencia de la fuerza internacional seis días después. El 20 de junio la OTAN dio por completada la retirada serbia, y con ella el final definitivo de su campaña aérea, al tiempo que el ELK firmó su desmilitarización.

3.3  Administración de la ONU
El establecimiento el 10 de junio de 1999 de la Administración de la ONU en Kosovo (Unmik) tuvo entre sus primeras consecuencias la disolución, el 1 de febrero de 2000, del “gobierno paralelo” presidido por Ibrahim Rugova. Comenzó entonces un proceso tendente a la normalización y a la creación de instituciones que garantizaran la pactada autonomía de Kosovo. En virtud de ello, el 28 de octubre de 2000 se celebraron elecciones municipales, marcadas por el triunfo de la Liga Democrática de Kosovo (LDK), el partido independentista moderado de Rugova, que se impuso en las principales ciudades, incluida Priština.
Un año después, el 17 de noviembre de 2001, tuvieron lugar comicios legislativos para elegir a los 120 miembros de una Asamblea legislativa multiétnica (se garantizaba la presencia de 10 diputados serbios, así como de otros de las minorías gitana, turca, musulmana, etc.), de la que emanarían ese mismo año un gobierno provisional y un presidente. La victoria fue de nuevo para la LDK, que obtuvo 47 diputados. Las siguientes formaciones más votadas fueron el Partido Democrático de Kosovo (independentista radical, heredero político del ELK y liderado por Hashim Thaci), que logró 26 representantes; la coalición serbia Retorno (que a los 12 escaños conseguidos en las urnas sumó los 10 adicionales reservados para esta minoría) y la Alianza para el Futuro de Kosovo (8 diputados). En marzo de 2002, esta cámara eligió presidente de Kosovo a Rugova, en tanto que Bajram Rexhepi, miembro del Partido Democrático de Kosovo, resultó designado jefe de un gobierno de coalición.










































Guerra de la antigua Yugoslavia, conflicto bélico surgido a partir de la desintegración de la antigua Yugoslavia, que tuvo lugar desde 1991 hasta 1995, en el cual los grupos étnicos serbios, croatas y musulmanes combatieron entre sí en una guerra civil localizada en la península de los Balcanes.

2  LA ANTIGUA YUGOSLAVIA
Las seis repúblicas que constituían originalmente el Estado multinacional de Yugoslavia (nombre que, en español, significa ‘país de los eslavos del sur’), unidas nuevamente por Josip Broz (Tito) tras una cruel lucha entre grupos profascistas y procomunistas durante la ocupación alemana en la II Guerra Mundial eran: Eslovenia, Croacia, Macedonia, Serbia, Bosnia-Herzegovina y Montenegro. La población estaba compuesta por cuatro grandes grupos: serbios (42%), croatas (24%), eslovenos (9%) y macedonios (5%); el resto eran húngaros, italianos, albaneses y otras minorías. De todos ellos, el 42% profesaba la fe ortodoxa (principalmente, serbios), el 32% el catolicismo (fundamentalmente, croatas y eslovenos) y el 12% la fe islámica (especialmente, parte de la población bosnia y de los habitantes de Kosovo).

3  DESENCADENAMIENTO DEL CONFLICTO
Este mosaico de pueblos y religiones se mantuvo unido diez años, después de la muerte del mariscal Tito, bajo el control de sus sucesores comunistas, que gobernaron mediante un sistema rotatorio entre los principales grupos étnicos para ejercer la presidencia federal yugoslava. No obstante, este frágil consenso se quebró tras la caída del régimen comunista en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la disolución del Pacto de Varsovia. Tras la secesión de Eslovenia, Macedonia y Croacia en 1991, el Ejército Popular Yugoslavo (el antiguo Ejército de Yugoslavia), actuó en favor de Serbia y desencadenó un fallido ataque sobre Eslovenia y otro, más prolongado, sobre Croacia, a consecuencia del cual casi un tercio de esta república quedo bajó el control del Ejército tras la firma de un alto el fuego incondicional en enero de 1992. Los croatas y musulmanes de Bosnia-Herzegovina, temiendo la hegemonía serbia, declararon en octubre de 1991 su independencia de Yugoslavia, previa aprobación en un referéndum popular.

4  DESARROLLO DE LA GUERRA
 El 4 de febrero de 1992, se produjeron los primeros choques armados en torno a Mostar, ciudad de Bosnia-Herzegovina enclavada en una región con un importante porcentaje de población croata. A principios de abril de 1992, la Comunidad Europea y Estados Unidos reconocieron la soberanía de Bosnia-Herzegovina. Este hecho provocó de inmediato que los combatientes serbios locales, apoyados por tropas regulares de la República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) comenzaran a establecer gobiernos propios en zonas de Croacia y Bosnia habitadas por población de origen serbio. La nueva República Federal de Yugoslavia había sido creada ese mismo mes de abril de 1992 por Serbia y Montenegro, autoproclamándose heredera legal de la antigua República Federal Socialista de Yugoslavia (pero sin ser reconocida como tal por la comunidad internacional) y estaba controlada por el presidente serbio Slobodan Milosevic. Los serbios de Bosnia, por su parte, declararon la formación de una vagamente definida República Serbia de Bosnia, encabezada por el autotitulado presidente Radovan Karadzic. Los croatas, a su vez, declararon su propia e independiente República Croata de Herceg-Bosna.
El Ejército Popular Yugoslavo, controlado por los serbios, puso entonces sitio a la ciudad de Sarajevo, capital de Bosnia, lo que originó la imposición de sanciones por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que el poder aéreo y naval de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) haría cumplir; además, aumentó el número de fuerzas de pacificación de la ONU, principalmente británicas y francesas. En mayo de 1992, la ONU estableció mayores sanciones económicas y comerciales contra Serbia y Montenegro. El 11 de julio, se inició una enorme ofensiva serbia contra Gorazde, ciudad al este de Sarajevo controlada por los musulmanes. Seis días más tarde, los líderes serbios, croatas y musulmanes firmaron en Londres el primero de los numerosos acuerdos de alto el fuego incumplidos. Por entonces, el conflicto había tomado un giro particularmente pernicioso con la aplicación de la denominada ‘limpieza étnica’, expresada abiertamente en primer lugar por los serbios, por la que miles de personas, sobre todo musulmanas, fueron asesinadas o expulsadas de sus hogares y enviadas a campos de concentración, en una guerra de eliminación étnica.
Se concertó para el 23 de octubre de 1992 una reunión en Sarajevo entre los líderes militares de las tres comunidades beligerantes —serbios, croatas y musulmanes— bajo el patrocinio de la ONU, pero no condujo a ningún acuerdo efectivo. Serbia siguió conquistando más territorios, en una salvaje lucha contra las fuerzas croatas y musulmanas que disponían de un armamento más ligero. La lenta agonía de Sarajevo prosiguió, ya que los esfuerzos de la ONU para poner fin al conflicto resultaron infructuosos.
Sin embargo, en julio de 1994, Serbia cortó sus relaciones con sus compatriotas serbobosnios para intentar conseguir el levantamiento de las agobiantes sanciones económicas de la ONU, las cuales fueron suavizadas en octubre, aunque no levantadas por completo. A finales de 1994, parecía que incluso los enclaves de Bihac, Gorazde, Zepa y Srebrenica, controlados por la ONU, corrían el peligro de ser anexionados por el Ejército de la República Serbia de Bosnia ante la incapacidad de las tropas de pacificación de las Naciones Unidas y de la OTAN. No obstante, croatas y musulmanes comenzaron a colaborar cada vez más en los campos de batalla, aliándose formalmente en marzo de 1995; poco después, se produjeron signos de debilitamiento serbio y crecientes éxitos militares bosnios, como la conquista de territorio en torno a Sarajevo, que permitió que en el mes de mayo, Pale, la capital de la República Serbia de Bosnia, estuviera al alcance de la artillería bosnia. La represalia serbia consistió en la conquista de las denominadas zonas de seguridad controladas por la ONU de Srebrenica y Zepa en el mes de julio (en la primera se produjeron auténticas masacres sobre la población civil por parte de los serbobosnios). La ONU respondió con el compromiso de aumentar sus fuerzas en los restantes enclaves y con la autorización a los comandantes militares en la zona para llevar a cabo ataques aéreos punitivos. El 26 de julio de 1995, el Senado de Estados Unidos aceptó levantar el embargo de armas a Bosnia-Herzegovina, a pesar del temor por parte del presidente Bill Clinton a una escalada del conflicto. A comienzos de agosto, se extendió la guerra después de que tropas regulares croatas, que inicialmente habían participado en la defensa de Bihac al noroeste de Bosnia, ampliaron su intervención con una ofensiva a gran escala para reconquistar el territorio serbocroata de Krajina, fronterizo con Bosnia por el oeste.

5  LA FIRMA DE LA PAZ 
Tras múltiples conversaciones y contactos promovidos por la comunidad internacional, el 21 de noviembre de 1995 se firmaron los Acuerdos de Dayton, promovidos por Estados Unidos, que pusieron fin al conflicto, y, según los cuales, una fuerza multinacional de intervención separaría a los estados en conflicto en el territorio bosnio. No obstante, persistió la dificultad latente de una convivencia pacífica entre entidades políticas en pugna, como la Federación Croata-musulmana o la República Serbia de Bosnia, bajo la aparente unidad teórica de una República Bosnia.

Slobodan Milosevic (1941- ), político serbio, presidente de Serbia (1989-1997) y de la República Federal de Yugoslavia (1997-2000), impulsor de los proyectos ultranacionalistas serbios en la antigua Yugoslavia.

PRESIDENTE DE SERBIA 
En mayo de 1989 se convirtió en presidente de Serbia, sustituyendo a Stambolic. En las primeras elecciones presidenciales multipartidistas y directas en Serbia, celebradas en diciembre de 1990, Milosevic fue reelegido presidente de la República de Serbia por abrumadora mayoría. Su partido, con la nueva denominación de Partido Socialista de Serbia (PSS), obtuvo 194 de los 250 escaños del Parlamento serbio. Las declaraciones de independencia proclamadas por todas las repúblicas de Yugoslavia, excepto Serbia y Montenegro, originaron la que fue dada en llamar guerra de la antigua Yugoslavia en Croacia (1991) y Bosnia-Herzegovina (desde abril de 1992), territorios con una importante minoría de población serbia. Con la ayuda de Serbia y del Ejército yugoslavo (en gran medida mandado por oficiales serbios), estas minorías se hicieron con el control de gran parte de Croacia y de Bosnia-Herzegovina.

Milosevic fue reelegido en 1992 presidente de su partido y en abril de ese año se constituyó la República Federal de Yugoslavia (formada por Serbia, presidida por Milosevic, y Montenegro). Muy criticado por la comunidad internacional a causa de las brutales atrocidades cometidas por las tropas serbias durante la guerra de la antigua Yugoslavia, en noviembre de 1995 firmó con los presidentes de Bosnia y Croacia, en Estados Unidos, los denominados Acuerdos de Dayton que ponían fin a dicho conflicto. El 7 de agosto de 1996 se entrevistó en Atenas con el presidente de Croacia, Franjo Tudjman; en dicha reunión se acordó el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, rotas desde el inicio de la guerra en 1991.

La coalición izquierdista del partido de Milosevic (PSS) y el de su esposa Mirjana Markovic (Izquierda Unida Yugoslava) obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones al Parlamento yugoslavo de noviembre de 1996. Pero, en ese mismo mes, la oposición denunció la manipulación efectuada por el partido gubernamental en las elecciones municipales, lo que provocó el inicio de manifestaciones masivas, en Belgrado, a finales de ese año y principios del siguiente, que hicieron tambalear el régimen de Milosevic y obligaron a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) a enviar a sus representantes para mediar en la disputa por la legitimidad de las elecciones municipales, dando la razón a la oposición, agrupada bajo el nombre de Zajedno (‘Unidos’). En febrero de 1997, Milosevic reconoció la derrota en las elecciones municipales, pocos días después de que comenzara a reprimir las manifestaciones mediante el uso de las fuerzas policiales; pero Zajedno no cesó en sus movilizaciones hasta poco más tarde.

4  PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FEDERAL DE YUGOSLAVIA

Refugiados kosovares Esta fotografía fue tomada el 2 de marzo de 1999, cerca de la localidad kosovar de Gajre, pocos días antes de que la crisis de Kosovo se convirtiera en un conflicto bélico de carácter internacional al implicarse la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con los ataques que llevaría a cabo contra territorio yugoslavo para presionar al presidente Slobodan Milosevic. La masiva huida de la población albano-kosovar del territorio de Kosovo, provocada por la represión serbia, se convirtió en uno de los problemas esenciales de la crisis.Tyler Hicks/Liaison Agency 

Dado que no podía presentarse a un tercer mandato presidencial en Serbia, pasó a ser presidente de la República Federal de Yugoslavia a finales de julio de 1997, sustituyendo a Zoran Lilic, tras resultar elegido por el Parlamento federal. En septiembre presentó a su candidato para la presidencia de Serbia, el propio Lilic, a quien cambió en última instancia por Milan Milutinovic, el cual venció, entre acusaciones de fraude, en la segunda convocatoria, a finales de diciembre de 1997.

A principios de marzo de 1998, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos exigieron a Milosevic que entablara negociaciones con la población albanesa de Kosovo, buena parte de la cual había recrudecido su enfrentamiento con el gobierno serbio que, desde 1989, ejercía el poder sobre la región. El día 9 de ese mes, el Grupo de Contacto (formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Rusia, con el objeto de velar por el mantenimiento de la paz en los territorios de la antigua Yugoslavia, fruto de los Acuerdos de Dayton) decidió sancionar al régimen de Milosevic y propuso que el ex presidente del gobierno español Felipe González, en calidad de representante de la OSCE, encabezara una misión mediadora que pusiera fin a la llamada crisis de Kosovo. Pero dicha representación fue rechazada por el dirigente serbio al considerar que se inmiscuía en un asunto interno. No obstante, el emisario del gobierno estadounidense, Richard Holbrooke (quien ya había logrado convocar las reuniones de Dayton), consiguió que el líder albano-kosovar Ibrahim Rugova se entrevistara una semana más tarde con Milosevic, dando así inicio a las negociaciones de paz en ese territorio.

El inmediato recrudecimiento del conflicto kosovar llevó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a efectuar, el 15 de junio siguiente, unas maniobras aéreas cerca de la frontera meridional serbia (al sur de Kosovo, en territorios de Albania y de la Ex-República Yugoslava de Macedonia) para presionar al gobierno de Milosevic con el objeto de que éste detuviera la represión contra la población albanesa de Kosovo. Al día siguiente, Milosevic se comprometió, ante el presidente ruso Borís Yeltsin, a aceptar las condiciones para la paz impuestas por la comunidad internacional.

El 5 de octubre de ese año, la UE, Estados Unidos y la propia OTAN, a través de Holbrooke, exigieron a Milosevic que obedeciera el mandato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de proceder al alto el fuego, de forma "irreversible y verificable". El presidente yugoslavo llegó a un acuerdo con Holbrooke el 13 de octubre que detuvo los nuevos planes de ataque aéreo de la OTAN y aceptó la presencia en Kosovo de 2.000 supervisores de la OSCE. El día 27 de ese mes, la OTAN renunció a intervenir tras comprobar el cumplimiento de lo acordado, pero mantuvo la amenaza militar sobre Serbia. De hecho, a partir del 24 de marzo de 1999 la OTAN bombardeó objetivos militares yugoslavos (en Serbia, incluida Kosovo, pero también en Montenegro) ante la negativa de Milosevic a aceptar los acuerdos de paz ya admitidos por la población albanesa de Kosovo. La amenaza de la OTAN se dirigió desde el día siguiente a la destrucción del Ejército yugoslavo si Milosevic no cedía. Éste rompió las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido, si bien el 6 de abril declaró un alto el fuego unilateral y ofreció una negociación con Ibrahim Rugova, el principal dirigente albano-kosovar, propuestas ambas que no fueron tenidas en cuenta por la OTAN.

El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, con sede en La Haya (Países Bajos), dictó el 27 de mayo siguiente una orden de detención contra Milosevic con vistas a su procesamiento, que le acusaba de haber cometido durante los primeros cuatro meses de 1999 crímenes contra la humanidad y violación de las leyes de guerra en la provincia de Kosovo. Tras entrevistarse en Belgrado con el enviado especial ruso, Víktor S. Chernomirdin y con el representante de la UE (el presidente de Finlandia, Martti Ahtisaari), el 3 de junio cedió ante las propuestas de los mediadores y aceptó las principales exigencias de la OTAN. Siete días después, la OTAN suspendió los bombardeos sobre el territorio yugoslavo tras verificar el inicio de la retirada de las tropas serbias de Kosovo. Ese mismo día, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución que legitimaba la inmediata operación militar controlada por la OTAN para desplegar fuerzas internacionales sobre Kosovo, así como la creación en esa provincia de una administración civil bajo dependencia de la ONU. Desde principios de julio siguiente, la oposición serbia, incluida la Iglesia ortodoxa, que el 11 de agosto pidió elecciones anticipadas, se organizó con la intención de poner fin a su régimen.

5  FIN DE SU RÉGIMEN

Convocadas elecciones legislativas y presidenciales para el 24 de septiembre de 2000, Milosevic basó su campaña en determinadas promesas de contenido social. Por su parte, la oposición se agrupó en la coalición Oposición Democrática de Serbia (DOS), cuyo candidato presidencial era Vojislav Kostunica, jurista y líder del Partido Democrático de Serbia. El día 26 de septiembre, dos después de tener lugar dichos comicios, la Comisión Electoral Federal anunció el triunfo de Kostunica, quien habría obtenido el 48,2% de los votos (por el 40,2% de Milosevic), lo que obligaba a una segunda vuelta. La DOS denunció dichos resultados por fraudulentos, inició una campaña de desobediencia civil contra el régimen de Milosevic y el 2 de octubre convocó una huelga general para lograr el reconocimiento oficial del triunfo por mayoría absoluta de su candidato en la primera vuelta. El 5 de octubre, tras conocerse la resolución del Tribunal Constitucional de anular las elecciones presidenciales, miles de ciudadanos se manifestaron en las calles de Belgrado para exigir la marcha de Milosevic y ocuparon el Parlamento federal y la RTS (televisión pública serbia), mientras las fuerzas policiales consentían los actos de los manifestantes. El 6 de octubre Milosevic reconoció a Kostunica como nuevo presidente y al día siguiente, éste era investido como tal por el Parlamento federal. Milosevic manifestó su intención de proseguir su carrera política y el 25 de noviembre de ese mismo año 2000 resultó reelegido presidente del Partido Socialista de Serbia.

6  PROCESAMIENTO

El 1 de abril de 2001, Milosevic, acusado por los tribunales de su país de malversación de fondos públicos y abuso de poder, fue detenido y quedó en situación de prisión preventiva. Mientras, la comunidad internacional reclamaba que fuera extraditado y puesto a disposición del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia. Este hecho se produjo el 28 de junio siguiente, por decisión del gobierno serbio de Zoran Djindjic, que entró en conflicto con el federal de Kostunica (que consideraba ilegal la extradición, prohibida por la Carta Magna yugoslava, hasta que el Tribunal Constitucional federal verificara la constitucionalidad de un anterior decreto ley del gobierno yugoslavo permitiéndola).

Tras haber ingresado en la prisión de Scheveningen horas después, Milosevic, en principio reclamado por delitos vinculados al conflicto de Kosovo de 1999, vio como la fiscal general del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, la suiza Carla del Ponte, extendió la imputación a los presuntamente cometidos en Croacia entre 1991 y 1992, y en Bosnia-Herzegovina entre 1992 y 1995. El 12 de febrero de 2002 comenzó en La Haya el juicio contra Milosevic, el cual, acusado finalmente de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio, asumió y ejerció su propia defensa.







Comentarios

Entradas populares