Imperialismo en siglo XX

Profesor encargado del curso: Lic.  Roy Meza Campos-                                  Correo: meza.roy@gmail.com
Estudios Sociales
Décimo año- 10º/ 2019

GEOPOLITICA DEL SIGLO XX.

Conceptos básicos.
IMPERIALISMO: El imperialismo es una doctrina política que pretende situar por encima de otros Estados o comunidades al propio. El imperialismo moderno suele referirse a la actitud de algunas potencias, principalmente europeas, desde la Edad Moderna (periodo que se extiende de 1453 con la toma de Constantinopla hasta 1789 con la Revolución Francesa)  hasta el proceso de descolonización tras la Segunda Guerra Mundial; y más específicamente, incluso con el nombre Era del Imperialismo, utilizado por la historiografía, al periodo que va de 1871 a 1919, en que se produjo una verdadera carrera para construir imperios, principalmente con el llamado reparto de África.
REPARTO DE AFRICA: El reparto o repartición de África, también llamado la disputa por África o la carrera por África, fue la proliferación de los reclamos europeos sobre el territorio africano durante el periodo del Nuevo Imperialismo, entre la década de 1880 y el comienzo de la Primera Guerra Mundial, que involucró principalmente a las naciones de Francia, Alemania y el Reino Unido, aunque también participaron Italia, Portugal, Bélgica y España.
Hablar de la llamada "disputa por África" es continuar un debate de más de un siglo de antigüedad. La segunda mitad del siglo XIX, en el año 1877, vio la transición del imperialismo "informal" que ejercía control a través de la influencia militar y de la dominación económica a aquél de dominio directo.[1] Los intentos para mediar la competencia imperial, tal como la Conferencia de Berlín (1884 - 1885) entre el Reino Unido, Francia y Alemania no pudieron establecer definitivamente los reclamos de cada una de las potencias involucradas. Estas disputas sobre África estuvieron entre los principales factores que originaron la Primera Guerra Mundial.
CONFERENCIA DE BERLIN: La Conferencia de Berlín, celebrada entre el 15 de noviembre de 1884 y 26 de febrero de 1885 en la ciudad de Berlín fue convocada por Francia y Reino Unido[1] y organizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismarck, con el fin de resolver los problemas que planteaba la expansión colonial en África y resolver su repartición. Tras la Conferencia, sólo un país africano conservó el derecho a preservar su independencia: Etiopía. El denominado Estado Libre del Congo tenía la calidad de posesión personal del rey Leopoldo II de Bélgica, mientras que Marruecos mantenía una independencia puramente nominal pues se hallaba en la práctica bajo ocupación militar de Francia y España. Liberia continuaba funcionando como un estado norteamericano en suelo africano
CAUSAS DEL IMPERIALISMO:
ECONÓMICAS: Las naciones dominan a otras para expandir su economía, obtener materia prima, mano de obra, o para dar salida a los excedentes de capital.
POLITICAS: Los estados tienden a expandirse por ambición de poder, prestigio, seguridad y ventajas diplomáticas respecto a otros estados.
DEMOGRÁFICAS: En Europa, entre 1850 y 1914, se produjo un gran aumento demográfico, llegando incluso a duplicarse su población, por lo que en algunos países empezaban a escasear los recursos. Gran parte de la población, unos 40 millones de europeos, no tenía otra salida que marcharse a las colonias de su respectivo país ya que no contaban con trabajo, ni con alimentos suficientes para abastecerse todos y cambiaron su residencia en busca de riquezas y mejores condiciones.
DARWINISMO SOCIAL: Adoptado por los imperialistas, sobre todo en Inglaterra, para excusar sus actuaciones. Tras conocer las recientes teorías de Darwin sobre la evolución de las especies por selección natural, sostenían que, al igual que las distintas especies o razas, las sociedades más avanzadas tenían derecho a imponerse y a seguir creciendo aunque fuera a costa de las más inferiores o retrasadas.

CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO:
DEMOGRÁFICAS: En general, la población sufrió un incremento al disminuir la mortalidad, por la introducción de la medicina moderna occidental y mantenerse una alta natalidad. Ello se tradujo en un desequilibrio entre población y recursos, que aún hoy día persiste. No obstante, en algunas zonas, la población autóctona sufrió una drástica reducción (especialmente durante la primera fase del imperialismo), como consecuencia de la introducción de enfermedades desconocidas (viruela, gripe, etc). En otros lugares, la población indígena fue simplemente reemplazada por colonos extranjeros.
ECONÓMICAS: La explotación económica de los territorios adquiridos hizo necesario el establecimiento de unas mínimas condiciones para su desarrollo. Se crearon infraestructuras (puertos, ferrocarriles) destinados a dar salida a las materias primas y agrícolas que iban destinadas a la metrópolis.
SOCIALES: Las consecuencias sociales se manifestaron en la instalación de una burguesía de comerciantes y funcionarios procedentes de la metrópoli que ocuparon los niveles altos y medios de la estructura colonial. En algunos casos, se asimilaron determinados grupos autóctonos dentro de la cúspide social. Se trataba de las antiguas élites dirigentes y de miembros de determinados cuerpos del ejército o la función pública colonial.
POLÍTICAS: Los territorios dominados sufrieron un mayor o menor grado de dependencia respecto a la metrópoli, en función del tipo de organización administrativa que les fue impuesto. Sin embargo, esta dependencia no estuvo exenta de conflictos, que fueron el germen de un antiimperialismo protagonizado generalmente por las clases medias nativas occidentalizadas, que reclamaban la toma en consideración de las tradiciones autóctonas.
CULTURALES: El imperialismo condujo a la pérdida de identidad y de valores tradicionales de las poblaciones indígenas y a la implantación de las pautas de conducta, educación y mentalidad de los colonizadores. Asimismo, supuso la adopción de las lenguas de los dominadores (especialmente el inglés y el francés). Ello arrastró a una fuerte aculturación.

GENOCIDIO: El genocidio es un delito internacional clasificado dentro del género crímenes contra la humanidad.[] Se entiende por genocidio cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial, o religioso como tal con algún propósito particular. Estos actos comprenden la muerte y lesión a la integridad física o moral de los miembros del grupo, el exterminio o la adopción de medidas destinadas a impedir los nacimientos en el grupo.
ETNOCIDIO: Etnocidio es la destrucción de la cultura de un pueblo.
ACULTURACIÓN: Aculturación se refiere al resultado de un proceso en el cual una persona o un grupo de ellas adquiere una nueva cultura (o aspectos de la misma), generalmente a expensas de la cultura propia y de forma involuntaria. Una de las causas externas tradicionales ha sido la colonización.








POTENCIAS
TERRITORIOS DOMINADOS
Inglaterra[1]
Sometió a la India, Birmania, el Sur de Asia.  Estableció un protectorado en Afganistán.  Ocupó Egipto , Sudán, Kenia, Uganda , Nigeria.  Ocupó durante años las costas de Nicaragua y se afianzó en Belice y Guyana.  Obtuvo la concesión de casi todas las repúblicas latinoamericanas para explotar sus recursos y obtener ganancias.
Francia
Ocupó Indochina.  Se apoderó del Norte y Occidente de Asia, con el propósito de controlar el Mediterráneo.  Ocupó Argelia.  Luego orientó su expansión hacia Túnez, el Sahara y Sudán.  Estableció colonias en las regiones tropicales de África: Senegal, Guinea, Congo Francés, en la isla de Madagascar, en el Océano Índico.  Dominó Marruecos, excepto el extremo Norte que estaba controlado por España.Obtuvo concesiones para invertir sus capitales en América Latina y obtener ganancias.
Estados Unidos
Filipinas
Holanda
Indonesia
Rusia
Se extendió por toda Asia Septentrional, hasta las costas del Pacífico, colonizó Turquestán.
Bélgica
Colonizó el actual Zaire (Actual Congo).
Alemania
Se apoderó de Tanganica (hoy Tanzania), Togo, Camerún y África Soroccidental (hoy Namibia).  Al igual que Inglaterra y Francia, obtuvo concesiones en América Latina para invertir sus capitales.
Italia
Obtuvo Libia, Eritrea y Somalia.
Estados Unidos
A finales del siglo XIX, fue expandiéndose en América Latina, ejerciendo su influencia económica y política.  En el siglo XX, Estados Unidos desplazó del continente americano a las potencias imperialistas europeas.













[1] A fines del siglo XIX el Imperio Británico, abarcaba una quinta parte de la superficie terrestre, es decir, dominaba una cuarta parte del total de la población mundial.(Montenegro, Augusto.  Historia del Antiguo Continente.  Editorial Norma, S.A.,Colombia, 1986., p. 209.. 

Comentarios

Entradas populares